Los contratistas de Lucho que se convirtieron en sus vigilantes

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Juan Carlos Ciliberti, jurídico de la Contraloría de Bucaramanga, Rolando Noriega, contralor (e) de Bucaramanga y Diego Martínez, funcionario de la Contraloría de Bucaramanga.

Luego de que la Contraloría de Bucaramanga  hubiera dado  a conocer en noviembre del año pasado que el déficit de  tesorería de la Alcaldía llegaría a los $200 mil millones al finalizar la administración de Lucho Bohórquez, en una movida inusual el nuevo encargado del ente de control, Héctor Rolando Noriega Leal, salió en defensa del exalcalde.

Luego de que la Contraloría de Bucaramanga  hubiera dado  a conocer en noviembre del año pasado que el déficit de  tesorería de la Alcaldía llegaría a los $200 mil millones al finalizar la administración de Lucho Bohórquez, en una movida inusual el nuevo encargado del ente de control, Héctor Rolando Noriega Leal, salió en defensa del exalcalde.

Noriega Leal, quien no solo fue asesor jurídico en contratación de la administración de su ahora defendido, sino que además es amigo personal del sobrino del exalcalde, Cristian Bautista Bohórquez, presentó un informe para contrarrestar las denuncias de la nueva administración relacionadas con que el hueco fiscal de la Alcaldía es de $600 mil millones.

En los documentos que hizo públicos, el otrora contratista de Lucho dijo que el hueco fiscal real era de $370 mil millones ($153 mil de déficit de tesorería y $217 mil de deuda pública), indicó que las finanzas del municipio estaban sanas y señaló al equipo del nuevo alcalde, Rodolfo Hernández, de generar pánico sobre el verdadero estado contable de la ciudad.

No obstante, la inesperada defensa de la Contraloría  a la administración de Bohórquez dejó más dudas que respuestas.

Tres expertos en finanzas le dijeron a La Silla que las cifras que presentó el contralor encargado son “parcialmente ciertas”  porque no contemplaron todos los ítems dentro del balance.

Y es que lo que no contó Noriega es que existen varias decenas de miles de millones en reservas presupuestales, que no son otra cosa que cuentas por pagar que dejó la administración de Lucho Bohórquez y que deberán ser asumidas por el Municipio.

Noriega Leal también omitió mencionar que de las fuentes de financiación que, según el informe,  tendría la Alcaldía para tapar el hueco financiero, dos (que suman $129 mil millones) hacen referencia a créditos, lo que equivaldría a endeudarse para pagar otra deuda, y que una (por $71 mil millones), está relacionada con el cobro a los morosos, que es plata de difícil recaudo.

Es decir, que del balance que hizo Noriega y que concluyó que la Alcaldía tenía $205 mil millones para pagar la deuda de tesorería ($153 mil millones), solo están disponibles $5 mil millones, los restantes o no existen en las arcas del municipio físicamente (para el caso de la cartera), o solo solucionarían el pago inmediato y además ahondarían el hueco debido a que generarían intereses (para el caso de los créditos). 

Las declaraciones de Noriega Leal fueron respaldadas por Diego Martínez Melo, quien llegó a la Contraloría de Bucaramanga tras haberle hecho campaña a Lucho Bohórquez en 2011 y haber sido asesor de su despacho buena parte del cuatrienio pasado.

La Silla encontró varias fotografías que unen a los nuevos vigilantes de Lucho a su administración. 

 
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