“La manera en la que se gobernó a Bucaramanga estos cuatro años no tiene nombre”: Sebastián Hiller

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Sebastián Hiller, director de Vanguardia Liberal.

Vanguardia Liberal, el periódico más influyente de Santander, en los últimos cuatro años puso en la agenda informativa del departamento temas de corrupción en contratación, tráfico de influencias y manejos administrativos irregulares en los principales gobiernos del departamento.

Vanguardia Liberal, el periódico más influyente de Santander, en los últimos cuatro años puso en la agenda informativa del departamento temas de corrupción en contratación, tráfico de influencias y manejos administrativos irregulares en los principales gobiernos del departamento. 

Sebastián Hiller Galvis, su director, habló con La Silla e hizo su balance del 2015 que se fue y dio sus pronósticos para el 2016 que inicia.

La Silla Vacía: Tras este año electoral ¿Para usted cuál fue el cambio más representativo en 2015 en Santander?

Sebastián Hiller: Definitivamente es el golpe de opinión que dio la ciudadanía el 25 de octubre, particularmente para el caso de Leonidas Gómez, quien con 230 mil votos se convirtió en un fenómeno electoral que refleja mucho el cansancio de la gente con todo lo que ha venido pasando.

LSV: Si bien esa es la primera lectura que se puede hacer, en el caso de las corporaciones es un hecho que las maquinarias triunfaron…

SH: Lo que pasó en Santander es lo que pasa siempre en las elecciones nacionales pero a nivel micro. Si usted ve normalmente lo que pasa en las elecciones  del Presidente de la República es que el voto de opinión y el voto independiente pesa mucho más que en las elecciones legislativas donde normalmente el voto amarrado sigue siendo el que manda, si eso se traslada a lo local es la misma lectura. Para los cargos grandes pesó el voto de opinión y para las corporaciones siguió siendo el voto clientelista, amarrado y comprado el que triunfó. Es una buena señal lo que sucedió, sin que eso implique que el voto de maquinaria esté derrotado, ojalá no se fortalezca para las próximas elecciones.

LSV: En los últimos cuatro años, Vanguardia denunció varios hechos de corrupción en las dos administraciones más grandes del departamento ¿Cree que eso influyó  en los resultados electorales?

SH: Sí, claro que influye. Vanguardia  cumplió con su papel de abrirle los ojos a la gente, y si bien hay muchos que no ven lo que denunciamos como algo grave o no se dan por enterados, siempre hay otros ciudadanos que ven lo que ha sucedido a través de las denuncias del periódico y actúan al respecto.

LSV: ¿Qué balance hace del gobierno de Luis Francisco Bohórquez?

SH: Yo creo que Bucaramanga ha tenido buenos gobiernos, regulares gobiernos,  malos gobiernos y una categoría aparte que es la de Luis Francisco Bohórquez e Iván Moreno, esos están fuera de toda competencia. La manera en la que se gobernó Bucaramanga estos últimos cuatro años no tiene nombre.

En este departamento y en los municipios pasó absolutamente de todo, se dieron las irregularidades más claras y manifiestas y para los entes de control no ha pasado nada.

Sebastián Hiller

LSV: ¿Y cuál es el balance para la Gobernación?

SN: Digamos que ese afán de saqueo que se veía en todas las dependencias de la administración municipal, no sé si se daba tan generalizado allá, pero de todas maneras también pasaron cosas graves en la Gobernación.

LSV: ¿Entonces la gran deuda es la de los entes de control?

SN: Con los entes de control pasa exactamente lo mismo que ha pasado con todas las instituciones de los tres poderes del Estado y es que están completamente politizados y en esa medida trabajan para todos los sectores políticos y no para la ciudadanía. Ahí están  las consecuencias. En este departamento y en los municipios pasó absolutamente de todo, se dieron las irregularidades más claras y manifiestas y para los entes de control no ha pasado nada.

LSV: Si bien no fueron elegidos en 2015, la bancada del departamento en el Congreso cumplió un año ¿Cómo califica la gestión?

SN:¿Cuál gestión? La bancada se preocupa por sus propios intereses, ahí no hay nada más.

