Emprendiendo en un país emergente

May 15, 2021

Luis Sebastian Galvis Florez

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Según el último informe del Global Entrepreneurship Monitor, Colombia ocupa el quinto lugar sobre 43 países en actividad emprendedora. ¿Emprendemos más por necesidad o por oportunidad?

Según una encuesta realizada por Ipsos entre noviembre y diciembre de 2020, los colombianos mostraron los niveles más altos de mentalidad emprendedora entre los seis países latinoamericanos analizados (Colombia, Perú, México, Chile, Argentina y Brasil).

Cuando se les preguntó acerca de los atributos empresariales con los que se sentían identificados, el 61 % de los encuestados en Colombia fueron categorizados con un espíritu empresarial "muy alto", en comparación con Brasil, en donde se obtuvo un 35 %. Los encuestados fueron clasificados con base en una lista de alrededor de 100 atributos como "apasionado", "creativo", "orientado al futuro", "ingenioso", "disciplinado", "motivado", "innovador", "ambicioso", entre otros.

Ese resultado es curioso porque, en términos de alto impacto y según CB Insights, Brasil lidera la lista de “unicornios” en la región con 12 de las 17 compañías en Latinoamérica que entran en esta categoría —que suman una valorización, a inicio de 2021, de 42 billones de dólares—. Por otro lado, Colombia hace presencia en este impresionante ranking con solo dos compañías que suman una valorización de 4,65 billones de dólares.

Ahora bien, hace algunas semanas se publicó el informe 2020/2021 del Global Entrepreneurship Monitor (GEM) y —contra todo pronóstico, siendo uno de los años más duros para la economía— Colombia ocupó el quinto lugar sobre 43 países en actividad emprendedora después de Angola, Panamá, Togo y Chile.

Es bastante interesante porque de los cinco países con más actividad emprendedora, Angola (1er lugar) y Togo (3er lugar) están compuestos en su mayoría por personas de bajos ingresos, mientras que Panamá (2do lugar) y Chile (4to lugar) de personas de altos ingresos. Colombia (5to lugar), por su parte, está compuesto en su mayoría por personas de clase media, y no podemos olvidar a Brasil —nuestro vecino que más aporta unicornios a la región y uno de los más prometedores países en vía de desarrollo— quien ocupa el puesto 16 y está conformado, al igual que Colombia, por personas de clase media en su mayoría.

Con estas ideas iniciales abro el siguiente debate, en Colombia: ¿emprendemos más por necesidad o por oportunidad? Puede que no encontremos una respuesta exacta en este texto y que usted y yo veamos las cosas desde puntos de vista distintos. Sin embargo, quisiera compartirle un ligero análisis de países que puede servirle para reforzar o cambiar su opinión, tomando tres ejemplos que comparten la característica de ser los más emprendedores del mundo, pero que son escenarios muy diferentes:

Lo primero que podemos evidenciar es que los países más emprendedores no son los que mejor desempeño y entorno tienen. Lo vemos en el caso de Angola, el país con más actividad emprendedora en el mundo, en donde podemos concluir que se emprende por la necesidad de sobrevivir en un entorno hostil, donde se presentan los peores indicadores del mundo y en donde existen un sinnúmero de necesidades insatisfechas.

El otro extremo es Chile, un país que tiene ligeramente un PIB menor al de Colombia, sin embargo, su PIB per cápita es más del doble que el nuestro y se ubica en el cuarto lugar de mayor actividad emprendedora. En Chile podríamos decir que se emprende por oportunidad y, a pesar de no haber alcanzado a tener ningún unicornio aún, es un país con poca desigualdad, con una economía formal, más libertad de negocios, entre otros aspectos que causan que existan pocas necesidades insatisfechas, ya que existe un entorno muy favorable.

En nuestro caso, somos una economía en vía de desarrollo con todavía grandes necesidades insatisfechas, podríamos pensar que estamos en un punto medio entre los países en donde se emprende por necesidad y en los países en donde se emprende por oportunidad. Vemos, también, algunos indicadores positivos y sabemos que hay una formación de un entorno más propicio para los emprendedores, impulsado por la voluntad del Gobierno.

Es evidente que estamos en una coyuntura social, pero a la vez es esperanzador ver cómo esa actitud emprendedora de nuestros connacionales trata todos los días de satisfacer esas necesidades insatisfechas de nuestra gente y, al tiempo, aprovechan muy buenas oportunidades de negocio. Tan solo en el retador 2020, según Confecámaras e Innpulsa, se crearon 30 mil empresas más que en 2019.

Lo invito a que analice las variables económicas que le acabo de exponer. Yo sé que son solo una pequeña muestra de una enorme cantidad de temas que nos hace¿ falta contemplar para concluir definitivamente si en Colombia emprendemos por necesidad o por oportunidad. Pero puede llevarse la idea de que estamos en un punto en donde podemos satisfacer las necesidades de nuestra gente y a la vez aprovechar grandes oportunidades de negocio por medio del emprendimiento.

Tan solo mire cómo en Fintech están aprovechando las tasas de informalidad que tenemos para formalizar a las personas en el sistema financiero o mire cómo grandes empresas de tecnología aprovechan nuestras variables económicas para establecer centros de desarrollo de software que exportan a todo el mundo.

Para ir cerrando, le traigo una frase que dijo Fernando Fabre, expresidente global de Endeavor: “Un solo emprendedor que se vuelve muy grande mueve el PIB de un país más que cientos de pymes, por eso hay que apostarles a esos emprendedores que puedan crear empresas masivas, es mejor tener un Rappi o un Mercado Libre que tener 10 mil pymes…”. ¿Qué opina de esto? ¿Cree que Brasil esté usando esa estrategia y por eso tenga el mayor número de unicornios en la región?

Al final, no todo son cifras y estudios socioeconómicos sobre el emprendimiento. Me gustaría contarle algo que seguro usted no sabía: según el mismo informe del Global Entrepreneurship Monitor (GEM), los colombianos somos el octavo país del mundo en donde se emprende para realizar una diferencia positiva en el mundo, más que emprender por crear riqueza, ganarse la vida o continuar con el legado familiar.