Las jugadas de Tarsicio Mora

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Tarsicio Mora fue presidente de la Central Unitaria de Trabajadores pero por diferencias con los dos bloques que dirigen el Comité Ejecutivo tuvo que dejar su silla.  Foto: Juan Pablo Pino.

 

 

Tarsicio Mora, el presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) desde el 2008 hasta la semana pasada, se enteró un día antes de la conmemoración del Día del Trabajo el primero de mayo que tres días después quedaría desempleado.

 

Mora se enteró que 19 de los 21 miembros del Comité Ejecutivo de la CUT, la central sindical más grande de Colombia, habían acordado el fin de su mandato como presidente. “Fue un golpe de Estado”, dijo Tarsicio Mora a La Silla Vacía. 

El descontento con Tarsicio
Domingo Tovar es miembro del Polo, pero el pasado jueves fue elegido como nuevo presidente de la CUT por la corriente más cercana al Movimiento Progresistas que está en el sindicalismo.
Después de la nueva elección del presidente de la CUT, ganó el sector del progresismo más cercano a los senadores Jorge Guevara (foto) y Luis Carlos Avellaneda. 
Julio Roberto Gómez es presidente de la CGT, la segunda central sindical más grande del país después de la CUT. Por las diferencias entre este y el sector más de izquierda en la CUT, Mora perdió el apoyo del sector democrático de su central sindical.

Los 21 miembros del Comité Ejecutivo de la CUT son elegidos por todos los sindicalistas asociados a esta central. Y estos 21 miembros se dividen en dos bloques.

Por un lado está el sector que se hace llamar ‘democrático’. Tiene ocho miembros en el Comité Ejecutivo y es cercano al movimiento Progresistas de Gustavo Petro. Hay seis progresistas cercanos a los senadores Luis Carlos Avellaneda y Jorge Guevara. Los otros dos son Ligia Inés Alzate, de la Escuela Nacional Sindical, y un liberal llamado Francisco Maltés.

Por el otro lado, está el sector que se llama a sí mismo ‘clasista’ porque defiende la lucha de clases. Tiene 13 miembros en el Comité Ejecutivo que son del Partido Comunista, del Moir (movimiento cuya cabeza es el senador Jorge Enrique Robledo), Sintrainagro (sindicato de bananeros del Urabá) y del magisterio de Santander asociados al antiguo partido Convergencia Ciudadana.

El bloque ‘democrático’ y el ‘clasista’, aunque enfrentados desde hace varios años sobre cómo debe conducirse el sindicalismo, en esta ocasión estaban de acuerdo en que Tarsicio Mora tenía que salir de la dirección de la CUT. Sus razones eran diferentes.

“Mora es muy dedicado a sus aspiraciones políticas”, dijo a La Silla uno de los miembros del bloque ‘clasista’, haciendo referencia a la campaña que hizo Mora al Congreso en el 2010. “No lideraba temas sindicales, resquebrajó la unidad del movimiento sindical cuándo decidió irse a las regiones a ver a qué gente ponía de su lado para sus intereses electorales.”

Del lado del bloque ‘democrático’ había molestias por la decisión de Mora de alejarse del Comando Nacional Unitario, una instancia de coordinación y encuentro entre las tres centrales obreras más grandes del país.

Lo vieron como un retroceso para la unión del sindicalismo en Colombia. Ellos creen que deberían tener un frente común en temas como, por ejemplo, la violencia sindical. Además le criticaron a Mora que tampoco quisiera unise a la Internacional Socialista, organización en la que participan miles de sindicatos alrededor del mundo, y donde están partidos socialistas, laboristas o social demócratas. Es decir, la izquierda moderada. En Colombia, el Partido Liberal pertenece a esta organización.

“Aunque comparto temas de la Internacional Socialista, creo que está más metida en los intereses partidistas”, dijo Mora a La Silla. Y explicó que la razón por la que decidió alejarse del Consejo Unitario es que allí está la Central General de Trabajadores (CGT), la segunda más grande del país. Esa central es dirigida por Julio Roberto Gómez, quién apoyó al vicepresidente Angelino Garzón en las pasadas elecciones (y, por ende, también a Juan Manuel Santos). (Ver historia)

La jugada maestra

Mora llegó a la presidencia de la CUT gracias al bloque ‘clasista’, al que representaba. Pero, la semana pasada, cuando supo que los dos bloques pensaban sacarlo de la Presidencia, no se quedó quieto.

Mora le ofreció una alianza al sector ‘democrático’ de la CUT para que con su voto y el de dos miembros muy cercanos a él lograrán derrotar al candidato del bloque ‘clasista’, que tenía 13 votos (contando los de ellos tres).

Como los del bloque ‘democrático’ no querían que Mora se quedara como presidente, éste propuso elegir a Domingo Tovar, quién ya había sido director de derechos humanos en la CUT y varias veces elegido como miembro del Comité Ejecutivo.

Tarsicio ganó: los ocho votos del sector 'democrático' se volvieron 11 (con el de Tarsicio, Tovar y Gilberto Martínez) y el bloque ‘clasista’ quedó en minoría.

De hecho, Tarsicio ganó por doble partida, porque el candidato del bloque 'clasista' Alejandro Pedraza era hasta ese momento el encargado de la Secretaría de asuntos internacionales (una de las más apetecidas en la CUT) y Tarsicio se quedó con esa silla a cambio de su apoyo al otro bloque. Ahora Pedraza está en el Departamento de relaciones con los sectores sociales, una de las dependencias menos llamativas en el sindicato.

