En medio de la puja de poderes que se está viviendo en Norte de Santander por el manejo de la Universidad de Pamplona, Ramiro Suárez, el condenado exalcalde de Cúcuta que está preso en La Picota por el asesinato de un abogado, está jugando con ficha propia.
El condenado Ramiro Suárez también quiere la Unipamplona
Ramiro Suárez Corzo, exalcalde de Cúcuta condenado por el asesinato de un abogado.
Además de ser el poder detrás del poder en la Alcaldía de Cúcuta, de tener nueve de las 18 Secretarías en esa administración, de haber puesto Personero en esa ciudad, y de quedarse con la Presidencia del Concejo, todo desde la cárcel La Picota donde está recluido por su participación en el asesinato de un abogado, Ramiro Suárez le está apuntando a aumentar su poder y quiere quedarse con la Unipamplona.
Con el nombre de Darwin Clavijo Cáceres, un abogado que desde que arrancó el año fue nombrado secretario de Hacienda de la Alcaldía de Cúcuta, se lanzó al agua en el pulso por el manejo de esa universidad durante los próximos cuatro años.
Clavijo es un abogado egresado de la Universidad Libre de Colombia, especialista en derecho administrativo y docencia universitaria, con maestría en educación superior, y candidato a un doctorado en cultura y educación en América Latina, quien ha sido profesor en la Libre y asesor desde 2013 en la Unipamplona.
Aunque en general Clavijo es reconocido más como un hombre de la academia que de la política local y le negó a La Silla que su aspiración estuviera impulsada por Suárez, su llegada al gabinete de César Rojas (ahijado del controvertido exalcalde) como Secretario de Hacienda le cambió el perfil en la Cúcuta política.
“Nadie está en la Alcaldía de Cúcuta si no es amigo de Ramiro Suárez”, le dijo a La Silla un concejal de la ciudad de la cuerda del Alcalde.
Precisamente, según tres fuentes de adentro de la Unipamplona, la aspiración de Clavijo empezó a sonar porque aunque ha trabajado en esa universidad y ha estado vinculado a otras instituciones educativas, viene de la Alcaldía de Cúcuta y cuenta con el respaldo de Ramiro Suárez, quien por tener de su lado a la mayoría de los congresistas del departamento puede entrar a influir en los tres votos del sector público (Presidencia, Ministerio y la Gobernación).
Sin embargo, el origen político de Clavijo no está por los lados de Ramiro Suárez, sino por los de su ahijado, el alcalde César Rojas.
Dos fuentes que conocen la movida política de Cúcuta, le dijeron a La Silla Santandereana que Clavijo fue nombrado en la Secretaría de Hacienda porque es amigo de vieja data de Rojas, con quien se conoce hace al menos 20 años.
“Ellos se conocieron por amigos en común cuando César Rojas hacía campaña con Felix Salcedo, un excongresista de Norte de Santander. Desde ese entonces Darwin es muy amigo de César y cuando César se lanza a la campaña Darwin lo respalda y luego le da el cargo”, le dijo a La Silla una de esas fuentes.
Sobre las razones para que fuera él el ungido con la nominación de Ramiro Suárez hay versiones enfrentadas.
Mientras que una fuente le dijo a La Silla Santandereana que se debía a que se había acercado al condenado exalcalde manejando las finanzas de la ciudad, otra dijo que no les había funcionado como esperaba y que por el perfil se convertía en la ficha ideal para competir por la Unipamplona.
Cualquiera que hubiera sido, en lo que seis fuentes coincidieron es que con el apoyo de Ramiro tiene margen para pelearse la rectoría de esa universidad, que como hemos contado, es uno de los fortines más apetecidos de ese departamento debido a su abultado presupuesto y su capacidad para contratar.
Además, a favor de Clavijo empezó a jugar un episodio coyuntural que le terminó dando vuelo en la carrera. Dos fuentes que lo saben de primera mano, le dijeron a La Silla que el actual rector Serrano estuvo impulsando su nombre debido al distanciamiento que zanjó con el gobernador William Villamizar, quien -como lo contamos- le retiró el apoyo para reelegirse.
“Serrano dice que puede endosar dos votos (los docentes y directivos) y está moviéndose con ellos buscando alianzas. Una de esas fue con Ramiro Suárez”, le dijo a La Silla un congresista del departamento.
Al respecto, Serrano negó que las versiones relacionadas con su injerencia en el concurso fueran ciertas. “Son comentarios que no corresponden a la realidad”, aseguró.
Por ahora, las cuentas de los nueve votos del Consejo Superior están crudas porque por el lado de los congresistas Andrés Cristo quiere meter a Cesar Camargo quien trabaja en el Ministerio del Interior con su hermano Juan Fernando Cristo, y el representante Alejandro Carlos Chacón estaría más del lado de Ivaldo Torres, un ingeniero electrónico con doctorado del que fue amigo cuando estudiaron en la universidad.
Además el gobernador William Villamizar está esperando a que revivan la aspiración de Elkin Flórez, su ficha por la rectoría, quien quedó descalificado por presuntamente estar inhabilitado debido a que hasta mayo de este año fue parte del Consejo Superior.
En la Unipamplona también está corriendo el rumor que esa inhabilidad le podría aplicar a otros candidatos, como Liliana Parra, quien cuenta con el apoyo de los estudiantes y quien fue secretaria de general de esa universidad hasta enero de este año. Si es así una nueva rebarajada podría reacomodar todas las cuentas.
El 16 de diciembre, cuando el Consejo Superior se reúna para votar, se sabrá si Ramiro se expandió, si Villamizar se quedó con el cargo, o si los liberales mantienen su dominio en la Unipamplona.