Diez conclusiones de la Gallup Poll que explican por qué Duque salió de la luna de hiel en la que terminó el año pasado.
Duque se recupera del golpe del IVA a punta de Venezuela
El viernes se conoció la Gallup Poll, que mide el estado de ánimo de los colombianos cada dos meses desde hace más de 20 años. La encuesta, que recoge la opinión de las cinco ciudades más grandes, ratifica lo que han venido anunciando las demás encuestadoras: que Iván Duque está saliendo de la luna de hiel en la que terminó el año pasado.
(Como explicamos cuando anunciamos la decisión de no usar las encuestas para analizar las elecciones de este año, seguimos cubriendo esta medición porque lleva más de dos décadas usando la misma metodología y no predice quién ganará elecciones, sino muestra el estado de la opinión. Acá puede ver su ficha técnica).
Estas son nuestras principales conclusiones:
El factor Venezuela cambió el panorama
La crisis institucional en Venezuela, la decisión de Duque de desconocer a Nicolás Maudro como presidente y en su lugar hacerlo con Juan Guaidó, a quien además ha dado apoyo logístico y diplomático, y los eventos en la frontera cucuteña del viernes 22 de febrero (el concierto) y el sábado 23 (el fallido intento de ingresar ayuda alimentos e insumos médicos) cambiaron el panorama.
Esto se nota en varias preguntas de la Gallup.
Por ejemplo, el optimismo sobre el futuro de las relaciones entre los dos países se disparó y llegó a los mejores niveles nunca vistos desde el plebiscito de octubre de 2016, mientras la naciente xenofobia se redujo por la oleada de simpatía: el porcentaje de quienes apoyan acoger a los venezolanos llegó a su récord del 60 por ciento, y la opinión de los venezolanos que han llegado para quedarse mejoró, aunque sigue siendo más desfavorable que favorable.
También se ve en que uno de los campos en los que más mejoró la opinión es el de relaciones internacionales, que tiene sus mejores cifras desde la caída entre diciembre de 2016 y enero de 2017, con el primer cierre total de la frontera por Maduro.
Además, mientras éste sigue teniendo la peor imagen de todos los personajes o instituciones por los que pregunta Gallup, la de Guaidó es la mejor, más de 20 puntos por encima de la de Sergio Fajardo, el líder colombiano con mejor imagen entre los que pregunta la encuesta.
Duque se benefició
Ese cambio de agenda, en el que ahora Venezuela es un asuntos prioritario, es el más claro para explicar los 13 puntos de mejora en la aprobación de Duque y la caída en 16 de su desaprobación.
Esas cifras, si bien no lo dejan en el terreno de la imagen positiva, sí dejan atrás la luna de hiel que vivió en diciembre y le dan un respiro, aunque también lo dejan en la posición de depender de factores externos que son los que definirán el futuro de Venezuela.
A ese respiro se suma que el 73 por ciento de los encuestados creen que sus Talleres Construyendo País ayudan a solucionar los problemas locales. Significa que tiene en sus manos una herramienta que puede ser poderosa para lograr y mostrar resultados.
Y también afecta la imagen otras figuras
La mejora en la imagen de Donald Trump, que tiene porcentajes casi idénticos a la de la aprobación de Duque, muestra que Venezuela puede incluso afectar la opinión de personajes que vienen siendo muy impopulares - y se da a pesar de que la mayoría no apoya una intervención militar gringa en Venezuela.
En cambio Gustavo Petro, que estuvo estas semanas a la defensiva -explicando sus críticas al modelo económico de Maduro y su reticencia a decirle dictador-, profundizó la caída en su popularidad que arrancó en octubre. Llegó a la mayor desfavorabilidad y la menor favorabilidad desde que salió de la alcaldía de Bogotá hace tres años.
Curiosamente, ese efecto no se da en la vicepresidente Marta Lucía Ramírez, cuya favorabilidad se reduce a pesar de que ha movido el tema de Venezuela desde hace años. Quizás le afectó su mención de la necesidad de cambiar los electrodomésticos viejos para enfrentar un aumento en el costo de la energía.
Tampoco en el del Canciller, Carlos Holmes Trujillo, que es más conocido pero no logró una opinión más favorable a pesar de su protagonismo en la relación con Maduro.
A Duque también le ayuda que la economía se ha calmado
La percepción de la economía, que estaba muy golpeada en diciembre por la reforma tributaria, se recuperó de la caída, por lo menos parcialmente y a pesar de que el crecimiento económico no ha variado sustancialmente y a que la mayoría de analistas ven a la economía con crecimiento relativamente lento.
En esa misma línea, más gente está satisfecha con las cosas que puede comprar y hacer, con cifras que empatan el récord de agosto de 2015 (Gallup hace esta pregunta desde hace ocho años).
