Silla Santandereana

Carime Rodríguez Rodríguez, secretaria general de la Unipamplona

Desde que arrancó el mes, los sindicatos y la rectoría están enfrentados por el nombre de quién se convertirá en el secretario general.

 

Aunque con la llegada de Ivaldo Torres a la rectoría de la Unipamplona, el liberal Alejandro Carlos Chacón se quedó con el manejo de esa universidad tras una puja política que puso en competencia a varios de los poderosos de la región, el pulso por quienes ocuparán los cargos estratégicos de esa institución aún no ha terminado.

Desde que arrancó el mes, los sindicatos y la rectoría están enfrentados por el nombre de quién se convertirá en el secretario general, cargo que aunque es uno de los más poderosos del engranaje organizacional de la Unipamplona porque es el que coordina directamente todos los temas académicos, tradicionalmente ha estado en manos de los profesores de planta y al margen de acuerdos políticos.

 

La pelea se desató el primero de febrero cuando fue nombrada Yanet Carime Rodríguez, una abogada que entró a la Unipamplona a mediados de 2016 en la rectoría de Elio Serrano -también allegado a Chacón- como su asistente, y quien desde ese entonces ha pasado por otros cargos en las oficinas de jurídica y de contratación.

Si bien ese nombramiento no está en firme, desde que empezó a tomar forma la posibilidad de que dejaran a Rodríguez en ese cargo definitivamente los dos sindicatos de profesores de la Unipamplona empezaron a protestar.

Las razones fueron dos: por un lado sintieron que el rector desconoció a todos los profesores al no abrir una convocatoria para que quienes son de adentro de la universidad se postularan para el cargo;  y por otro, con el nombramiento de Rodríguez sintieron que se volvió latente la posibilidad de que se politice hasta el lado académico de la Unipamplona.

Y es que según tres integrantes de los dos sindicatos y tres profesores independientes que hablaron por aparte con La Silla, la trayectoria de Rodríguez habla más de ella como política que como académica.

"Ella no conoce ni entiende la dinámica de los procesos académicos de la institución, tiene que ser una persona de adentro... y obedece a los intereses de quienes la ponen allí... Eso significaría que la universidad no tendría ni siquiera una voz académica para temas netamente técnicos”, le dijo a La Silla una de esas fuentes.

Precisamente, en 2015 Carime Rodriguez fue candidata al Concejo de Cúcuta con el aval del  Partido Liberal. Aunque se quemó en su aspiración, obtuvo 4.153 votos y ha estado acompañada por varios políticos rojos del departamento.

Por ejemplo, su aspiración contó con el respaldo del exconcejal de Cúcuta Julio Vélez Trillos, un tradicional político liberal de esa ciudad que ocupó la curul por 24 años, y quien se la heredó a su hijo Julio Vélez González, quien está siendo investigado por el asesinato de su esposa y del diputado venezolano Robert Serra.

"Sí la apoyé con mi organización política construida en 20 años de trabajo político”, le dijo Vélez a La Silla sobre su respaldo a Carime Rodríguez.

Vélez es a su vez allegado político del representante liberal Alejandro Carlos Chacón, a quien le hizo campaña en las elecciones de 2014, y a quien según sus cuentas le puso 3.000 votos.

Si bien, sobre si aún son cercanos hay versiones encontradas, y mientras que dos liberales nos contaron que hacen parte del mismo grupo político, y Vélez aseguró que se distanciaron porque la derrota de Carime Rodríguez obedeció a que el representante “nos prometió unos votos en la zona rural, 1.200… y nunca nos cumplió”; La Silla encontró que Jimena Andrea Vélez González, hija de Julio Vélez Trillos, por lo menos hasta septiembre del año pasado, hizo parte de la Unidad de Trabajo Legislativo de Chacón.

Sin embargo, la relación entre Rodríguez y Chacón data de más atrás.

Ella le reconoció a La Silla que conoce al Representante liberal desde que era estudiante debido a que el congresista fue su profesor; no obstante, sobre su relación política aseguró: “no tengo compromisos con él ni con nadie”.

El perfil político de Carime Rodríguez incluso sigue vigente, y actualmente está defendiéndose en una demanda de nulidad electoral en el Tribunal Administrativo de Norte de Santander con la que buscan el reconteo de los votos que obtuvo en las elecciones de 2015.

Así mientras Rodríguez defiende sus resultados en la lista liberal al Concejo de Cúcuta, también ocupa el principal cargo operativo de la Unipamplona.
 

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