Según un anuncio que él mismo hizo en el hotel Las Lomas de Rionegro, hace un mes y 11 días que el expresidente Álvaro Uribe debió presentar sus listas definitivas de candidatos al Congreso y decir si él mismo sería aspirante. Esta semana sacó de la duda a la opinión pública con lo segundo al anunciar su candidatura al Senado. Pero aunque algunos medios han anunciado los miembros de sus listas como si ya fueran un hecho, éstas siguen sin concretarse y La Silla pudo averiguar que la razón es un pulso interno entre los uribistas con caudal electoral vs. los uribistas con trayectoria pública pero sin votos, para ver quién se queda con los mejores puestos en las listas. Esa puja se refleja especialmente en Antioquia, el principal bastión del uribismo.
La puja por las listas uribistas al Congreso
El expresidente Uribe lanzó su movimiento en Santa Marta. Esta es una imagen de ese día. |
Según un anuncio que él mismo hizo en el hotel Las Lomas de Rionegro en junio, hace un mes y 11 días que el expresidente Álvaro Uribe debió presentar sus listas definitivas de candidatos al Congreso y decir si él mismo sería aspirante. Esta semana sacó de la duda a la opinión pública con lo segundo al anunciar su candidatura al Senado.
Pero, aunque algunos medios han anunciado los miembros de la lista al Senado como si ya fueran un hecho, éstas siguen sin concretarse. La Silla pudo averiguar que la razón es un pulso interno entre los uribistas con caudal electoral y los uribistas que no lo tienen, para ver quién se queda con los mejores puestos en las listas. Esa puja se refleja especialmente en Antioquia, el principal bastión del uribismo.
El desacuerdo habría llegado a tal punto que, según una fuente interna del Centro Democrático (el movimiento del expresidente), Uribe le habría dicho hoy a su comité político asesor que si no se ponían de acuerdo armaría las listas en una asamblea nacional del movimiento de manera pública y participativa.
Y es que se supone que mañana jueves a las 3 de la tarde el Centro Democrático presentará la lista definitiva al Senado, según anuncios hechos oficialmente por ese movimiento. Pero confirmamos con el exministro y miembro del comité político del Centro Democrático, Fabio Valencia Cossio, que probablemente presentarán una lista parcial pues siguen haciéndole modificaciones.
Respecto a las listas a Cámara ni siquiera hay fecha de presentación pública, pues esas todavía están crudas y sus posibles aspirantes aún son objeto de análisis por parte de Uribe y de su grupo asesor.
Todos quieren arriba
Aunque ya hay unos nombres de candidatos que están fijos tanto para Senado como para Cámara, como por ejemplo los de Paola Holguín, José Obdulio Gaviria, Alfredo Rangel y Alfredo Ramos Maya, los desacuerdos se han generado porque todos quieren estar al menos entre los primeros puestos de su respectiva lista, sobre todo si ésta va a ser cerrada como es el caso de la de Senado.
Estar arriba o abajo en una lista cerrada hace toda la diferencia, pues en ellas el elector vota por la lista entera y no por un candidato en particular. A la hora de definir quién se convierte en congresista, las curules se reparten de arriba hacia abajo. Por ejemplo, si una lista cerrada saca suficientes votos como para obtener cinco curules éstas son entregadas a los cinco primeros de la lista y del sexto hacia abajo se queman.
En el Centro Democrático tienen el cálculo optimista de poder sacar entre 20 y 25 senadores en una lista encabezada por Uribe, pero los aspirantes saben que del puesto 15 hacia abajo corren el riesgo de no alcanzar a entrar, y por eso la pelea es por quedar entre esos 15.
Lo mismo sucede con las listas para la Cámara que, según pudimos averiguar, estarán en 28 departamentos, unas abiertas y otras cerradas. En las listas abiertas no hay mayor problema con el lugar que ocupen los aspirantes, pues ahí los ciudadanos votan directamente por su candidato.
Es en este escenario en donde se han empezado a mover los que tienen estructura política y no están dispuestos a que los dejen abajo para darles los mejores puestos a los que tienen nombre pero no votos: Valencia Cossio, los delegados del exgobernador Luis Alfredo Ramos (bajo medida de aseguramiento en un proceso por parapolítica) y hasta el senador de La U Juan Carlos Vélez (quien aunque está en La U tiene cercanía con algunos aspirantes al Congreso por el uribismo).
Ellos tres son de Antioquia y allí estarían tratando de acomodar sus fichas en los primeros lugares de las listas, tanto de Senado como de Cámara. Sin embargo, Valencia le dijo a La Silla que "sus intereses son menores" y Vélez afirmó que no ha estado muy cercano a la conformación de las listas.
