El director de la Policía desde el 22 de diciembre de 2020 es un hombre que viene del corazón de la institución: es hijo y yerno de generales. Su principal fortaleza es la inteligencia, pero también es especialista en investigación criminal y seguridad ciudadana.
Nació en Bucaramanga el 17 de abril de 1967 y es hijo del general de la Policía José Luis Vargas Villegas, quien fue comandante en varios departamentos y en Bogotá, y director operativo.
Su esposa es la abogada especialista en derecho ambiental, Claudia Cristina Serrano Evers, quien al momento de su posesión como director es Jefe de la Unidad de Investigaciones Especiales contra la Corrupción de la Contraloría, cargo en el que estaba con Sandra Morelli, luego con Edgardo Maya y en el que la ratificó el contralor Felipe Córdoba.
Ella es hija del general Rosso José Serrano, quien fue director de la institución de 1994 al 2000, en las presidencia de Ernesto Samper y Andrés Pastrana, y embajador en Austria de 2002 a 2010, de Álvaro Uribe Vélez.
En 1985, a los 18 años, Vargas ingresó a la Escuela de Cadetes ‘General Francisco de Paula Santander’, para seguir la carrera policía de su padre. De allí se graduó, dos años después, como administrador de empresas y administrador policial. También es especialista en Resolución de Conflictos y Seguridad Integral y magíster en Seguridad Pública.
Trabajó inicialmente en la Policía Metropolitana de Bogotá, en la Dirección General y la Escuela de Cadetes de Policía, y comandó por ejemplo la Policía del aeropuerto El Dorado, pero sobre todo en temas de inteligencia, en los que empezó a trabajar apenas se graduó de la Escuela e inició su carrera de oficial.
Lo hizo en la sección de inteligencia de la Dirección de Investigación Criminal e Interpol (Dijin), en operativos contra guerrillas y carteles narcotraficantes a fines de los años 80 a inicios de los 90.
Pero sus cargos de mayor relevancia antes de llegar a la Dirección fueron tres.
El primero fue Director de Inteligencia Policial (Dipol) de 2008 a 2016.
Bajo su dirección, la Dipol participó en golpes importantes a las Farc, como las muertes de Raúl Reyes, Alfonso Cano y el Mono Jojoy, y Vargas adquirió una amplia experiencia en inteligencia frente a grupos armados.
Su principal papel fue coordinar a un reducido equipo encargado de la fase previa, en la que ubicaron a Reyes y Jojoy y recogieron información detallada de cómo se movían, cuáles eran sus contactos y demás datos para poder planear los operativos, a través de interceptaciones y también de infiltrados e informantes.
También hizo parte de la coordinación de los operativos, pues si bien la Dipol no los ejecutaba, debía estar presente para aportar información a la hora de tomar decisiones concretas en terreno.
En la Dipol trabajó de la mano del entonces director de la Policía, Oscar Naranjo, de quien ya era cercano desde inicios de su carrera y quien había tenido ese mismo cargo.
Por eso, en la Policía lo identifican como parte de la línea de Naranjo, quien a su vez también es cercano al general Serrano, quien como director de la Policía lideró las operaciones contra los carteles de Cali y Medellín junto a Naranjo, cuando éste era Director de Inteligencia.
En 2016, Vargas pasó a dirigir la Dijin, que es la dirección encargada de la policía judicial de la Policía. Así, trabajó en llave con el CTI de la Fiscalía del exfiscal Néstor Humberto Martínez.
El cargo más reciente fue el de Director de Seguridad Ciudadana al que llegó en 2019 hasta finales de 2020 cuando pasó a la Dirección de la Policía. En este cargo manejó estrategias para prevenir delitos y atender a los ciudadanos, y a estar más cerca de las direcciones de Policía de los departamentos y ciudades.
En esos cargos ha cultivado buenas relaciones con la inteligencia internacional, especialmente el FBI, los británicos y los israelíes.
También tiene buenas relaciones con el Ejército, especialmente con su comandante, el general Eduardo Enrique Zapateiro con quien ha trabajado en distintas operaciones, una de ellas, en la que murió Raúl Reyes, de las Farc.