Los que buscan reelegirse en cuerpo ajeno en Bogotá

Silla Cachaca

Julio César Acosta, Hosman Martínez, Jorge Lozada, Severo Correa y Darío Fernando Cepeda.

Hay al menos cinco casos de concejales que pondrán sus votos a herederos con el fin de mantener sus curules. Tres saltan de partido.

 

De los 45 concejales de Bogotá, 13 no aspirarán a la reelección este año. Sin embargo, de estos últimos, al menos cuatro buscarán que los votos que los eligieron en 2015 queden ahora en manos de un heredero.

Y una más, la liberal Luz Marina Gordillo, busca la reelegirse por segunda vez con los votos de su esposo. (En los liberales también exploramos el caso de Germán García Maya, que en 2015 se hizo elegir con los votos de su papá, el exconcejal Germán García Zacipa, pero el hijo ha logrado construir una estructura propia).

La Silla Cachaca presenta así los casos de quienes buscan reelegirse, algunos hasta por segunda vez, en cuerpo ajeno, lo que implica que la renovación en el Concejo sea aún menor.

Haciendo reportería para esta historia nos hablaron de otros casos que, después de investigar, no pudimos comprobar, pero sobre los que seguiremos indagando para actualizarla en caso de que sea necesario.

La esposa de Julio César Acosta

Julio César Acosta se retira después de tres periodos como concejal, pero está trabajando para asegurarle su curul a su esposa, Carolina Arbeláez Giraldo.

A finales del año pasado en el mundo político de Bogotá se especuló que lanzaría a su hermano Camilo, después de hacerlo sin éxito en las legislativas de 2018, cuando éste sacó 26.300 votos en una campaña en la que Julio César le movió su estructura.

Al final, Camilo se fue a buscar la Gobernación de Arauca (de donde son oriundos y donde han tenido una casa política fuerte gracias a su padre, el exgobernador Julio Acosta, investigado por homicidio), una apuesta que tampoco prosperó.

Julio César, por su parte, lanzó entonces a su esposa, una abogada de la Sergio Arboleda que trabajó en la gerencia de Servicios Postales de Colombia desde el 2013, fue asesora de la Comisión Primera de la Cámara en el 2012 y ahora incursiona en la política electoral para recoger los 21.800 votos que su esposo sacó hace cuatro años.

El eterno amigo de Hosman Martínez

Hosman Martínez es el único de los seis concejales de la Alianza Verde que no buscará la reelección. Ni siquiera pidió el aval porque era obvio que se lo iban a negar después de que la mamá de su hijo lo denunció por maltrato, de que La Silla Cachaca reveló que en las legislativas le estaba haciendo campaña al candidato uribista Gabriel Santos, y de que se viera envuelto en escándalos por pedirles plata a sus seguidores para fiesta y porque al parecer ofreció puestos a cambio de votar a favor de la venta de la ETB.

Ahora trabaja para que salga elegido su padrino político, el exsenador del PIN Samuel Arrieta, que va por Cambio Radical y viene de ser asesor del alcalde Enrique Peñalosa.

Arrieta ya fue concejal tres veces: una por el Partido Liberal (1998 – 2000), y las otras dos, hasta 2006, por Convergencia Ciudadana, partido al que se había afiliado en 2002 y del que terminó siendo presidente. De ahí saltó al Senado en 2006 por ese partido y en 2010 intentó reelegirse por el PIN, pero se quemó; sin embargo, se posesionó en 2012 como reemplazo de un elegido que salió inhabilitado.

Durante esos años, Arrieta siempre fue referenciado como el político que manejaba los hilos de la burocracia en la Universidad Distrital, hasta hace un tiempo de la mano de Martínez, su ahijado político. Ambos son egresados y fueron líderes estudiantiles allá.

Ambos están juntos ahora en campaña, como lo muestran las redes sociales de los dos.

Aunque Martínez siempre ha sido considerado un segundo de Arrieta, ha logrado construir una estructura propia (la alcaldesa local de Fontibón, Johanna Bocanegra, por ejemplo, es cuota suya), y por eso el regreso de Arrieta también puede ser visto como un reencauche del actual concejal verde, que en 2015 sacó 15.200 votos.

El sobrino de Jorge Lozada

El concejal Jorge Lozada, conocido también como “El concejal de los viejitos” y que milita en Cambio Radical, no aspira a la reelección después de cuatro periodos y está moviendo su estructura de votos de personas de la tercera edad para su sobrino, Giovanny Caicedo, que aspira por el movimiento Bogotá para la gente, del candidato a la Alcaldía Carlos Fernando Galán.

Caicedo, un comunicador social con maestría en relaciones internacionales, ya tiene en todo caso un mínimo de experiencia política porque se lanzó en 2014 a la Cámara por Bogotá avalado por La U como fórmula de Yohana Jiménez, hija de la fallecida exconcejal y exsenadora Gilma Jiménez, con la que también trabajó. En ese entonces sólo sacó 2.900 votos.

En la Alcaldía de Enrique Peñalosa, de cuya coalición en el Concejo hace parte su tío, fue asesor de la Secretaría de Integración Social en la Subdirección de Vejez, donde tenía contacto con los ancianos atendidos por el Distrito, nicho electoral de Lozada y con los que viene haciendo campaña.

El otro hijo de Severo Correa

Severo Correa fue uno de los cacaos del Concejo al ocupar su curul por 25 años hasta 2015, cuando decidió no aspirar a la reelección pero mantener su puesto por medio de su hijo Ricardo, que fue elegido ese año por La U con 16.400 votos.

Ahora el candidato será su hijo Carlos, pero por el Partido Conservador, que es el partido de origen de su papá y al que éste regresó a finales del año pasado, en una movida sagaz teniendo en cuenta el declive de La U, que podría seguir perdiendo concejales este año.

Carlos Correa viene de ser representante a la Cámara de La U, también gracias a los votos de su padre, que es el que construyó el capital político y la maquinaria que hoy vuelve a poner a su servicio.

Severo Correa ha sido mencionado varias veces en procesos relacionados con el “Cartel de la contratación” durante la Alcaldía de Samuel Moreno, pero hasta ahora no hay acciones penales en su contra.

La esposa de Darío Fernando Cepeda

La liberal Luz Marina Gordillo busca su segundo periodo de la mano de su esposo, el tres veces concejal de Cambio Radical Darío Fernando Cepeda, que se retiró en 2015 para cederle los votos a ella y que sigue siendo el principal dueño de esa estructura.

De hecho, la puso a funcionar el año pasado para lanzarse a la Cámara por los liberales, pero se quemó con 15.700 votos.

Gordillo aspira a la reelección después de que en en 2015 fue elegida con 16.700 votos.

Ambos hacen campaña de la mano.

Cepeda fue mencionado dentro de los procesos del  'carrusel de la contratación' que se robó a Bogotá en la Alcaldía de Samuel Moreno (2008-2011), pero no está investigado.

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