“En este momento los del sector ‘clasista’ están odiando a Domingo Tovar, y a Tarsicio, dicen que son unos voltearepas”, dijo a La Silla uno de los sindicalistas de ese sector que estuvieron pendientes de todo el proceso de elección. “Yo creo que Tovar será un excelente delegado”, dice Tarsicio. 

Las otras jugadas

Lo curioso es que no es la primera vez que Tarsicio Mora salta de un grupo a otro. Hay otras dos jugadas, que los sectores sindicales consultados por La Silla recuerdan muy bien.

Cuando comenzó su carrera como líder sindical, Mora pertenecía al Partido Comunista y después de terminar una maestría en Educación de Adultos en la Universidad de San Buenaventura, fundó en 1982 la Cooperativa de Trabajadores de la Educación de Cundinamarca. Ahí comenzó su trayectoria como líder sindical del magisterio, que lo llevó a convertirse en el presidente de Fecode en 1988. Pero a finales de los noventas la dirección de Fecode decidió retirlarlo de su cargo alegando malos resultados, y el Partido Comunista puso como su reemplazo a la actual senadora Gloria Inés Ramírez.

Entonces Mora rompió con el Partido Comunista. Y decidió lanzarse en 2002 al Senado con el Frente Social y Político, liderado entonces por el ex alcalde de Bogotá Luis Eduardo Garzón. Aunque se quemó en la contienda, Mora comenzó a militar en el Polo Democrático Independiente, el antecesor del Polo actual y asociado a lo que sería hoy el ‘bloque democrático’ de la CUT.

En 2008, vio la posibilidad de ser elegido como presidente de la CUT. Ahí dio su segunda voltereta. En ese entonces, el candidato del bloque ‘democrático’ para presidir esta central sindical era Boris Montesdeoca, el actual concejal de Bogotá del Movimiento Progresistas. Montesdeoca contaba con 11 votos de los 21, incluyendo el de Mora. Pero éste prefirió cambiarse de bando y aliarse con el bloque ‘clasista’ a cambio de que lo eligieran presidente a él. Así logró ganar con 11 votos a favor (incluyendo el suyo) contra 10 de Montesdeoca.

Durante su dirección en la CUT, Mora rechazó la firma del TLC y fue uno de los contradictores de Álvaro Uribe, a quién acusó de no respetar los convenios suscritos con la OIT. Eso le sirvió para convertirse en una figura pública nacional. De hecho, el año pasado, fue considerado como posible candidato a la Alcaldía de Bogotá por el Polo Democrático, antes de que se definiera que el candidato sería Aurelio Suárez.

“Yo logré darle visibilidad al tema sindical en el país, logré una discusión seria con el gobierno”, dice Mora a La Silla, defendiendo su gestión.

Sin embargo, los sectores sindicales más cercanos a Progresistas están felices por su salida, igual que algunos independientes que creen que sin él será más fácil unir al sindicalismo.

En cambio, en el sector 'clasista' más bien quedó el sabor de la derrota. “Sentimos que Tarsicio Mora se fue a Progresistas, y que la CUT prefirió una coalición de 11 a una gran coalición”, dice uno de los miembros del Moir. 

¿Es una victoria para Progresistas?

“Los miembros de la central obrera que pertenecen a Progresistas fueron determinantes para que en un nuevo acuerdo fuera elegido Tovar y no Pedraza”, explica un artículo de análisis de la Corporacion Nuevo ArcoIris.

Aunque no cabe duda que el bloque llamado ‘democrático’ cercano a Progresistas aparece como el gran ganador porque impuso su candidato con 11 votos, lo que queda por esperar es qué tan petrista resulte Domingo Tovar, el nuevo presidente de la CUT.

Tovar ya no es tan cercano al Moir ni al Partido Comunista pero sigue perteneciendo al Polo. Así que decir que Progresistas puede ya cantar victoria es un poco apresurado. Pero lo cierto es que hay una diferencia clara entre la presidencia que planea hacer y la que realizó Mora.

“El Comité Ejecutivo de la Central iniciará de forma inmediata un proceso de diálogo con las Centrales Sindicales CTC, CGT y CPC, en perspectiva de reactivar el Comando Nacional Unitario”, dice un acuerdo firmado por el nuevo director de la CUT. Su decisión es volver a entrar al Comando del que se alejó Mora.

Con esta decisión, el sindicalismo podrá ser más fuerte frente al TLC o en el momento de realizar denuncias internacionales ante la Organización Internacional del Trabajo u otros organismos internacionales. El primer reto de Tovar será en junio precisamente ante la OIT, donde tendrá que presentar un comunicado conjunto de las tres centrales obreras frente a las elecciones del nuevo Secretario General. Como explicó La Silla Vacía, los sindicatos apoyarán al candidato inglés y no al vicepresidente Ángelino Garzón.

Pero Tovar solo estará a cargo de este puesto hasta junio del 2013, mes en el que se convocarán a nuevas elecciones de Fecode (la federación de sindicatos del magisterio) y de la misma CUT. En ese momento se renovarán los 21 miembros del Comité Ejecutivo y a su director.

Después de los resultados de la última semana, no queda duda que en el año que queda antes de que se den las elecciones habrá una ardua pelea entre el sector ‘democrático’ y el ‘clasista’. Solo falta ver de qué lado queda Tarsicio Mora. 

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