El poder emergente de San Andrés en 2018

Silla Caribe

Este año electoral pateo completamente el tablero del poder en las islas, en donde ahora es una mandamás la primípara representante liberal Elizabeth Jay-Pang.

En 2018 no solo se agudizó la crisis social e institucional que, a través de los años, se ha gestado en las islas de San Andrés, Providencia y Santa Catalina. También, se registró la debacle de las dos casas políticas que venían ostentando el poder desde hace casi una década.

El resultado de esto último es el nacimiento de una nueva súper poderosa en la región: la primípara representante liberal, Elizabeth Jay-Pang, quien no sólo se quedó con una de las dos curules a las que tiene derecho San Andrés en la Cámara, sino que también tiene opción de poner gobernador encargado y va a jugar con carta propia por esa silla en las regionales de 2019.

Como particularidad, este nuevo súper poder nace sobre las cenizas de los dos clanes que terminaron año golpeados: la casa liberal de los Housni y el grupo del exrepresentante (del Movimiento de Integración Regional) Julio Gallardo.

Junto a ella, asimismo emergió en 2018 como nuevo gran dirigente el también primíparo congresista Jorge Méndez, quien llegó con aval de Cambio Radical y el apoyo del clan Char de Barranquilla, como ya lo contamos.

La debacle de los dos poderes tradicionales

El poder en las islas de San Andrés, Providencia y Santa Catalina se ha dividido tradicionalmente entre los conservadores y los liberales.

Como hemos contado en La Silla Caribe, la cara del conservatismo isleño ha sido el clan de los Gallardo, en los últimos 30 años en cabeza del exrepresentante Julio Gallardo Archbold, investigado preliminarmente por la Corte Suprema en el escándalo del cartel de la toga.

Gallardo nunca ha pertenecido oficialmente al Partido Conservador, sino que lidera, desde 1994, un movimiento propio llamado Movimiento de Integración Regional con el que aspiró en todos estos años.

Este año, después de más de veinte en el Congreso, se quemó con 3.033 votos.

La otra curul en la Cámara ha pertenecido históricamente a los liberales que, a diferencia del sector conservador, han tenido varias cabezas, y en la última década estuvieron liderados por el exrepresentante Jack Housni.

Jack Housni llevaba ocho años en el Congreso y no aspiró en estas legislativas porque su hermano, Ronald, era el Gobernador y eso lo inhabilitaba.

Los Housni intentaron mantener su presencia en la Cámara, poniendo una candidata: la exgobernadora de su cuerda, Aury Guerrero.

Ella, no obstante, se quemó con 2.267 votos. Y además en octubre fue capturada por orden de la Fiscalía por, presuntamente, haber pedido coimas a cambio de contratos públicos cuando era mandataria.

El grupo de los Housni no sólo perdió su pie en el Congreso, sino que también se quedó sin Gobernación.

En abril, Ronald Housni fue suspendido temporalmente por la Procuraduría por presuntas irregularidades en la contratación. Y en octubre, al tiempo que Aury Guerrero, la Fiscalía lo capturó por supuestos actos de corrupción.

En medio de las caídas Gallardo y Housni, despegó sus alas Elizabeth Jay-Pang, quien tiene líneas que la unen con ambas casas.

El nuevo poder

Jay-Pang es comunicadora social y periodista, tiene especializaciones en Gestión Ambiental, Administración Financiera y Gestión Pública. Tiene, además, una maestría en Medio Ambiente.

Su primer cargo público fue, entre 1991 y 1992, como jefa de prensa del entonces gobernador liberal Kent Francis James, el primer mandatario elegido popularmente que tuvo San Andrés.

En 1995 el gobernador Antonio Manuel Stephens -quien, pese a ser de origen liberal, llegó apoyado por el gallardismo- la nombró secretaria de Turismo.

De allí pasó a dirigir la Red de Solidaridad (lo que hoy es el Departamento de Prosperidad Social, DPS) en San Andrés y en 2000 fue nombrada directora regional del Sena.

En ese cargo duró hasta el 2014 como cuota del exrepresentante Julio Gallardo, quien, además del Sena, tenía cuotas en otras entidades de las islas como el Icbf y la Fiscalía.

Jay-Pang salió de la dirección del Sena en medio de una polémica por presuntamente haber nombrado a una cuñada suya en la entidad. Como contó en su momento Caracol Radio, la hoy congresista fue suspendida de la entidad por cinco meses y, al reintegrarse, la declararon insubsistente.

Pese a haber sido cercana al gallardismo, en las pasadas legislativas Jay-Pang ocupó el tercer renglón en la lista abierta que armaron los Housni por el liberalismo.

De acuerdo a lo que nos contó un político liberal de las islas, los Housni la incluyeron porque necesitaban los votos que ella podía poner y nunca pensaron que fuera a sacar más apoyos que la exgobernadora Guerrero (Jay-Pang sacó 3.111 y Guerrero 2.267).

De acuerdo a lo que nos contaron dos personas conocedoras de la movida política local, el apoyo más importante que tuvo Jay-Pang para quedarse con la curul fue el del exdiputado liberal Leroy Bent, quien, como contamos, hacía parte de una disidencia que se oponía al poder de los Housni al interior del liberalismo.

Igualmente, la apoyaron juventudes del Partido Liberal y los exdiputados Milton López James del liberalismo y el verde Bradison Fernández (ambos detenidos por presunto tráfico de influencias).

Pese a todas esas relaciones políticas, la nueva congresista tiene grupo propio y el principal poder detrás suyo es su esposo, Norbert Vonblon Pomare, viejo militante del gallardismo y quien es dueño de Josef’s Concrete, una de fábircas de concreto más importantes de las islas.

Vonblon, de hecho, fue el principal financiador de Jay-Pang. De acuerdo a lo publicado por el portal Cuentas Claras, aportó a la campaña de su esposa poco más de 125 millones de pesos, que equivalen al 66 por ciento del total de los ingresos registrados.

Con esta estructura política detrás, Jay-Pang ha hecho varias movidas que evidencian que le apuesta a aumentar su poder.

Las movidas

Como representante liberal, Jay-Pang logró meter en la terna que ese partido le presentó al presidente Iván Duque para que elija Gobernador a dos aliados suyos.

Con eso, queda con altas posibilidades de terminar manejando a la sombra la Gobernación de aquí a las regionales de 2019.

Esos dos aliados son Tonney Gene Salazar y Gordon Bryan Pacheco.

Tonney Gene Salazar es la actual defensora del Pueblo, lleva años militando en el liberalismo y en campaña apoyó a la representante Jay-Pang.

Gordon Bryan, por otro lado, es cercano al exdiputado Leroy Bent.

(Como contamos en La Silla Caribe, la otra integrante de la terna es la excongresista María Teresa Uribe Bent, jefe de La U en San Andrés).

Además de eso, Elizabeth Jay-Pang está armando candidatura para llevar carta propia a la Gobernación el año entrante.

Entre sus opciones el que más suena es el empresario Nicolás Gallardo Vásquez, hijo del hotelero Jesús Gallardo y sobrino del exrepresentante Julio Gallardo.

Consultado, Gallardo Vásquez nos dijo que sí es afín a Jay-Pang, pero aún no decidido si aspirará.

En unos meses se sabrá con certeza cuál será la carta de esta nueva poderosa y del liberalismo, para competir contra los otros dos candidatos que ya han anunciado que aspirarán: Carlos Bryan Uribe del Partido de La U y Everth Hawkins con el apoyo del representante charista Jorge Méndez.

También habrá que ver si esa carta viene realmente del liberalismo o, como ella, será un liberal con tintes de gallardismo.

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