Consejeros de Duque, el ‘policía malo’ en la pelea con Claudia López

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El Presidente no responde directamente a los constantes reclamos de la Alcaldesa, pero sobre todo su consejero Diego Molano, quien tendría intereses políticos en Bogotá, sí lo hace.

Las recientes críticas de la alcaldesa de Bogotá Claudia López al manejo que el presidente Iván Duque le está dando a la movilización de la minga indígena, y las respuestas que a la mandataria han dado varios funcionarios del Gobierno Nacional, son el más reciente episodio del constante choque entre Duque y López, dos gobernantes que representan propuestas políticas opuestas para el país.

En ese choque, quienes hacen el papel de ‘policía malo’ contestando a la Alcaldesa -mientras el Presidente casi nunca le responde nada directamente- son algunos consejeros presidenciales, encabezados especialmente por el director del Departamento Administrativo de la Presidencia Dapre y exconcejal de Bogotá, Diego Molano, de quien se dice tiene interés en ser el próximo candidato uribista a la Alcaldía de la capital.

La dinámica de esa relación, en la que casi siempre el primer señalamiento lo empieza ella, genera rechazo a López en sectores uribistas, pero, al tiempo, en orillas más afines a ella la ratifica como figura nacional opositora del Presidente y la aparta políticamente de la derecha, en donde el senador Gustavo Petro (opositor de la mandataria) la ha querido ubicar.

Mientras, Duque casi siempre suele salir perdiendo porque en muchas ocasiones la Alcaldesa deja en evidencia la desconexión del Gobierno Nacional con la ciudadanía y termina quedando como quien impone la agenda, así no siempre sea así.

Aunque, el Presidente no pierde del todo, pues el rechazo a las críticas que le hace Claudia López se han convertido en un factor de unidad de su partido, el Centro Democrático, en donde el ala más radical está descontento con él.

La pelea es peleando 

En el episodio de la minga, la mandataria criticó públicamente al Gobierno por no recibir la movilización y lo hizo nada menos que arremetiendo públicamente contra el jefe máximo del uribismo y padrino de Duque: el expresidente Álvaro Uribe.

El pasado 18 de octubre, cuando la minga se dirigía a Bogotá, mientras que el uribismo alertaba sobre posibles rebrotes del covid por las aglomeraciones y aseguraban que era posible que la marcha fue infiltrada por grupos al margen de la ley, López declaró que Duque: “No puede venir a decirle al país que para defender a un presidiario sí se puede marchar, pero para defender los derechos de los colombianos no”. 

Frente a esta arremetida varios alfiles del uribismo salieron en defensa del Gobierno. 

La ministra del Interior, Alicia Arango, trinó “A palabras necias, oídos sordos. Excusas y excusas, hablar y hablar porque sí y porque no. Bogotá más gobierno, menos campaña”.

El viceministro de esa cartera, Daniel Palacios, describió en Twitter a Claudia López como “activista de la oposición” que nunca apoyará la gestión del Gobierno, mientras que Diego Molano dijo en entrevistas que “la política del Presidente frente a las manifestaciones pacíficas es garantizar la protección de los millones de ciudadanos que no marchan, y el derecho de los que marchan pacíficamente”. 

Pero en este escenario de la marcha de la minga las críticas de López han seguido. 

En vista de que Duque no fue a Cali y la minga anunció su camino a Bogotá, el pasado14 de octubre, la mandataria trinó: “¿No era más fácil ir, dialogar con humildad y resolver con profundidad las preocupaciones de la minga sobre el asesinato de líderes sociales, masacres e inseguridad creciente en sus territorios? Otra marcha que llega a Bogotá contra el Gobierno Nacional”.

También pidió que la Nación se encargara de parte de la logística de la marcha, pero el Gobierno se negó a través de los anuncios de sus consejeros. 

“Así como Claudia López reclamó control sanitario en el aeropuerto, con esa misma vehemencia debe garantizar control y cordón sanitario con los miembros de la minga Molano a través de Twitter.  

Palacios afirmó en respuesta a Claudia que no era responsabilidad del Gobierno encargarse de la logística de la minga. “Es responsabilidad de las entidades territoriales garantizar las medidas sanitarias y coordinar los planes de logística de las marchas (...) nos sorprende que la ciudad con mayores recursos no tenga la misma solidaridad que tuvieron otras ciudades”.

Ante la negativa del Gobierno de trabajar en el recibimiento de la minga, Claudia López trinó que le parecía mejor recibir la minga en conjunto para aliviar tensiones y recalcó que el Gobierno no quiso, pero ella sí: “No quisieron. No hay problema. Bogotá se encargará, los recibirá y, como siempre, acordará con las organizaciones sociales, las garantías para su movilización pacífica”.

Además dispuso del Palacio de los Deportes para alojar a los cerca de ocho mil indígenas que llegaron a Bogotá, y también los acompañó en la Plaza de Bolívar e hizo un nuevo llamado al Presidente para que los escuchara.

