La pelea López-Petro ya es más por el 2022 que por Bogotá

La pelea López-Petro ya es más por el 2022 que por Bogotá

El señalamiento que hizo ayer la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, según el cual “con la dotación que les dan dirigentes de Colombia Humana, (jóvenes de Primera Línea) pinchan, bloquean y secuestran buses”, detonó un nuevo choque a través de Twitter entre ella y Gustavo Petro, máximo líder y próximo candidato presidencial de ese movimiento.

Durante la conmemoración de los dos meses del Paro Nacional el caos se apoderó de un sector de la localidad de Usme, al sur de Bogotá Integrantes de la Primera Línea, el grupo de jóvenes que se enfrenta al Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad), retuvieron seis buses del SITP. En algunos casos, obligaron a sus conductores a llevarlos a puntos que ellos les indicaron, y en otros les desinflaron las llantas.

Al responsabilizarlos de un delito como el secuestro, al tiempo que los vinculó al movimiento de Petro, López generó una ola de indignación desde el petrismo y sectores y políticos afines que, por lo pronto, piden pruebas.

López, hasta ahora, ha presentado pruebas, pero se quedan cortas para demostrar una relación directa entre quienes retuvieron los buses y el petrismo.

Sobre todo, la alcaldesa mantiene la línea de asociar los desmanes que siguen en las calles al discurso de Petro que, en particular en Twitter, apela a la indignación. Como lo trinó Augusto Reyes, que fue estratega de campaña de López y ahora la asesora en el Palacio Liévano:

Desde hace una semana López viene cuestionando a Petro. Pero lo ha hecho más en clave de ponerlo contra las cuerdas como candidato presidencial que como mero contradictor de su administración en Bogotá. Es una narrativa funcional a la campaña de un sector de su partido, la Alianza Verde, para el 2022, que ve como su principal rival para pasar a la segunda vuelta es Petro.

Y la respuesta de Petro ha tomado la misma tónica.

El cálculo de encasillar al otro en un extremo

La pelea entre Claudia López y Gustavo Petro comenzó con el frustrado intento de aliarse en la campaña por la Alcaldía de Bogotá en 2019. Durante 2020, primer año de la administración, el choque tuvo como foco la discusión sobre el modelo de ciudad que ella propone, y ahí el petrismo asoció a López como la continuación de la visión del exalcalde Enrique Peñalosa.

De hecho, el año pasado ella escogió como sparring más al presidente Iván Duque, sobre todo por sus diferencias en la gestión de la pandemia, que a Petro.

Pero este 2021, con el Paro, Petro mantuvo su oposición, sobre todo en el manejo de la protesta social y responsabilizó a López de las muertes producto de la brutalidad policial.

Como respuesta, desde hace una semana, y de manera sostenida, López se ha pronunciado contra Petro como un candidato que, en busca de la Presidencia, pretende radicalizar a quienes están en la calle:

Cuando se cumplen dos meses del paro, López decidió ir mucho más allá. No solo habló del discurso de Petro, sino que relacionó directamente a la Colombia Humana de promover actos de vandalismo, como los que se vieron ayer en Usme. 

Como evidencia menciona la colecta de Gustavo Bolívar, con la que se dotó a jóvenes de las primeras líneas con cascos, guantes y gafas. También señala las noticias falsas que difundió la concejal petrista Heidy Sánchez sobre ambulancias que supuestamente habían servido para llevar armas a la Policía, cosa que no pasó, como contamos

Entre otras pruebas, hay unas fotografías de Wyllimer Rincón, un líder de la Colombia Humana en Usme. En estas se le ve saludando y repartiendo unas bolsas negras a jóvenes encapuchados y con cascos. En conversación con Blu Radio, Rincón defendió que donó papas para la olla comunitaria. También dijo que sí ha repartido cascos y elementos de dotación en otros momentos, pero que eso no significa que apoye el vandalismo. Aunque reconoció que es posible que las donaciones de cascos terminen en manos de jóvenes que pueden estar involucrados en hechos violentos.  

Por último, se conoció hace ocho días un audio de Carlos Chuniza, un joven que sí incita a los enfrentamientos: “Vamos a cuadrar ese quilombo mañana con los tombos. Les hago la invitación (…) La idea es subir y bloquearles la Y (entrada a Bogotá) y armar un mierdero en el sur, que lo sientan (...) Acá los tombos están muy relajados y hay que darles duro también”. Sin embargo, Chuniza le dijo a La Silla que no pertenece a ningún movimiento político y que se arrepiente de lo que dijo.

El secretario de Gobierno, Luis Ernesto Gómez, le dijo a La Silla, en línea con la alcaldesa, que “hay integrantes de la Colombia Humana que han generado situaciones complejas en materia de radicalización como la concejala Sánchez y algunos líderes locales”.

Pero también reconoció, en un mensaje que contrasta con el que ha enviado Claudia López, que “no he visto nunca a Petro haciendo llamados a la violencia”. Y agrega: “la congresista María José Pizarro (de Colombia Humana) ha ayudado incluso a entablar el diálogo, por lo que le agradezco. Seguramente Gustavo Bolívar hizo esa vaca para dotación de la primera línea de buena fe, pero todos hemos visto el nivel de violencia de algunos de los integrantes de ese grupo en las calles. Eso no se debe tolerar”.

