No lo es. Aunque el campo ha sido el más azotado por la violencia y siendo el tema de la consecución de la paz el principal tema prioritario de SANTOS y por tanto de su gobierno, no por ello debemos decir que el agro es prioridad. Si nos referimos a la connotación que tiene el concepto de Desarollo rural, tantas veces mencionado por el ex-Ministro JUAN CAMILO RESTREPO, la política agraria de todos los últimos gobiernos en el lapso de 45 años ha carecido del componente social, cuya vértebra es la situación del campesinado. No sólo se le ha desplazado a las grandes y medianas ciudades, donde padece situaciones de oprobio y miseria, sino que, además, la asistencia técnica, la política de precios para un adecuado y rentable mercadeo de lo poco que produce ha estado ausente. Desde el gobierno de GAVIRIA las políticas dirigidas al agro se han circunscrito a la gran producción agropecuaria no generadora de empleos ni de la gran producción de alimentos que es lo que necesita el país

No parece que lo sea. Las declaraciones oficiales hablan de su importancia, los pre-acuerdos de la Habana también. Se crea la Misión para la Transformación del Campo y se hace el censo agropecuario (que confirma la dramática situación de pobreza y abandono en que vive). Pero se le recorta enormemente el presupuesto, se desmonatn los pocos programas relativamente exitosos que tenía el Ministerio de Agricultura, se desmantela a la entidad, se reparte el presupuesto sin sentido con las gobernaciones en vez de dedicarlo a bienes públicos. Lo que se dice con la boca, se borra con las manos...

No lo ha sido para ningún gobierno en los últimos 100 años. Prueba de ello son los resultados del censo agropecuario en donde se ratifica el abandono del campo colombiano, el cual fue reconocido por el propio Presidente. La simple estadística de haber tenido 100 Ministros en 100 años de existencia del Ministerio de Agricultura refleja la inestabilidad de la política agropecuaria la cual esta sometida no a la superación de la pobreza en las zonas rurales sino al ajedrez político.