Esa calma también se nota en que mejoró la favorabilidad del Ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, que si bien sigue siendo negativa está mejor que en octubre, cuando no había presentado la reforma tributaria pero todavía cargaba con el peso del debate de control político en su contra.
El ELN también puede explicar la mejora
Además del apoyo por Venezuela, la mayoría de la opinión respalda la decisión de Duque de suspender las negociaciones con el ELN. Aunque ese apoyo es por un margen estrecho, muestra que un 10 por ciento de los encuestados no aprueban su gestión en general pero sí esa decisión en concreto, por lo que ésta la suma a su imagen.
Sin embargo, detrás hay nubarrones. La cantidad de personas que sienten que la situación con la guerrilla está empeorando es la más alta desde junio de 2015, cuando las Farc cometieron una serie de atentados que puso en riesgo el apoyo a la negociación de La Habana.
Además, aunque sigue sin ser el mayor problema, la seguridad pasó de ser el último por mucho, a estar cerca de la economía y la corrupción, lo que muestra que si bien en el corto plazo la decisión de Duque ayuda a su imagen, a mediano plantea el reto de mostrar resultados que mantengan esa fe.
Pero no hay sentimiento anti paz, ni gran movida a la derecha
A pesar de que la reacción contra el ELN parecía mover el péndulo de la opinión hacia la derecha, eso no pasó, según la Gallup.
Por ejemplo, solo un 4 por ciento más están de acuerdo con perder libertades para mejorar la seguridad, y la diferencia con quienes no es del 3 por ciento (dentro del margen de error), lejos de las cifras de la mayoría de los períodos de Álvaro Uribe.
Además, más gente cree que se debe sacrificar justicia para negociar la paz y más creen que se deben legalizar las drogas (aunque siguen siendo de lejos una minoría) o que debe haber matrimonio civil entre parejas homosexuales.
Sin embargo, la implementación del Acuerdo de la Habana se ve enredada: el 69 por ciento cree que va por mal camino y la mayoría siente que la reintegración de los desmovilizados va mal y empeora.
Con todo eso, el pesimismo bajó
La Gallup de diciembre mostraba una opinión perdiendo confianza, que se está recuperando.
No solo porque se invierte la tendencia y hay más gente que cree que las cosas están mejorando y menos que esté empeorando, sino porque en temas muy variados hubo una tendencia similar.
Por ejemplo, la preocupación con el narcotráfico está en su punto más bajo desde mediados de 2016, a pesar de las noticias de regiones como el bajo Cauca o Tumaco (la encuesta no alcanza a capturar el aumento de importancia del debate del glifosato con la audiencia de la Corte Constitucional del jueves) y la opinión sobre inseguridad está mejorando y empata con el mejor momento del todo el segundo cuatrienio Santos.
Algo similar pasa con la salud, la asistencia a niñez y vejez, educación, transporte en carreteras o apoyo al campo y al agro.
También mejora la imagen de casi todas las instituciones, desde la Iglesia hasta el Congreso, incluyendo a los medios, la Junta Directiva del Banco de la República o la clase empresarial.
La principal excepción es la Policía, que empeora su imagen a los peores niveles en los 18 años que lleva Gallup haciendo esa pregunta, por escándalo de las multas por hacer compras o comer empanadas en la calle.
Aunque hay dudas de la bandera duquista de la equidad
En contraste con la imagen general, hay más gente que cree que está empeorando el desempleo, sigue muy alto el del costo de vida a pesar de que la inflación está bajo control, y la percepción de que está empeorando la construcción de vivienda popular llega a su récord en casi 11 años de registros.
Además, casi la mitad de la gente cree que están empeorando la calidad y cubrimiento de los servicios públicos, algo que no ocurría hace dos años, y que puede deberse a la retirada propuesta del Gobierno de reducir o eliminar los subsidios en estos servicios para los estratos bajos
Hidroituango pasa cuenta de cobro
Pero ese mismo problema de opinión sobre los servicios públicos se puede deber al impacto de la crisis de Hidroituango en la imagen de EPM, una de las principales empresas del sector en el país.
De hecho, coincide con un récord en desfavorabilidad de Sergio Fajardo, quien igual mantiene un amplio margen de imagen positiva.
Además, justo con el estallido de la crisis y con las imágenes al río Cauca seco, se rompió la tendencia de mejora de la opinión sobre el medio ambiente, que empeoró drásticamente.
Y le va mal al Fiscal
Néstor Humberto Martínez, en medio del escándalo de Odebrecht y a pesar de sus anuncios de imputaciones y capturas en casos como Hidroituango o el fiscal corrupto de la JEP, tiene peor imagen.
Eso afecta a la Fiscalía, que es una de las pocas instituciones cuya favorabilidad no mejora y mantiene las mismas cifras de diciembre, las peores en toda la historia de la Gallup Poll.