La obra en la que se invirtieron 27 mil millones de pesos está parada desde hace un año cuando se desplomó una gradería que mató a cuatro obreros.
Las siete conclusiones del informe sobre el estadio de Neiva
El alcalde Rodrigo Lara Sánchez prometió en su plan de desarrollo terminar la obra en su primera fase y gestionar la plata para financiar la segunda.
La Alcaldía de Neiva publicó hace unos días un informe técnico sobre el estado de la remodelación de la tribuna occidental del estadio de fútbol ‘Guillermo Plazas Alcid’, famoso porque hace un año una de sus graderías se cayó causándole la muerte a cuatro obreros, lo que dejó por el piso la imagen del exalcalde Pedro Hernán Suárez, que fue quien adjudicó ese contrato.
En diciembre de 2014, en una licitación de un solo proponente, Suárez le adjudicó la obra al ‘Consorcio Estadio 2014’ (integrado por Jarlinson Hurtado Salas, L.A., Constructores SAS y ML Ingenieros Constructores SAS) para remodelar el estadio de fútbol y evitar que la Dimayor lo cerrara por no cumplir unas normas de seguridad. Se invirtieron inicialmente 19 mil millones de pesos.
La obra está parada desde el accidente y para intentar resolver el problema el alcalde actual, Rodrigo Lara, contrató a la firma Ingeniería Sísmica y Estructural S.A.S para determinar las causas del accidente y lo que tiene que hacer.
Estas son las principales conclusiones del informe.
Lo que se construyó no se puede usar
El Contratista Consorcio Estadio 2014 empezó a construir en 2015 las obras de reforzamiento que eran remodelar la vieja tribuna, construir cuatro niveles más, hacer cuatro camerinos y remodelar la cancha. También debía encargarse de construir las escaleras para que la gente evacúe en caso de emergencia.
De eso, el informe concluye que ni la tribuna ni los camerinos se pueden usar porque las vigas y columnas que les sirven de base no son antisísmicas y están hechas con materiales de baja calidad.
Y sobre las escaleras dice que están mal hechas y representan un riesgo para las personas en el caso de una evacuación.
Conclusión: toca intervenir otra vez todas esas obras.
Los obreros murieron por negligencia del contratista
El informe concluye que el desplome de la gradería que causó la muerte de cuatro obreros y dejó heridos a diez más el 19 de agosto de 2016 se podía evitar.
“El colapso está fundamentado en una ausencia de cuidado y en una actuación negligente de los responsables del proceso de encofrado y conformación de la obra falsa de soporte de la tribuna que se encontraba en construcción”, señala el informe.
Dice que hubo fallas en la manera como se fundió la estructura porque la parte que servía de base era una cabina de radio.
También dice que en el momento del accidente los obreros no tenían los elementos de protección que les ayudaran en el caso de una caída.
Los encargados de altura y seguridad no sabían del tema
Para hacer trabajos de altura como el que se hacía al momento del desplome, el contratista debía tener en su equipo gente con experiencia acreditada y avalada.
Pero el informe dice que los encargados de seguridad y salud tenían formación en otras áreas.
“Se concluye que dicho personal tenía formación académica de base enfocada a otras áreas del conocimiento como Técnico en la Industria Petrolera, Auxiliar de enfermería Técnico en urgencias médicas, Instructor II primeros auxilios, III semestres licenciatura en ciencias naturales”, dice el informe.
Los encargados de seguridad y salud son claves en este tipo de obras porque la fundición de placas no es una actividad rutinaria y necesita de unas condiciones especiales de protección.
Por ejemplo está el caso de Carlos Oviedo, que era coordinador de alturas, cuando en realidad es un técnico en pozos de petróleo y tiene un diplomado en gestión ambiental. Aunque sí tiene un curso en alturas, otro en gestión de calidad y otro en salud ocupacional, todos suman 40 horas, tiempo que, según dice el informe “no fue suficiente para controlar las actividades realizadas en el sitio del siniestro”
Se pagaron obras que no estaban hechas
El contratista con el visto bueno del interventor cobró 2.453 millones de pesos por obras que no había terminado.
Acá el informe detalla que contrario a lo que dice la Interventoría hay obras como las escaleras, los ladrillos y el concreto a la vista que son ‘No conformes’. Es decir que no se pueden recibir y que como el contratista ya los cobró debe devolver esa plata.
Lo que sirve se puede dañar
Como las obras están paradas desde hace casi un año, el informe sugiere meterles pronto la mano para evitar que lo que sí puede servir como la estructura metálica del techo de la tribuna y las obras eléctricas se deterioren.
También se debe intervenir en el menor tiempo posible la parte afectada por el desplome porque las columnas y vigas que están alrededor están sobreesforzadas o tienen daños irreparables.
Para ponerle el acelerador el informe dice que se debe contratar otros estudios con una consultoría para que identifique, determine y cuantifique los costos que se necesitan para terminar de construir un estadio con las mínimas condiciones y no perder lo invertido hasta ahora.
El futuro del estadio sigue en veremos
Ni con las obras inicialmente contratadas en la administración de Pedro Suárez (2014), ni con la adición al contrato hecha por la administración de Rodrigo Lara Sánchez (2016), se cumple con el objetivo principal del proyecto que es el reforzamiento de la tribuna occidental.
Para que la tribuna quede funcional se necesita más plata para corregir lo que quedó mal y para hacer lo que quedó pendiente.
Como ya se pagó el 93 por ciento del actual contrato (el valor total es de 27 mil millones) ahora corresponde al Municipio mirar de dónde va a echar mano para financiar lo que falta.
Una parte de la plata (20 por ciento del contrato, unos cinco mil millones de pesos) podría salir de las pólizas pero eso depende de que la Alcaldía logre comprobar que el contratista incumplió.
Si no es por ahí desde la Alcaldía se contempla buscar la plata por regalías o con gestión ante el Gobierno Nacional, pero eso lleva tiempo. En todo caso, un asesor de la Alcaldía nos dijo que Lara les pidió que solucionaran el tema en menos de un mes.
Suárez tiene que responder, pero Lara también
El informe ratifica lo que ya había la dicho Contraloría en febrero: que los recursos invertidos en este contrato materializan un enorme daño al patrimonio público.
Por eso tanto a Suárez como a Lara les conviene que el tema estadio se resuelva y tenga un final.
Al primero porque como fue el que adjudicó tiene que responder por la idoneidad del contratista, del interventor y la supervisión. Suárez ha estado en la picota pública desde el desplome.
Una vez conoció los pormenores del informe, el exalcalde dio una entrevista a Caracol Radio en la que señaló que lo que le falta al proyecto es un ‘poco de amor’. Según él, la obra sí cumple con las normas y la plata no se perdió porque no hay que tumbar el estadio sino reforzarlo. Y menciona que los diseños estructurales fueron avalados en este informe.
Por su parte, Lara necesita pasar la página para poder concentrarse en su programa de gobierno. Lo del ‘Plazas Alcid’ no es solo desgaste político, sino una obligación en su plan de desarrollo porque prometió hacer lo necesario para entregar la primera fase del estadio y gestionar la plata para la segunda.