No diga más "en el día de ayer"
No diga más "en el día de ayer"
Propongo una campaña internacional para eliminar esta molesta expresión.
Yo sé que gramaticalmente no hay ningún error al decir "en el día de ayer". Pero el problema es que se ha convertido en muletilla y ya nadie dice simplemente "ayer".
Es tan usual como la muletilla "digamos" en el habla del colombiano andino.
No me parece correcto decir "en el día de ayer", simplemente porque "ayer" es un día. Es redundante. Lo mismo pasa con la expresión análoga "en el día de hoy".
Diga simplemente: "hoy", "ayer".
Pero a la gente no le parece "elegante".
A mi me parece más bien ordinario decir "en el día de hoy".
Creo que la confusión surge por la expresión "el día de mañana", que es correcta, pero que tiene un sentido muy preciso. Significa: "en el futuro". Y se la suele usar para hacer advertencias:
"Estudia, porque el día de mañana lo vas a necesitar", etc.
Pero "el día de mañana" no es sinónimo de "mañana".
Si nos ponemos una cita para mañana a las 9 de la mañana, la cita es mañana. No "el día de mañana", es decir, en el futuro incierto.
Invito a los Académicos de la Lengua a revisar nuevamente el caso. Creo que merece más atención.
Decir que en el año 2000 ocurrió tal o cual cosa, tiene sentido, porque 2000 puede ser cualquiera cosa: 2000 pesos, 2000 peces, el cliente 2000.
Pero decir "en el mes de febrero" es redundante. Diga simplemente "febrero", porque febrero es un mes y no más que eso. No hay lugar a confusión.
Es como decir "el día martes". Martes es un día, obvio.
No es el mismo caso que decir "la abuela Inés", pues "Inés" puede ser cualquier persona y no sólo la abuela.
"En el día de hoy los directivos que gobiernan la empresa han decidido la directriz de que en el día de mañana, el día jueves, del mes de abril, a todos se les incremente su salario subiéndoles el sueldo". !No es bonito! Pero así se habla en el lenguaje barroco colombiano.
Un montón de palabras que sobran, construcciones rebuscadas, lenguaje pretencioso.
Eufemismo tras eufemismo para ocultar la verdad, o la ignorancia.
Para decirte que "no", la gente dice "no se le va a poder colaborar".
Para decirte que debes pagar más la chica del Call Center te enreda con jerga supuestamente técnica.
Todos te enredan. Nadie va al punto.
En el Caribe se habla más claro. Debe ser porque hay más oxígeno.
En las cumbres bogotanas, en cambio, todo se mueve como si aún fuera el siglo XVI.
El enredo verbal y la prosopopeya son artilugios necesarios en una sociedad que se regodea en la hipocresía, el engaño y el mal gusto.
A los extranjeros les parece que en Colombia son "muy amables". Pero no se dejen engañar: es palabrería.
Aquí hay muchos que se la pasan prometiendo cosas que no cumplen.
El clásico bogotano: "tenemos que vernos pronto, almorcemos un día de estos".
En bogotano "ahora" es "en el futuro incierto" y "un día de estos" significa "nunca".
Tan fácil y bello que es hablar de manera clara y concreta: "A partir de mañana se incrementan los salarios- ordenaron las directivas". Punto.
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