El exsenador Luis Alberto 'el Tuerto' Gil sigue tan vivo en la política como cuando vivió su auge hace unos 15 años, antes de ser condenado por parapolítica.
Además de tener el poder en el partido Opción Ciudadana, con la misma red de socios que tuvo en la liquidada Solsalud, Gil maneja los hilos del poder en un medio de comunicación, tiene su propia cooperativa, ha recibido millonarios contratos para programas de nuevas tecnologías y sigue teniendo intereses en el sector de la salud.
La Silla investigó.
Los intereses de Gil en la salud fueron muy sonados y aunque con la liquidación de la EPS Solsalud muchos pensaron que habían desaparecido, pues esa entidad era su bastión en ese sector, La Silla encontró que sigue jugando a través de una red de empresas de las que son socios o directivos personas allegadas a él.
Desde 1992 Gil inició un emporio en el sector de la salud con la Fundación Integral para la Salud y la Educación Comunitaria del Magisterio, Finsema, (prestadora de servicios de salud para el magisterio), que en el 95 amplió con la creación de Solsalud, EPS que tras 18 años de vida logró 1,2 millonea de afiliados, y que terminó liquidada por manejos irregulares.
En medio de su proceso de liquidación además se descubrió que Solsalud, al igual que su dueño, el ‘Tuerto’ Gil, se alió con paramilitares para crecer en el Magdalena Medio y obligar a sus pobladores a afiliarse a esa EPS.
A pesar del escándalo, ese no fue el ocaso de los intereses de Gil sobre el sector de la salud, pues a la sombra del crecimiento de Solsalud y de las empresas pequeñas que fueron accionistas de esa EPS, Finsema (que además era la accionista mayor de Solsalud), también se fue expandiendo.
Aunque Finsema ya no cumple con su objeto inicial -prestarles servicios de salud a los maestros- porque perdió la licitación en 2008 para hacerlo, tiene concesionado el manejo de unidades de cuidados intensivos de diferentes hospitales en el país. En los últimos 10 años ha facturado $45.700 millones por ese negocio, que está siendo investigado por la Contraloría de Cundinamarca.
Hace tres semanas, la Unidad Investigativa de El Tiempo reveló un contrato entre el Hospital La Samaritana de Bogotá y Finsema que tiene privatizado el uso de una de las UCI más modernas del país.
Auser, otra de las empresas vinculada al grupo de Solsalud - manejaba toda la parte jurídica- también sigue viva. A la junta directiva de esa empresa pertenecen Margy Carolina Bueno, actual diputada de Santander de Opción Ciudadana; Fabián Méndez, esposo de la diputada y uno de los ahijados políticos de Gil; Jorge Gil Castillo, hermano del político; y Arturo Zambrano, actual concejal de Bucaramanga por el Centro Democrático y sobrino del exdirectivo nacional de Opción Ciudadana, Rodrigo Zambrano Pinto, quien también es socio de empresas que fueron accionistas de Solsalud, así como de firmas de nuevas tecnologías relacionadas con Gil (ver Las Tic).
Otra de las empresas relacionadas con Gil es Electrohospitalarios, que ha sido contratista en los últimos años en Bucaramanga y Girón. En ella son socios Rodrigo Zambrano Pinto; Gilberto Ramírez Castro, hermano de Pablo Ramírez Castro, quien fue cuota de Gil en la Secretaría de Educación de Santander en la administración de Richard Aguilar y estuvo en Medinser -otra empresa que fue socia de Solsalud-; y Ana Milena Reyes Vega, sobrina de la senadora Doris Vega, esposa del ‘Tuerto’ Gil.
Por último, personas allegadas a Gil también pertenecen a la Clínica Metropolitana de Bucaramanga (también fue socia de Solsalud). En la junta de socios de la la Clínica Metropolitana están Cecilia Zambrano Pinto, hermana de Rodrigo Zambrano; y Gilberto Ramírez Castro, ambos parte de varias de las empresas que estuvieron vinculadas al desfalco de Solsalud y cuyos familiares son socios políticos de Gil.
Dos empresas de servicios tecnológicos relacionadas con Gil han recibido multimillonarios contratos en instituciones públicas de Santander.
Se trata de Science & Technology Scitech, que provee software, y Mec Ingenieros, que presta servicios de telecomunicaciones. Entre los directivos de ambas aparece Diana Rocío Arrieta Gil, sobrina de Gil y miembro de la dirección nacional de Opción Ciudadana en 2013.
Arrieta Gil es la única dueña de Mec Ingenieros, mientras que en Scitech también lo son su fundador Carlos Alfonso Zafra Gerena, y Zambrano Cabrera y Cia, la empresa de la familia de Rodrigo Zambrano Pinto, un reconocido miembro del partido de Gil, que incluso integró la junta directiva nacional en 2008.
Zambrano Pinto es conocido en Bucaramanga porque en 2003, cuando fue director de Tránsito en la administración de Iván Moreno Rojas (hoy preso por el ‘carrusel de contratación de Bogotá), suscribió irregularmente una controvertida concesión de cepos en la capital de Santander. Por esos hechos la Procuraduría lo inhabilitó en 2007.
