Desde hace varios días en el Partido Liberal vienen hablando de diferencias programáticas con el Gobierno en temas como la reforma tributaria y el TLC con Corea. Y aunque sí existen esos disensos de tipo ideológico, además hay un descontento en algunos senadores que incluye el asunto de los puestos y se desató luego de un encuentro con el liberal ministro de Justicia Yesid Reyes. Es la misma molestia burocrática que, como ha contado La Silla, se vive en el Partido de La U y que ahora llega a otra colectividad de la coalición santista.
Yesid sube la tensión roja con el Gobierno
Desde hace varios días en el Partido Liberal vienen hablando de diferencias programáticas con el Gobierno en temas como la reforma tributaria y el TLC con Corea. Y aunque sí existen esos disensos de tipo ideológico, además hay un descontento en algunos senadores que incluye el asunto de los puestos y se desató luego de un encuentro con el liberal ministro de Justicia Yesid Reyes. Es la misma molestia burocrática que, como ha contado La Silla, se vive en el Partido de La U y que ahora llega a otra colectividad de la coalición santista.
Dos fuentes que estuvieron presentes le contaron por aparte a La Silla que hace poco más de ocho días hubo una comida en casa del ministro del Interior Juan Fernando Cristo, a quien acompañaron varios senadores liberales, el Ministro Reyes y el súper ministro de la Presidencia Néstor Humberto Martínez.
Durante el encuentro varias voces le comentaron al Ministro Reyes, que se supone representa al Partido Liberal en el gabinete, que había expectativa en la colectividad por presentarle unos nombres para unos cargos en ese Ministerio.
Reyes, coinciden los dos consultados, respondió sin rodeos que no: “¡En la cara de Néstor Humberto y Cristo dijo que no!, que él no tenía ese grado de compromiso (con el Partido)”, nos dijo una de las fuentes. “Dejó claro que ahí (en el MinJusticia) no había posibilidad de nada, a todos se les querían salir los ojos”, añadió la otra fuente.
En la coyuntura de esa molestia, durante una reunión de bancada hace varios días, el senador y codirector liberal Horacio Serpa puso a consideración de sus colegas senadores su renuncia a la vocería roja, según le dijo a La Silla un Senador "porque siente que no les está cumpliendo al partido".
“Serpa se siente incómodo, golpeado, los ministros en su cara le niegan participación para el partido. Le hablan de Presidencia sólo cuando necesitan ayuda y el liderazgo en los medios lo está teniendo es Viviane (Morales, senadora liberal)”, le dijo a La Silla ese congresista.
En medio de risas, Serpa le explicó a La Silla: “Estábamos en discusiones generales, y yo les dije que como tengo un criterio diferente lo mejor es que no siga siendo el vocero. Pero eso fue en camaradería”. Y también respondió que no siente que Viviane le esté corriendo la butaca en medios: “La doctora Viviane interpreta bien los criterios de la socialdemocracia y plantea sus observaciones, le tengo cariño y respeto”.
Pero como sea, su amenaza de renunciar evidencia los niveles de la tensión roja que, según otro legislador liberal consultado, explotó con la escena del Ministro Reyes negando los puestos. A partir de ahí comenzaron las inusuales declaraciones liberales de los recientes días: por ejemplo, las reuniones que anunciaron para analizar temas como la reforma tributaria y el TLC con Corea (que defiende el Gobierno), y una petición pública de audiencia con el presidente Juan Manuel Santos para hablar de esas iniciativas porque van a ejercer su derecho al disenso.
Un congresista de La U que es bastante cercano al Gobierno nos contó que esa reunión de los liberales con Santos es, básicamente, para manifestarle personalmente el descontento y que el presidente del Congreso, José David Name, también de La U, está en gestiones como conciliador.