Ayer cuando, el comisionado de Paz, Miguel Ceballos, anunció que iría al Cauca a reunirse con la minga, estando esta ya en la capital, López no perdió la oportunidad para reiterar la desconexión de Duque con los colombianos. 

En la Plaza de Bolívar, la minga, como hizo la Alcaldesa en el acto de perdón con las víctimas del 9S, puso una silla vacía durante el  “juicio político” que se llevó el lunes contra el Presidente por las muertes de indígenas y masacres del país enfatizando la ausencia del Presidente, que ya era evidente.

Duque no le respondió a López, pero, de nuevo, sus escuderos sí. 

Ante la insistencia de Claudia López de que el Presidente escuche a la minga, Diego Molano, dijo en una entrevista en El Tiempo el pasado 18 de agosto que “humildemente” corregía a la Alcaldesa. 

Afirmó que el gobierno Duque se ha reunido desde 2019 con la minga que ha cumplido con más del 80 por ciento de los compromisos. 

“Quizá por sus días de descanso la alcaldesa no se enteró de que desde el domingo llegó la mitad del gabinete del Gobierno Nacional a continuar el diálogo y mostrar resultados. Ojalá su comentario no sea nuevamente para evadir la responsabilidad de control sanitario que debe activar ante aglomeraciones, porque, como ella dice, “la matemática del covid no falla”, dijo.

Daniel Palacios, por su parte, le dijo a La Silla que el jefe de Estado “no se puede someter a un juicio político”. Pero aclaró que el Gobierno siempre ha estado dispuesto al diálogo y que ha avanzado en el cumplimiento de los acuerdos con el Consejo Regional Indígena del Cauca, Cric. 

Esta no es la primera vez que funcionarios del Gobierno salen en defensa del Presidente frente a las críticas de la Alcaldesa. Y responden atacando políticamente también. 

El que ha sido más visible hasta ahora es Diego Molano, quien en una entrevista con Semana, en mayo, dijo que “la Alcaldesa ha tomado por costumbre utilizar comentarios desobligantes cada vez que algo no funciona en Bogotá”. 

A finales de junio, en la pelea por los ventiladores para la emergencia por el covid, cuando Claudia López acusó al Gobierno de “jugar con la vida de los ciudadanos”, Molano apeló a la crítica que opositores le han hecho a López por su ‘tono’: “No vamos a luchar contra el virus a punta de gritos”, dijo el consejero.

En ese mismo mes, Claudia López, frente al aumento de robos en la ciudad, dijo que citaría al Gobierno a un consejo de seguridad, con lo que repartía su responsabilidad con la Nación. 

Molano le respondió por redes: “Alcaldesa, insostenible es que por graves robos usted ataque a la Policía, no a los delincuentes (...) inaceptable que culpe al Gobierno Nacional de lo que pase en Bogotá”.

Cuando, el 16 de agosto, la mandataria criticó al Gobierno por las masacres en el país, Esta vez fue el también consejero Víctor Muñoz el que contraatacó destacando que: “Bogotá de las cuatro principales ciudades es la única en donde el homicidio subió en el primer semestre y esto pese a estar en aislamiento”. 

Claudia López también se sumó a las críticas en redes contra Duque por la aprobación de un crédito a Avianca (una aerolínea en la que la media hermana del Presidente, María Paula Duque, es una alta funcionaria), el pasado 31 de agosto, diciendo “raya con la corrupción y el auto préstamo que se privilegie a Avianca”; Molano respondió con un tema de Transmilenio.

El consejero trinó: “Un país sin aviones es como una trocha sin mulas (…) Hace un mes Findeter asignó crédito 280 mil millones para salvar TransMilenio y no los ha usado”, en referencia al hueco fiscal que se ha agrandado en el sistema de transporte bogotano, operado por empresas privadas, por cuenta de la pandemia.

El 3 de septiembre, hubo un nuevo round. Ante una tasa de desempleo en Bogotá que supera el 20 por ciento por ciento, según las últimas cifras de Fedesarrollo, Claudia López dijo en un foro con congresistas: “Los Alcaldes nos echamos al hombro sacar a nuestras ciudades del pico de la pandemia. Es responsabilidad del Presidente sacar a Colombia del pico del desempleo”.

Molano de nuevo contestó devolviendo la pelota de la responsabilidad por redes sociales: “López llevó desempleo a Bogotá 26 por ciento de desempleo, seis puntos por encima del promedio nacional, ¿y es responsabilidad de Duque? ¡No! el empleo es responsabilidad de todos”. También le preguntó cómo iba su plan marshall de reactivación.

Veinte días después, Claudia López también dijo que el “Gobierno se sacaba de la manga” la presencia del ELN en las marchas de Bogotá, Molano y el también asesor presidencial Víctor Muñoz echaron mano del comunicado de esa guerrilla en el que reconocían que sí infiltran las marchas, para ratificar la idea de que López miente.  

