Las seis conclusiones de las legislativas en Cundinamarca

Silla Cachaca

Alfredo Molina, Jorge Rey, Abraham Jiménez y Betty Zorro

Los elegidos a la Cámara no son críticos del Gobernador ni representan renovación. La U se hunde y repunta el uribismo.

En Cundinamarca las elecciones al Congreso no generaron muchos cambios en el mapa político. Sin embargo, se pueden rescatar estas seis conclusiones a partir de los resultados:

1

Rey sigue siendo el Rey

El gobernador Jorge Emilio Rey, que en 2014 fue elegido como representante con 60 mil votos, la más alta de cualquier candidato en ese momento, mantiene su fortaleza en estas elecciones.

Eso debido a que la mayoría de los siete representantes a la Cámara que resultaron elegidos lo han apoyado de una u otra manera.

Por los lados de Cambio Radical, que siguió siendo el partido más votado en Cámara, quedaron Betty Zorro, que repetirá en la Cámara al pasar de 13 mil votos en 2014 a 30 mil este año. Y Leonardo Rico, excontralor de Cundinamarca y cercano a Rey, que llegó por primera vez con 35 mil votos, la mayor votación de Cambio.

Por los conservadores llegó Buenaventura León, que fue de los pocos políticos de ese partido que respaldó la aspiración de Rey a la Gobernación y luego fue su secretario de Gobierno.

De los que repiten están José Caicedo, de La U, y Óscar Sánchez, liberal, que han hecho parte de la coalición de gobierno y han tenido cuotas o funcionarios cercanos en la administración.

Y por el Centro Democrático repite Rubén Darío Molano y llega Hernán Garzón. Ese partido, como nos lo dijo una alta fuente de la Gobernación, tampoco le ha hecho oposición dura a Rey a pesar de que lo enfrentaron en la campaña de 2015.

Por eso es que desde el Congreso el gobernador puede seguirse sintiendo respaldado. En cambio, se quemó Jorge Rozo, que aunque es de Cambio Radical no apoyó a Rey en la campaña y tampoco ha sido cercano durante su gobierno.

 
2

No hubo renovación

Como había anticipado La Silla Cachaca desde que se conocieron las listas a la Cámara por Cundinamarca, no se preveía mayor renovación, y así ocurrió porque los que llegaron fueron reelegidos (Óscar Sánchez, José Caicedo, Betty Zorro y Ruben Darío Molano) o porque no son nuevos en política (Buenaventura León, el candidato de la casa Tamayo, que ya había sido representante durante tres períodos; Hernán Garzón, que fue diputado cinco periodos; y Leonardo Rico, que fue alcalde de El Rosal).

 
3

Sin Molina en el Senado y con una cámara menos, La U confirmó su declive

La esperanza que tenía La U para poner un senador de la región, con Alfredo Molina (que saltaba de Cámara a Senado) se perdió porque éste se quemó a pesar de que tenía el respaldo de cuatro de los cinco diputados de ese partido en la Asamblea.

Esos mismos apoyos tenía su fórmula a la Cámara, el exalcalde de Topaipí, Alejandro Linares, que tampoco logró llegar.

De hecho, la lista pasó de 112 mil votos en 2014 a 88 mil. Para Senado los votos por ese partido se mantuvieron estables en 109 mil.

 
4

El Centro Democrático gana cada vez más fuerza

En 2014 el partido del expresidente Álvaro Uribe logró una curul gracias a que obtuvo en Cámara 74 mil votos, de los cuales 11 mil fueron para el único representante que logró elegir, Rubén Darío Molano. Este año los resultados los multiplicaron por tres, lo que les permitió ganar una curul más, la del exconservador Hernán Garzón.

La lista en Cámara obtuvo 126 mil votos y Molano alcanzó 36 mil.

En Senado, además, la lista que encabezó Uribe pasó de 133 mil a 147 mil.

Eso es importante no sólo para el escenario actual, sino para abonar el terreno de las locales del año entrante si, por ejemplo, se vuelve a lanzar a la Gobernación por ese partido Nancy Patricia Gutiérrez, que se quemó con 360 mil votos en 2015 apoyada por el uribismo.

 
5

Cundinamarca se quedó sin senadores locales

Cundinamarca no tendrá el próximo cuatrienio un senador de la tierra. El más opcionado era Alfredo Molina, de La U, pero se quemó, igual que Ángel Custodio Cabrera, que aunque tiene su fortín en Bogotá también ha sido visto como cercano al departamento.

Mauricio Mora, de los verdes, también se hundió con casi 8 mil votos, de los cuales obtuvo en Cundinamarca 5 mil.

Y el excandidato a la Gobernación Rafael Ballén, de la “lista de la decencia”, se quemó con 3.300, de los cuales obtuvo 900 en el departamento.

Asimismo, la zipaquireña, exdiputada y ex candidata al Senado por el partido Centro Democrático Yenny Rozo, se quemó con casi 25 mil votos y en Cundinamarca con 16.500.

Al contrario, el valluno Carlos Abraham Jiménez, de Cambio Radical, obtuvo aquí 17 mil de sus 79 mil votos, gracias a que recibió el respaldo de Juan Carlos Restrepo, el senador cundinamarqués que no aspiró a la reelección.

 

 
6

La centro izquierda ganó más votos, pero sigue sin espacio

Históricamente en las votaciones al Congreso en Cundinamarca han ganado los partidos tradicionales y este año no fue la excepción. Sin embargo, la Alianza Verde y el Polo aumentaron su votación con respecto a 2014.

La lista verde a la Cámara pasó de 15 mil a 43 mil votos, mientras que la de Senado pasó de 19 mil a 75 mil. Y eso, en buena medida, pudo deberse al impulso que le dio a ese partido la participación del exalcalde de Bogotá Antanas Mockus, que obtuvo en Cundinamarca 38 mil votos.

Otra muestra de ese efecto fue lo ocurrido con Diego Cancino, cabeza de lista del partido en la Cámara, que obtuvo casi 18 mil votos, más que la lista hace cuatro años y cuatro veces más que el candidato más votado de los verdes en 2014.

El Polo, por su parte, pasó de tener 15 mil a 18 mil votos en Cámara, y en Senado pasó de 21 mil a 28 mil.

“Los decentes”, a su vez, debutaron con 32 mil votos en Cámara y 33 mil en Senado. Para tener un punto de comparación, en 2014 la UP y la ASI, hoy parte de esa lista, en conjunto alcanzaron para Cámara 8 mil votos, lo que da cuenta de la fuerza que imprimió esta vez la figura de Petro.

 

 

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