En la lista de quejas hay puntos más allá de lo de Reyes. Aunque advirtieron que no habrá rompimiento con el Gobierno y mucho menos dejarán de apoyar el proceso de paz, tres congresistas rojos y dos personas que trabajan en el Partido Liberal, todos por separado, le confirmaron a La Silla que efectivamente parte de la molestia es por los puestos. O lo que algunos llaman “la representación”.
“A varios congresistas les ha tocado apagar los celulares en las regiones, porque los líderes que pusieron para ayudar en la reelección están pidiendo ayudas y no hay cómo responderles”, dijo una persona que tiene un buen cargo en el Partido.
“El Gobierno ofreció cosas que no ha cumplido y los cargos no están llegando a las bases”, agregó un representante liberal.
“Mientras los conservadores tienen la chequera (Ministerio de Hacienda), la U la política social (el Ministerio de Educación, entre otros) y Cambio Radical las obras (con el vicepresidente Germán Vargas Lleras), a nosotros nos dan ministros que no nos representan y Planeación para proyectar lo que otros ejecutan”, se quejó por su lado un Senador del liberalismo.
Con Vargas Lleras la molestia es aún mayor porque con una bancada de apenas nueve senadores tiene varios ministros que trabajan como subalternos suyos.
Se supone, según lo que anunció el mismo Santos el día que reveló el gabinete de su segundo tiempo, que en el alto Gobierno los liberales quedaron bien representados con los ministros de Salud (Alejandro Gaviria), Justicia (Yesid Reyes), Interior (Juan Fernando Cristo), TIC (Diego Molano) y Relaciones Exteriores (Ángela María Holguín), y por el director de Planeación Simón Gaviria. Pero las personas que consultamos nos dicen que hay descontento con casi todos, menos con Simón y Cristo. En términos de “representación”.
“Lo que he escuchado es que varios (de esos ministros) no atienden y quieren nombrar gente de las mismas dos universidades, rodearse de gente de ellos, y dime tu ¿cómo se nutre un político si no es ayudando a su gente con puestos?”, nos contó el asesor de otro senador liberal.
A principios de la semana pasada había expectativa con el papel que fueran a jugar los liberales frente a la reforma tributaria, uno de los proyectos más importantes para el Gobierno, pero éste ya fue aprobado en el Senado y de todas maneras las sesiones ordinarias van hasta mañana martes.
Así que habrá que ver ahora cómo se evidencia la tensión roja con Santos II, que de todas maneras también sí tiene que ver también con asuntos programáticos.
El Senador Serpa reconoció a La Silla que aunque en su partido sí “hay inquietudes a nivel territorial” con el tema de la representación, los votos en el legislativo al Gobierno no tienen que ver con eso y tampoco la relación con Santos II.
Advirtió, eso sí, que es posible que los liberales y el Gobierno “no coincidamos en todo” y que precisamente por eso la semana pasada la bancada de Senado se reunió con varios ministros para plantear esas diferencias. “Aunque el criterio de apoyo al Gobierno y a la paz es unánime, creemos por ejemplo que la gravación de los dividendos en la reforma tributaria es importante. Y tampoco nos gustó el proyecto de reelección de alcaldes”, agregó.
Esas diferencias de tipo más ideológico también han sido planteadas por otros senadores como Viviane Morales y Luis Fernando Velasco. “El partido tiene que construir su propia suerte teniendo el carácter de pedir rectificar al Gobierno en lo que toque. Y dejar de pensar en puesticos, que lo ministros sigan nombrando a sus amigos íntimos, pero que recuerden que los amigos íntimos también meten en problemas”, en clara alusión al episodio con el MinJusticia.
En un legislativo a punto de entrar en receso hasta marzo, todavía falta para ver si esta situación tendrá consecuencias para Santos II en sus votaciones clave que vengan en el Congreso o para armar las coaliciones de los comicios de octubre.
Por ahora una cosa es clara: la molestia con Santos II en su Unidad Nacional ya no es sólo del Partido de La U.