López gana y Duque no pierde del todo

Tres de cuatro analistas consultados para esta historia aseguran que a Claudia López le sirve confrontar a Duque porque la mantiene como una figura nacional, porque parece marcarle la agenda al Presidente y porque de esta manera se desmarca de la derecha, donde su mayor opositor, Gustavo Petro, ha intentado ubicarla para desacreditarla con sus bases. 

También porque al levantar las banderas de la ciudadanía, le quita protagonismo al líder de la Colombia Humana, como lo contamos en esta historia. 

“Claudia López, a diferencia de lo que pasa con muchos mandatarios, no ha dejado de ser de la oposición por ser funcionaria. Esto la mantiene en el espectro nacional porque ella en algún momento querrá ser presidenta”, dijo Camilo Granada, quien fue consejero del expresidente Juan Manuel Santos y ha sido asesor político en campañas de Venezuela, Colombia y Panamá.

Duque, por su parte, casi siempre pierde en esta dinámica pues Claudia López suele tener éxito al evidenciar su desconexión con la ciudadanía y porque en algunos pulsos ella ha logrado ganarle. 

Uno de esos casos fue el de los ventiladores para atender la pandemia que le asignó el Gobierno Nacional a la Alcaldía en julio tras las advertencias de la mandataria de volver a cerrar la ciudad, como contamos aquí. Ella demostró que el Gobierno sí le había prometido proveer el 70 por ciento de los respiradores a Bogotá, cerca de 1.049 y pudo obtener 720, mucho más de los que el Gobierno le iba a dar a la capital. 

Sin embargo, el Presidente no pierde del todo, pues dentro de su partido se unen para defenderlo cuando la Alcaldesa le hace señalamientos, y eso es importante pues en esa colectividad en el ala radical hay descontento con Duque.

En lo de la minga se ve. Ante las declaraciones de la Alcaldesa, la senadora uribista Paloma Valencia dijo en Twitter: “Alcaldesa a usted le parecerá muy bien regar en Covid en Bogotá, pero hágase responsable de las consecuencias. Porque cuando las cosas pasan y se le habían advertido, usted oronda sale a decir que la culpa es del Gobierno”. 

También cuando la alcaldesa dijo que en las marchas del 9S no había presencia del ELN, como lo afirmó el Gobierno, desde concejales del centro democrático hasta los congresistas de ese partido se unieron para decir que no era así.  

“El Centro Democrático no sólo no está contento con Duque por su falta de representatividad en el gabinete sino por su agenda política. Pero cuando Claudia López ataca al Gobierno se vuelve en un punto de encuentro entre ellos”, nos dijo Carlos Suárez, CEO de Estrategia y Poder y miembro de la red de La Silla. 

Aunque para Camilo Granada esa confrontación sirve porque así Claudia López puede conseguir lo que quiere para Bogotá, para otros analistas como Héctor Riveros, columnista de La Silla, eso no tiene mucho sentido pues “a ella no se le medirá por lo eficaz que es como opositora, sino por su gestión como alcaldesa”.

Los cuatro analistas coinciden en que tiene sentido que Duque no le responda a la Alcaldesa porque eso sería “igualarla”, pero de todas maneras es necesario no dejar esas críticas en el aire y hacerles frente de alguna manera y es ahí cuando entran los escuderos, que también se ven beneficiados. 

También guarda lógica, al decir de los consultados, que sea Diego Molano quien responda a temas como este y otros porque es muy cercano al presidente Duque, ha estado encargado de la conversación del Paro Nacional, pero además conoce de la política menuda de Bogotá pues fue concejal del Centro Democrático.

El mismo Molano le dijo a La Silla que “por mi experiencia y conocimiento de Bogotá al haber sido concejal de la ciudad y experto en desarrollo urbano, el Presidente me designó como coordinador y vocero de los temas del Gobierno Nacional relacionados con la capital”. 

Molano además aspira a suceder a Claudia López en el Palacio Liévano. Sus intenciones de ser alcalde de Bogotá se vieron en las elecciones regionales, cuando compitió por ser el candidato del Centro Democratico. 

Frente a esa posibilidad, Molano nos dijo “mi interés y responsabilidad es ayudar al Presidente Duque en el proceso de reactivación desde el Dapre”. 

El viceministro Daniel Palacios, al igual que Molano, viene de ser concejal de Bogotá del partido de Gobierno y tiene cómo responderle a la Alcaldesa, ganando también visibilidad. 

Además, después de que Alicia Arango manifestó su deseo de no seguir en el Ministerio del Interior, Palacios es el que suena para reemplazarla, como contamos, y, en ese sentido, como ha pasado en otros gobiernos, sería el ministro encargado de manejar el Congreso, la oposición y las críticas al Gobierno, que en este caso provienen en buena parte de Claudia López. 

Acerca de suceder a Arango, Palacios nos dijo que ella era la ministra y que lo demás “son especulaciones o chismes”.

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