Hasta ahora se puede señalar que el petrismo ha apoyado a jóvenes en las manifestaciones y que algunos de sus integrantes han caldeado los ánimos, pero no de que sean responsables o que promuevan la violencia en las protestas. 

Pese a esto, la apuesta de la alcaldesa de Bogotá por asociar la figura de Petro con el vandalismo lo puede perjudicar por dos vías:

Fue el senador petrista Gustavo Bolívar, y no Petro, el que hizo la vaca para dotar a la Primera Línea, que es lo que toma Claudia López como base para señalar a toda la Colombia Humana de estar auspiciando no solo las protestas, sino los actos vandálicos en los que esos jóvenes se ven involucrados:

El discurso de la alcaldesa le endilga a Petro la responsabilidad política de la vaca para la primera línea. Esto a pesar de que el candidato no estuvo de acuerdo con esa estrategia, como nos dijo fuera de micrófono una fuente que lo supo de primera mano: “Petro se molestó con Bolívar. Dijo que esa plata la habían debido usar en recuperar los ojos de las personas que se habían perdido. Él (Bolívar) jugó a ser el Jesucristo de las marchas y nos está embalando a todos”. 

Otras fuentes de Colombia Humana coinciden en que la iniciativa de la vaca fue exclusivamente de Bolívar. “Le cobran a Petro todo lo que dice la gente a su alrededor, como si él le dictara las cosas a cada uno, y eso no es así”, le dijo a La Silla la concejala de la coalición de la Colombia Humana Heidy Sánchez.

El propio Bolívar le dijo a La Silla Vacía hace un mes que no consultó la vaca con Petro, pero que este no le llamó la atención: “No le toqué el tema. Seguramente si no me ha dicho nada es que no le parece mal, a veces tengo mis salidas en falso y él me dice. Los otros congresistas no se han sumado, les da miedo. A mí me vale huevo perder lo que sea”.

Al menos públicamente es lo que ha pasado: Petro no ha cuestionado la vaca y por eso sus críticos le cobran la responsabilidad política. Y aunque ha llamado a la movilización pacífica, en medio de los señalamientos de sus críticos a que está detrás de la violencia no se ha pronunciado sobre hechos concretos de vandalismo y violencia que han generado mucho rechazo, como la retención de los buses ayer o la muerte del motociclista Camilo Vélez Martínez el fin de semana cuando pasaba por el Portal de las Américas y terminó degollado con una cuerda que habían atravesado en la zona. La primera línea ha dicho que no la puso.

Petro ha repetido varias veces que enfrentar a la Policía es un trampa, pero hoy respaldó la colecta de Bolívar para la primera línea al retrinar un trino que dice que los cascos y gafas que ha distribuido el senador de Colombia Humana no incentivan los choques con la Policía.

Como contamos, durante la protesta el líder de Colombia Humana dio tumbos sobre su posición: el discurso moderado de sus intervenciones en video y entrevistas contrastó con la postura de algunos de sus aliados como Bolívar y con la información falsa que el propio Petro ha difundido. 

De ahí que López tenga cómo cuestionarlo, con un elemento adicional: refuerza el aumento en el tono y en la frecuencia de las críticas que últimamente también le ha hecho Fajardo (el precandidato de su coalición), que le apuntan a lo mismo: perfilarse como el candidato por fuera de los extremos, en los que incluye a Petro y al uribismo.

Pero López lo hace con un lenguaje más directo y crudo. Además, puede tener más resonancia porque ella tiene más exposición mediática y en redes sociales. Tan solo en Twitter ella tiene 2,6 millones de seguidores, frente al 1,5 millones de Fajardo.

Petro les ha respondido a ambos. Y en particular a la alcaldesa, que le ha hecho más ruido. La señala de volcarse a la derecha y de hacer parte de una campaña de derecha para atajarlo en 2022.

Para eso aprovecha el respaldo que el propio Álvaro Uribe le dio a López en sus señalamientos contra la Primera Línea y la Colombia Humana:

Esta tarde, al criticar un caso de evidente abuso policial, Petro, por ejemplo, puso a Claudia al nivel de Duque:

Con un discurso más moderado, la representante María José Pizarro, de Colombia Humana, le dijo a La Silla que no considera que haya una alianza entre la alcaldesa y el uribismo, pero sí posiciones cercanas: “No creo que esté aliada con Uribe, pero sí le interesa posicionarse como la centroderecha en nuestro país. Esto le deja muy claro al electorado dónde está la centroizquierda y quiénes están más cercanos a las posiciones de derecha”.

Para repeler el equiparamiento al uribismo que le hace Petro, López tiene a su favor su historia como dura crítica de ese movimiento, que el Centro Democrático también le ha hecho oposición y que incluso la semana pasada el propio Uribe calificó su Alcaldía como de “resultados nefastos”.

Pero ha habido hechos que le restan en esa pelea (o que al menos le dan más combustible al petrismo) como el ruido que le hizo la reciente renuncia de su director de Derechos Humanos, precisamente por diferencias sobre la visión que tiene la Alcaldía de López en ese aspecto, que, por ejemplo, también ha denunciado la violencia contra policías.

Lo que está por verse es si la estrategia de Petro para igualarla a la derecha uribista le termina pegando a Fajardo, que apuesta por diferenciarse del gobierno Duque y venderse como un cambio.

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