Uno de los que está en la puja en ese departamento le contó a La Silla, por ejemplo, que en la lista a la Cámara habían bajado de puesto a Andrés Julián Rendón (exsecretario de Gobierno en la gobernación de Luis Alfredo Ramos y muy cercano a su grupo político), quien pasó del tercer puesto al quinto, por sugerencia que hizo Fabio Valencia, quien está interesado en que su hijo sea candidato a la Cámara por Antioquia en el primer o segundo renglón, a Uribe.
Ese primer renglón a la Cámara por Antioquia también lo está pidiendo la gente de Luis Alfredo Ramos para el excongresista Óscar Darío Pérez, que es de ese grupo político.
“Juan Carlos Vélez también ha venido pidiendo buenos lugares y hasta José Obdulio Gaviria tiene candidata a la Cámara: se llama Margarita Restrepo y quiere asegurarle un buen puesto en la lista”, dijo la misma fuente.
Otra fuente cercana a Uribe, que también pidió que se omitiera su nombre, nos dijo que Valencia Cossio y la exministra María del Rosario Guerra habían influido para bajar de puesto en la lista al Senado a Paola Holguín (uribista sin votos) para subir a Ernesto Macías, asesor de comunicaciones de Uribe. “Macías no tiene votos pero es consentido de María del Rosario, quien también es candidata al Senado”, detalló la fuente.
Al columnista de opinión antioqueño y director de la Revista Posición, Federico Hoyos, lo habrían bajado de puesto tanto que habría preferido declinar su aspiración a la Cámara. También ha habido descontento por parte de algunos militares como el general (r) Carlos Lemus, quien exige una mejor ubicación, como se lo confirmó a La Silla Fabio Valencia.
“El tema de fondo aquí es que, sobre todo en las regiones, los que tienen votos quieren desplazar a los que no tienen votos”, resumió un asesor uribista.
Unos y otros tienen acceso a Uribe, quien tiene la última palabra en el tema de las listas, y por esa vìa tratan de moverse.
Los que más posibilidad de influencia tienen son los miembros del comité político asesor del Centro Democrático: los ex ministros de Uribe Fabio Valencia, María del Rosario Guerra y Fernando Londoño Hoyos; el expresidente de la ANDI y asesor de Uribe Fabio Echeverri Correa; y el exviceministro de Defensa y presidente del Centro Democrático Alejandro Arbeláez, entre otros. Además de los precandidatos presidenciales.
Ese comité le ayudó a Uribe a depurar las casi 700 aspiraciones al Congreso que le llegaron al Centro Democrático y que fueron recogidas a lo largo de los talleres democráticos del expresidente por todo el país.
Al final, esos asesores entregaron una lista al Senado de unos 35 aspirantes, pero los puestos de cada candidato se han ido moviendo, al igual que los puestos en las listas a Cámara, al punto en que hoy una lista puede ser cambiada hasta tres veces al día.
Los cambios no se dan únicamente por los intereses de los candidatos sino que obedecen a las directrices que dio Uribe para conformar las listas: los aspirantes deben ser leales a la doctrina uribista (firmaron un formulario comprometiéndose a seguir las ideas de Uribe); debe haber representación de las regiones y de distintos sectores; renovación; y muchas mujeres (los primeros cinco lugares en la lista al Senado después de Uribe deben ser mujeres, por ejemplo).
Debido a estas directrices pudo ser también la bajada de los 10 primeros puestos a Senado de Alfredo Ramos Maya, el hijo de Luis Alfredo Ramos, pues arriba ya estaban varios antioqueños comenzando por el mismo Uribe.
Esas directrices de Uribe también han generado líos a la hora de conformar las listas porque por ejemplo en Antioquia hay bastantes aspirantes al Senado que son mujeres, pero como tiene que haber representación de todas las regiones no todas esas candidatas pueden estar en los primeros lugares de la lista. Por ejemplo, una de las disputas es entre Paola Holguín y la exdirectora de El Colombiano Ana Mercedes Gómez. Ambas son leales a Uribe y ambas son paisas, por lo que hay resistencia para que ambas estén entre los primeros puestos.
Por los intereses de los que tienen votos y por las mismas directrices del expresidente el pulso no estará fácil de dirimir con 700 aspiraciones, 29 listas y poco tiempo para hacerlo. Sólo en Antioquia hay 30 candidatos a la Cámara y apenas 17 cupos.
En cualquier caso, en el Centro Democrático saben que quien al final va a poner los votos será Uribe, y que en esa medida no hará tanta diferencia si los que están en la lista tienen estructura política o no. “Yo advertí desde el primer momento esta situación y por eso sugerí una lista de gente nueva más que gente con votos, pero no me hicieron mucho caso y terminaron modificando la postura y ahora quieren repartirse los lugares en las listas como si fuera una feria”, dijo un precandidato presidencial.
Mientras que otro político uribista nos dijo: “Yo antes no estaba muy de acuerdo con la lista cerrada porque pensé que lo mejor era que cada quien se la jugara con sus votos, pero luego caí en la cuenta de que el que pone los votos es Uribe y por eso debería primar la lealtad”.