La impronta que dejó Duque en su taller del Valle

Silla Pacífico

Foto: bbtlatam.com

En La Unión dio juego a sus aliados del departamento, sus ministros pusieron el espejo retrovisor a Santos y mostró qué quiere de la región más poblada y rica del Pacífico

A semana y media de estrenar Gobierno, los talleres ‘Construyendo país’ (la versión 2.0 de los consejos comunitarios de Álvaro Uribe) llegaron al Valle en su segunda sesión, donde el presidente Iván Duque mostró su impronta de priorizar la agenda naranja y de reactivación económica, con poca visibilidad a los políticos que lo impulsaron en el departamento (donde perdió en segunda vuelta) y donde el espejo retrovisor quedó en manos de sus ministros.

La Unión en el norte del Valle fue la ciudad escogida para el segundo taller por ser una región de industria agrícola (es llamada la capital del vino del país por el cultivo de uva) y posiblemente porque allí es fuerte políticamente: en la mayoría de los municipios del norte (que son 18) ganó en segunda vuelta, y también son oriundos uribistas como la directora del DPS, Susana Correa y el nuevo senador John Harold Suárez.

Durante ocho horas de consejo, Duque mostró las puntadas de lo que será su relación con la región.

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Puso por delante su agenda y prometió poco

Desde la misma organización del taller (que arrancó hace ocho días), se vio la importancia que el Presidente le quería poner a su economía naranja y la reactivación económica, con más juego con los sectores productivos. Pasó las primeras horas hablando y debatiendo con los agricultores de la región sobre la posibilidad de convertirse en zona agroindustrial, pese a solicitudes de prometer plata u obras en la región como lo pidieron la gobernadora Dilian Francisca Toro y el alcalde anfitrión Julián Hernández de Aico.

Escuchó primero, antes que a los alcaldes y justo después de himnos y las introducciones de rigor, a los productores de uva, de piña, de maíz y cereal que tenían sus propias peticiones, como no negociar más TLC, algo que Duque prometió.

Así mismo, como lo hizo en su primer taller en Girardot, puso su impronta en la organización de la feria naranja en Toro, a 15 minutos de La Unión, con artesanos, joyeros, pintores y otros trabajadores y emprendedores que se ajustaron a la línea de la experticia del Presidente, y que encontró la Gobernación en una semana.

De hecho su siguiente parada en la gira por Valle que arrancó el viernes en Cali fue reunirse con expositores y artistas afro en el marco del festival Petronio Álvarez.

Otra muestra fue que comprometió públicamente a la Gobernadora y al Alcalde, con estrechada de mano incluida, para la construcción de un centro Sacúdete (lugares para exponer el emprendimiento de microempresarios) “ponga un lotesito Alcalde; Gobernadora ponga usted un poquito (plata) y les traemos el centro”, les dijo.

Así mismo, comprometió al Ministerio de Transporte a la construcción de vías terciarias para que los microempresarios saquen sus productos.

 
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Sus ministros fueron los del espejo retrovisor

Duque ha mantenido su promesa de no aplicar el espejo retrovisor. Pero sus ministros sí lo hicieron, sobre todo en el tema de presupuesto y la ‘olla raspada’ de la administración Santos.

Por ejemplo, la ministra de Transporte Ángela Orozco, dijo que encontró “el presupuesto desfinanciado” y sin dar mayores detalles, dijo que hay un faltante de 5 billones de pesos en ejecuciones. También anunció revisiones con el Ministerio de Hacienda para cumplir lo que ya está comprometido.

Otra queja vino de la Dirección de Prosperidad Social, en manos de la ex senadora uribista del Valle, Susana Correa. Dijo que había más de mil obras sociales inconclusas en Valle, unas porque no tienen interventoría y otras por falta de planeación, por lo que solo hasta solucionar eso podrá contratar. “El Gobierno dejó vigencias futuras hasta 2019. Hasta que no se hagan esas obras no podemos contratar más”, advirtió.

 
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Contrapunteó con Dilian en la seguridad

En medio de su estilo de no cazar peleas públicamente (“en estos espacios es donde se verá su carácter conciliador”, nos dijo una de las personas de su comitiva), Duque tuvo “observaciones”, como las llamó, a la Gobernadora del Valle por la seguridad y los asesinatos en el departamento.

Duque se quejó, por ejemplo, de que la tasa de homicidios en el departamento sea una de las más altas del país, más de 50 por cada 100 mil habitantes, mientras que el nivel nacional va por la mitad (algo que, como hemos contado, tiene que ver con una consecuencia del tráfico de drogas en todo el Pacífico).

“Pero sí hemos hecho esfuerzos y trabajado por la seguridad. Le voy a pedir a los comandantes de Policía que le cuenten”, respondió Toro, a lo que el Presidente le dio que la queja no es para “desestimular”, sino para dar resultados en los primeros 100 días de su Gobierno.

Al final, el Ministerio de Defensa recalcó que la estrategia lanzada la semana pasada con la Policía, llamada ‘El que la hace la paga’, enfocará 66 operaciones de la Policía en el Valle, de un total de 580 que tiene planeadas durante los primeros 100 días de Gobierno para mostrar resultados.

 
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Nulo juego a los políticos

Una de las improntas del Presidente en el tema local es el poco protagonismo a los políticos en sus giras regionales. Al igual que en Girardot la totalidad de los que hablaron fueron líderes, ciudadanos, colectivos o personas inscritas para hacerlo.

La Presidencia invitó a todas las bancadas (41 en total), de los cuales asistieron 11. No fue la bancada de La U (solo la representante Norma Hurtado que responde a la Gobernadora), ni tampoco los tres senadores de Cambio Radical.

Aunque Duque prometió darle la palabra “a los congresistas que nos acompañaron”, al final, acusando la falta de tiempo, los congresistas que asistieron se quedaron sin tomar el micrófono.

Solo hizo referencia a la clase política del departamento cuando recordó que entre su nuevo gabinete hay tres vallunos, el canciller Carlos Trujillo, la ministra de Cultura, Carmen Vásquez y la directora del DPS, Susana Correa.

Ante la falta de tiempo al aire, los que se quedaron se pusieron a gestionar por su lado.

El uribista Christian Garcés estuvo hablando con comunidades, mientras que John Harold Suárez (fuerte en el norte del Valle luego de dos alcaldías y ser jefe político del mandatario de Buga), estuvo pidiéndole a los comandantes de Policía que gestionaran más presupuesto para la gasolina que usan, algo que subsidian los Alcaldes y los desfinancia, según nos dijo.

Aunque podría ser una labor de lobby de los mandatarios, lo vimos fungiendo el rol ante su ahijado político, Julián Latorre.

Otros se quedaron para la foto para redes

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