Tras su condena, La Mariamulata comienza a transformar su cárcel

Tras su condena, La Mariamulata comienza a transformar su cárcel

Foto tomada de El Universal

La exalcaldesa de Cartagena Judith Pinedo “La Mariamulata” ingresó a la cárcel Distrital de Mujeres el 20 de abril. Lo hizo tras ser condenada porque, cuando era alcaldesa hace diez años, vendió un lote baldío que el Tribunal consideró que era una playa.

Pinedo llegó a la Alcaldía en 2008 venciendo a los clanes tradicionales de Cartagena y su gestión representó un cambio en la forma de hacer política alejada de los grupos políticos que tradicionalmente habían ostentado el poder en la Costa: multiplicó las inversiones en educación, redujo la pobreza un seis por ciento y le apostó a la transparencia. 

Del caso de la venta del lote baldío se agarraron los clanes para atacarla.

Por eso su condena significó un golpe a la decencia política y generó el rechazo de funcionarios de su administración, académicos, líderes sociales y líderes de opinión. 

No obstante, la llegada de Pinedo a la cárcel se ha convertido en una oportunidad para las 60 mujeres de la cárcel Distrital de Mujeres. Esto porque, tras gestiones de la exalcaldesa, se creó una biblioteca donde las reclusas realizan actividades culturales. 

“Judith vio un cuarto desocupado, con libros regados en el piso y con aire acondicionado, y se le ocurrió la idea de hacer una biblioteca. La gestión no fue muy organizada, pero hubo una reacción en cadena de la comunidad y amigos de Judith que hicieron que se concretara la idea”, comenta el esposo de Pinedo y exdefensor del Pueblo, Arturo Zea.

Los amigos de Pinedo, vía grupos de Whatsapp y con apoyos de librerías, recogieron alrededor de dos mil libros. Para eso fue importante la empresaria y traductora Aura Cenzato, quien regó la noticia en el club de lectura Sícalo Pinaud de la librería Ábaco. 

“Cuando me enteré, me interesó porque soy amiga de Judith y admiradora de su gestión como alcaldesa. Además, de mi pasión por la literatura”, afirma Cenzato. La librería Ábaco también aportó la estantería.

También donó libros la librería de Bogotá Santo & Seña y la fundación Traso (antigua fundación Mamonal) dio cinco computadoras.

Pinedo y sus amigos ahora están haciendo gestiones con el área jurídica de la cárcel para que les permitan a las internas comunicarse a través de los computadores con sus familiares y abogados, pues con la pandemia las visitas quedaron prohibidas. Y no se han reactivado a la par con el resto del país.

El director de Caribe Afirmativo, Wilson Castañeda, contribuyó, por su parte, con una radio antigua, amplificadores y memorias USB que servirán para escuchar podcast y para realizar uno entre las internas de la cárcel. La idea es que las mujeres puedan contar sus experiencias de vida.

“Como ciudadano residente de Cartagena experimenté en primera persona el poder transformador que tiene Judith, un poder pedagógico —dice Castañeda— Y ahora que desafortunadamente está privada de su libertad, el mismo vehículo de articulación con otras internas de la cárcel le permitirá poner al servicio ese potencial transformador”.

La biblioteca está disponible todos los días y los viernes, Pinedo está organizando tertulias culturales. El 25 de junio dio una charla sobre el almirante José Prudencio Padilla, que con sus hombres derrotó al Ejército español en 1824 en la conocida Noche de San Juan, marcando la independencia definitiva de la ciudad.

 

El viernes pasado, la tertulia fue sobre las composiciones de música vallenata de Rafael Escalona. Allí Pinedo repartió algunos versos de Escalona y las mujeres debatían cuál era su significado. 

Y la líder social de María la Baja y premio nacional de paz Juana Alicia Ruiz, tejedora de Mampuján, se comprometió a hacer un taller de “sanidad del duelo para aumentar la resiliencia a través del arte de coser tela”. 

“Saber que una mujer tan libre, tan líder, como mi amiga Judith está privada de la libertad  me hizo valorar lo bonito que es la libertad y la necesidad de acompañar a otras personas que están privadas de este don”, dijo Ruiz.

Mientras avanza en el cronograma de la biblioteca, Pinedo espera que avance su proceso.

Su defensa interpuso un recurso de impugnación especial a la condena en segunda instancia, que tendrá que resolver la Corte Suprema. También pusieron una tutela pidiendo su libertad dado que la sentencia del Tribunal de Cartagena no está ejecutoriada. 

En menos de tres meses, y en medio del dolor, La Mariamulata le puso un poco de color a los días grises de la cárcel.

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