Es una vía que le da menos legitimidad a lo pactado que un nuevo plebiscito pero que permitiría comenzar a implementarlo rápido.
Con la refrendación en el Congreso, Santos y Uribe ganan
En una entrevista con RCN divulgada ayer, el jefe de las Farc ‘Timochenko’ dijo ya hay un compromiso con el Gobierno para refrendar el nuevo Acuerdo de Paz en el Congreso. Es una vía que le da menos legitimidad que un nuevo plebiscito pero que permitiría comenzar a implementarlo rápido y es el mecanismo con el que tanto Juan Manuel Santos como Álvaro Uribe ganan. El primero, porque logra terminar el año (y recibir el Nobel) con el acuerdo de paz firmado; y el segundo, porque le da la mejor excusa para la campaña del 2018.
“Ese es el compromiso que se ha hecho. Esperamos que se cumpla y esperamos que el Congreso esté a la altura de lo que la patria le está pidiendo”, dijo 'Timochenko' al revelarle a Noticias RCN que el acuerdo se refrendará en el Congreso.
Su afirmación contrasta con las declaraciones de los renegociadores del gobierno Humberto de la Calle y Sergio Jaramillo, que en entrevistas este fin de semana dieron a entender que el tema no estaba todavía decidido. E incluso del mismo presidente Santos, que este sábado habló de la refrendación como un punto todavía pendiente de acordar con las Farc.
En todo caso, después de las declaraciones del jefe guerrillero queda claro que la refrendación se hará vía Congreso, muy probablemente este mismo miércoles cuando el presidente Santos había dicho que lo presentaría al Congreso.
Los pros y los contras
Refrendar el Acuerdo por la vía legislativa tiene varias ventajas prácticas.
Es un mecanismo mucho más rápido y barato que convocar un nuevo plebiscito o hacer los cabildos abiertos propuestos por el ex magistrado Eduardo Cifuentes. Evita la polarización propia de una campaña. Y es el espacio donde están representados todos los partidos políticos que, por lo menos en teoría, representan a los colombianos.
Pero a la vez tiene dos desventajas que le restan legitimidad a la refrendación por esta vía: que es un órgano terriblemente desprestigiado (en la encuesta Gallup tiene una opinión desfavorable del 74 por ciento y favorable del 19 por ciento) ante la opinión pública; y que mientras una mayoría estrecha rechazó el Acuerdo con las Farc el 2 de octubre, en el Congreso los sectores que están con el No representan tan solo el 20 por ciento de los votos.
Aún con estos problemas que podrían hacer menos estable y más difícil la implementación, el Congreso es el mecanismo que más le conviene políticamente a las Farc, al presidente Santos y al ex presidente Uribe, los tres factores claves de poder frente a este tema
Ganan las Farc, Santos y Uribe
Una fuente que habló con las Farc le contó a La Silla que la guerrilla quería la vía más rápida de refrendación porque como dijo Timochenko a RCN "entre más tiempo se dilate la refrendación del acuerdo, más espacio se le va dando a los sectores que no quieren la paz, a los sectores que quieren que la guerra continúe”.
Episodios como el del Sur de Bolívar, donde dos guerrilleros murieron en un episodio todavía sin aclarar con el Ejército, y el caso del disidente de Tumaco ‘Don Y’, asesinado por las Farc hace una semana, revelan la fragilidad del cese bilateral y lo difícil que es mantener la tropa disciplinada en medio de un limbo.
Políticamente, al presidente Santos quizás le convendría más convocar un nuevo plebiscito porque con el nuevo Acuerdo han logrado tranquilizar a varios sectores que se movilizaron en contra: a una parte significativa del sector empresarial, como lo reveló ayer el comunicado del Consejo Empresarial por una Paz Sostenible, conformado por representantes de la Andi, Asofondos, el Consejo Gremial Nacional, la Sociedad de Agricultores de Colombia, Confecámaras, Proantioquia, el Consejo Privado de Competitividad, el Grupo Argos, el Grupo Nutresa y La Alquería; a una parte mayoritaria de las iglesias cristianas como lo explicó La Silla; y a sectores militares que se oponían como los de Acore, por mencionar algunos.
Teniendo esto en cuenta y los resultados de la última Gallup trimestral que mostraban un aumento de 20 puntos desde la última medición de agosto al 77 por ciento en noviembre respecto a una salida negociada con las Farc es factible que el Sí pudiera esta vez ganar un plebiscito.
Con un triunfo del Sí en el plebiscito, el Acuerdo de Paz tendría más legitimidad para poderse implementar, Santos se reposicionaría frente a Uribe y el mecanismo de fast-track para sacar rápidamente las reformas constitucionales necesarias estaría garantizado.
En todo caso, en el gobierno creen que un nuevo plebiscito sería muy polarizante y que como es inevitable que la gente lo vincule a la gestión de Santos es mejor no arriesgarse a perder de nuevo.
En cambio, con la coalición de la Unidad por la Paz en el Congreso, en donde están todos los partidos menos el Centro Democrático y una parte del Conservador, la refrendación está garantizada.
Esto le permitiría tener el acuerdo listo antes de viajar a Noruega a recibir el Nobel de Paz y antes de que la Corte falle la demanda contra la constitucionalidad del acto legislativo por la paz a través de la cual el Gobierno espera que se reviva el fast-track como vía independiente del plebiscito para desarrollar jurídicamente el Acuerdo.
Al ex presidente Uribe, por su parte, también le conviene políticamente la refrendación en el Congreso, comenzando porque no se tendría que arriesgar a perder en una nueva votación los réditos que le dio el triunfo del No.
En el improbable caso de que hoy dijera que apoya el nuevo Acuerdo tras la reunión con el Gobierno, se convertiría en el líder indiscutible del gran Pacto Político Nacional en el Senado, por el que lleva semanas abogando.
Si no lo avala –como no lo hicieron otros promotores del No como el ex presidente Andrés Pastrana y el constitucionalista Jaime Castro- el Congreso es el escenario perfecto para terminar de deslegitimar el Acuerdo con las Farc.
Podrá decir que es un congreso ‘enmermelado’ por Santos que se limitará a pupitrear el nuevo Acuerdo, que no modificó los dos puntos clave para haberlo rechazado como la cárcel y la elegibilidad política, y sus congresistas se saldrán del recinto cuando llegue el momento de refrendarlo.
Así quedaría registrado en todas las cámaras su rechazo al nuevo acuerdo y oficializado el tema de la campaña presidencial para el 2018.
Muchos analistas coinciden en que en un escenario en el que el tema vuelva a ser la paz con las Farc o la implementación del Acuerdo, el candidato de Uribe tendría garantizado un cupo en la segunda vuelta presidencial.
Sobre todo porque en esa eventualidad la derecha podría llegar unida a segunda vuelta dado que el vicepresidente Germán Vargas Lleras quedaría descolocado por su estrategia de pasar de agache frente al tema de la paz.
Por eso lo que suceda esta semana será tan definitivo para el futuro inmediato del país. Esto sin contar con que esta semana también se conocerán los resultados del exámen médico del presidente Santos en Estados Unidos.