LSV: En 2015 hubo un punto de quiebre en el mundo político de Santander. Alejandro Galvis, presidente de Vanguardia, renunció al Partido Liberal por el aval que le entregaron a Didier Tavera, quien resultó elegido gobernador ¿Cómo va a ser el cubrimiento del periódico de esa administración? 

SH: Hay que tener muy claro que una cosa son las páginas de opinión del periódico, y otras son las páginas informativas. Alejandro Galvis como presidente corporativo de Vanguardia expresó sus opiniones, pero en las páginas informativas del periódico el Gobernador que asume a partir del 1 de enero es una fuente de información más y así va a ser tratado.

LSV: El caso de Rodolfo Hernández es completamente opuesto. Alejandro Galvis es cercano a él.

SH: Va a ser exactamente lo mismo, va a ser otra fuente de información. Tanto para la Gobernación como para la Alcaldía lo que sea bueno se publicará y lo que sea malo también. En las páginas de opinión se opinará al respecto.

LSV: ¿Cómo ha visto la manera en la que se están perfilando los nuevos gobiernos?

SH: En el caso de la Gobernación es muy poca la información que se conoce  hasta ahora, para el caso de la Alcaldía con los nombramientos uno ve que hay una intención sana de hacer las cosas distintas a lo que han hecho Luis Francisco Bohórquez y el Partido Liberal, y afortunadamente la ciudadanía les pasó la cuenta de cobro porque lo que hicieron estos cuatro años no tiene nombre.

LSV: ¿Cómo se imagina los primeros meses de esos gobiernos?

SH: En 2016  a Rodolfo le va a tocar entrar a hacer unos ejercicios de ingeniería financiera muy grandes, porque la verdad es que no le dejan ni siquiera la olla raspada, lo dejan sin olla. Va a ser muy difícil que en la situación lamentable en la que queda el municipio él pueda hacer algo, y se va a gastar un buen tiempo tratando de sanear, ojalá la ciudadanía lo entienda así. En la Gobernación aún es muy difícil porque es muy poco lo que se sabe, si me hace la pregunta en seis meses le puedo contestar claramente.

LSV: Pasando a otro tema ¿Cómo ve el proceso de paz?

SH: Personalmente siempre he sido escéptico frente a las Farc, pero también hay que aceptar que esta es la vez que más cerca se ha estado de lograr la paz. Lo que queda como ciudadano no es sino hacer fuerza para que todo salga bien y se concrete el acuerdo, y particularmente para que si se da el postconflicto se lleve de la manera en la que debe ser porque donde fracase en cinco años vamos a estar en las mismas.

Una de las preocupaciones que tenemos aquí, y que fue publicada en el editorial del 27 de diciembre, es que uno de los puntos en La Habana era el de cómo se iba a manejar la corrupción, y de eso no se ha hablado nada, ni las Farc, ni el Gobierno, ni nadie.

Sebastián Hiller

LSV: ¿Considera que el Estado si va a llegar tal y como lo está planteando a todas las zonas que han afrontado la guerra en el país, entre esas, para el caso de Santander el Magdalena Medio?

SH: Ahí volvemos a hablar de lo mismo. Yo lamentablemente creo que con estos niveles de corrupción que hay en el Estado, fondos para que lleguen a todo el territorio nacional traducido en bienestar no los va a haber, jamás van a alcanzar. Es que lamentablemente todo se lo roban y así es muy difícil. Precisamente una de las preocupaciones que tenemos aquí, y que fue publicada en el editorial del 27 de diciembre, es que uno de los puntos en La Habana era el de cómo se iba a manejar la corrupción, y de eso no se ha hablado nada, ni las Farc,  ni el Gobierno, ni nadie, y lo tienen como si fuera un tema secundario cuando si uno se pone a mirar realmente ese es el principal problema del país para todo.

LSV: ¿Entonces cree que hay  riesgo de que el postconflicto fracase?

SH: Sí, yo sí lo creo. El Estado no tiene ni la contundencia de sus fuerzas armadas, ni la capacidad para traducir en obras y en inversión pública lo que están demandando muchos sectores que están en la miseria o en el olvido. Entonces, si unos firman y no pasa nada, simplemente van a llegar otros a llenar los vacíos que dejan los que firmen la paz, y eso suponiendo que la paz la firmen todos porque eso es lo que está por verse.

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