Aunque la discusión sobre el término de las facultades que se le entregan para contratar a los alcaldes normalmente pasa de agache en todos los gobiernos, ayer se convirtió en el tan esperado primer round entre la administración de Rodolfo Hernández y la coalición de oposición (agrupa 12 de 19 curules) en el Concejo.
Rodolfo Hernández y la oposición se mostraron los dientes en su primer round
La pelea por las facultades para contratar de Rodolfo Hernández sirvió para que tanto su equipo como el Concejo se midieran el aceite mutuamente.
Aunque la discusión sobre las facultades para contratar de los alcaldes normalmente pasa de agache en todos los gobiernos, ayer se convirtió en el tan esperado primer round entre la administración de Rodolfo Hernández y la coalición de oposición (agrupa 12 de 19 curules) en el Concejo.
En una sesión llamada para definir precisamente este tema, los dos bandos se mostraron los dientes, dieron una pincelada de lo que se verá estos cuatro años y dejaron en evidencia que no están dispuestos a dejarse someter.
Y es que aunque la discusión se centró en el tiempo en el que se iban a habilitar las facultades, que fueron pedidas por un año, pero finalmente fueron aprobadas por seis meses, lo cierto es que esa determinación no tiene alcances de fondo en la práctica de la administración municipal.
La razón primordial es que pese a que las facultades quedaron habilitadas solo por seis meses, eso no implica que los contratos que se suscriban también deban tener ese plazo de ejecución, es decir, Hernández podrá suscribir los contratos que considere sin ningún tipo de limitación; la salvedad está en que cuando se le acabe la actual autorización tendrá que bajar un proyecto con las mismas características al Concejo para que se vuelva a aprobar.
Precisamente, casos como el que ayer se vivieron en el Concejo no son únicos en la historia de Bucaramanga. La Silla revisó el pasado reciente de las administraciones de la ciudad y encontró que cuando Honorio Galvis fue alcalde, las facultades también se las entregaron en periodos de tiempo tan reducidos, que incluso- en algunos casos- fueron de solo 90 días.
No obstante, lo que sí mostró el debate, fue que Rodolfo Hernández tiene un equipo que está dispuesto a pelear, y que la coalición de oposición también está dispuesta a hacer valer el control como su principal arma política contra la actual administración.
El primer botón de la muestra se dio hoy. A través de un comunicado Hernández aseguró que impugnará el proyecto por considerar que no se ajustó a la ley, y que estudiará la posibilidad de objetarlo. Esta última decisión, si la llega a tomar, sí le traería problemas porque continuaría sin facultades y la administración seguiría paralizada porque no tiene el personal suficiente para funcionar en condiciones normales.
En la otra esquina, la oposición se mantuvo en que tiene todo el derecho de limitar las facultades y de hecho reconoció que la decisión tuvo un móvil político.
“Nosotros le entregábamos facultades por un año a Luis Francisco Bohórquez porque éramos de la cuerda de él y el programa era liberal. De este alcalde no sabemos nada, no nos genera confianza aún y no votamos por él, somos la oposición y se tiene que someter al control político”, aseguró Uriel Ortiz, uno de los líderes de la bancada liberal (10 curules) en el Concejo.
La otra carta que se destapó en la sesión, estuvo por cuenta de los siete que no están en la oposición, pero tampoco en la coalición de Hernández (por lo menos de manera formal), quienes se dieron la pela junto al equipo del Alcalde y hasta en medios salieron a hacerle contrapeso a la decisión mayoritaria.
Así las cosas, el resultado del primer round no fue ni bueno ni malo para ninguna de las dos partes, porque en todo caso la administración de Hernández podrá contratar y lo único que le tocará hacer es volver a presentar el proyecto que le renueve las facultades antes de que se le venzan los seis meses.
En la esquina de la oposición tampoco hay mal balance. Por un lado lograron sacar el proyecto bajo las condiciones que querían, y por otro le mostraron al Alcalde que sí tienen la capacidad de influir.
El segundo round estará en el trámite del Plan de Desarrollo.