Tanto Mec Ingenieros como Scitech prestaron sus servicios a la liquidada Solsalud, respectivamente como call center y software de citas médicas, afiliación y contabilidad, y también tienen entre sus clientes a Finsema y la Clínica Metropolitana, ambos socios de Solsalud.
Entre 2013 y 2014 Mec Ingenieros y Scitech participaron en uniones temporales que se quedaron con cuatro contratos de desarrollo en herramientas Tic de la Gobernación de Santander en cabeza de Richard Aguilar que sumadas representan $15.876 millones.
Además, en los últimos tres años Scitech ha tenido contratos pequeños: uno por $100 millones, para reparar y proveer software con la Lotería de Santander, entidad que es manejada políticamente por Gil. Además, desde 2007 es asidua contratista de la Empresa de Alcantarillado de Santander, Empas. Solo en 2014 se hizo a seis contratos con esa entidad que le representaron casi $465 millones.
En sus páginas web ambas empresas incluyen entre sus clientes a las alcaldías de Bucaramanga y Floridablanca, algunos municipios del Cesar, la Gobernación de Santander, el Hospital Universitario de Santander y otras empresas promotoras de salud.
El poder de Gil también pasaba por las cooperativas de crédito de ahorro. Aunque cuatro fuentes de Opción Ciudadana, que se mueven dentro de los altos mandos de ese partido, le dijeron a La Silla que Gil todavía tiene intereses en varias, solo encontramos relaciones contundentes en una.
Se trata de la Cooperativa de Aporte y Crédito de Servicios, Megacoop, una firma creada en 1.994 como cooperativa de egresados de la Universidad Santo Tomás, que más adelante se expandió.
Aunque no es claro a qué público en particular se dirige esa cooperativa, no tiene página web y sus registros en internet son casi nulos, La Silla encontró que varios de los integrantes de su junta directiva tienen lazos con las empresas que desde los 90 empezaron a crecer de la mano de Gil.
En la junta directiva está Cecilia Zambrano Pinto, hermana de Rodrigo Zambrano Pinto, un viejo conocido de Gil que fue parte de la directiva nacional de Convergencia Ciudadana en 2008 y quien ha figurado en empresas que fueron socias de Solsalud como Atoz SA, y en otras que aún hoy mantienen contratos con el Estado y que son de la línea de Gil (ver Las TIC); Johana Zambrano Avellaneda, sobrina de Rodrigo Zambrano; y Gilberto Ramírez Castro, quien aparece en otra IPS de la que es socio el hermano de Gil (Jorge Gil Castillo) y es hermano de Pablo Ramírez Castro, quien fue cuota de Gil en la Secretaría de Educación de Santander en la administración de Richard Aguilar.
Un político regional que pidió la reserva de su nombre, le dijo a La Silla que en esa cooperativa le prestaron para financiar su campaña política y que hoy tiene un pleito contra Megacoop por el monto del dinero que le desembolsaron.
“Para sacar ese crédito me llevaron a hablar con Gil. Esa plata se fue para comprar votos, y yo no la vi, porque se la dieron a los líderes del partido para repartirla. Ahora me están cobrando esa plata que yo no sé si de verdad la utilizaron o no, y me tienen embargado. Yo estoy en el pleito”, relató el político.
Dos militantes más de Opción Ciudadana le dijeron a La Silla que esa cooperativa se despierta en época de campaña.
“Hay un poconón de candidatos pagando los préstamos. Los afilian a la cooperativa por derecha, una vez toman el dinero”, explicó una de esas fuentes.
En 1998, en pleno auge del emporio de Gil, nació la Corporación Canal de Televisión Local Ciudadana del Área Metropolitana de Bucaramanga, TVC.
Aunque el ‘Tuerto’ Gil no ha figurado formalmente en los papeles de ese medio de comunicación, varias fichas suyas sí. Por ejemplo, el excopresidente nacional de su partido político, Ángel Alirio Moreno, fue su director por varios años.
Actualmente en la junta de TVC está Ana Isabel Maldonado, quien ha pertenecido a las juntas directivas de Medinser y Multiproductos, firmas que estuvieron ligadas al desfalco de Solsalud y fueron socias de esa EPS, y a la de la IPS Salud Social, junta en la que también tiene asiento Jorge Gil Castillo, el hermano del ‘Tuerto’.
Adicionalmente, varios hilos unen a TVC con Gil: ese canal recibió aportes de Solsalud hasta 2008, año en el que la parrilla fue tercerizada a través de un outsourcing; y sus instalaciones están en el mismo edificio de Finsema en Bucaramanga.
“El dueño de este canal es Luis Alberto Gil”, le dijo a La Silla un periodista que actualmente trabaja allí. “Aquí no se puede decir nada malo ni de Doris (la esposa de Gil), ni de nadie que tenga que ver con el partido. Ese es un problema grandísimo para quien lo haga”.
Tres militantes de Opción Ciudadana consultados por aparte corroboraron la versión del periodista.