Esa iglesia pretende remplazar a sus dos congresistas actuales con una exconcejal animalista y una de las delegadas del No para renegociar el acuerdo con las Farc, ambas de Bogotá. Además quiere ampliar su influencia con candidatos en otras regiones.
El cambio de cartas de la Misión Carismática para 2018
Claudia Wilches y Clara Lucía Sandoval.
La Misión Carismática Internacional (MCI), la iglesia cristiana que tiene un brazo político dentro del Centro Democrático, pretende cambiar en 2018 las dos cartas que hoy la representan en el Congreso: el senador bogotano Orlando Castañeda y la representante a la Cámara por Bogotá Esperanza Pinzón.
En la lista uribista al Senado pondrá una cara nueva y otra que quiere reencaucharse. La nueva es Clara Lucía Sandoval, la exconcejal y animalista de Bogotá que pasó de ser opositora de Gustavo Petro (2012-2015) a liderar la creación del Instituto de Protección Animal en el gobierno de Enrique Peñalosa, en el que estuvo hasta hace unos meses.
La otra es la santandereana Johana Chaves, que en 2014 fue elegida representante a la Cámara en la lista abierta del Centro Democrático con 22 mil votos, pero luego el Consejo de Estado tumbó su elección porque había incurrido en doble militancia. Es hija del pastor Esteban Chaves, que controla la MCI en ese departamento.
La idea es que una de ellas ocupe la curul que hoy tiene el senador Castañeda, que hace parte de la primera camada de senadores del Centro Democrático. De la ubicación que les den en la lista, que muy probablemente sea cerrada, dependerá quién tenga más chance de llegar.
A la Cámara por Bogotá, para reemplazar a Pinzón, lanzará a dos candidatos: Claudia Wilches, que ya fue senadora entre 2010 y 2014 con el aval de La U (la MCI estaba en ese partido cuando éste era uribista) y sacó 44 mil votos como heredera de la curul de una de las líderes de la iglesia, la pastora Claudia Rodríguez de Castellanos.
Tras el plebiscito de octubre de 2016, Wilches hizo parte de los delegados del No en la renegociación del acuerdo entre el Gobierno y las Farc. El otro es el pastor Elkin Gamba.
Y aunque Bogotá es su bastión más fuerte (aquí también tienen al concejal Diego Devia), insistirán por lograr curules en otras regiones con más candidatos al Congreso de los que lanzaron en 2014, cuando tuvieron cuatro.
A la Cámara por Cundinamarca lanzarán al exconcejal de Zipaquirá y pastor Sandro Garzón; por Tolima, al exconcejal de Ibagué Yury Cuadros; por Norte de Santander, a la pastora Patricia Casallas, y por Boyacá, a Olga Beltrán.
Fruto del acuerdo con Uribe, el expresidente le ha dado lugares privilegiados en sus listas a la MCI: en 2014 Orlando Castañeda ocupó el renglón 10 para Senado, y Esperanza Pinzón fue la segunda en la lista a la Cámara por Bogotá.
Hasta ahora ha sido una representación muy bogotana, teniendo en cuenta que esa iglesia tiene su sede principal en la ciudad, pero con la nueva baraja de candidatos es claro que pretenden ampliar su influencia en el país y en el CD, teniendo en cuenta que, según sus cifras, han afiliado 71 mil militantes a ese partido en todo el país.