Una noticia que pasa desapercibida es que, a pesar de tres años de bajo crecimiento, la tasa de desempleo probablemente cerrará 2017 por debajo al 10 por ciento
2018: ¿El año del desempleo?
Por: Oscar Becerra
Una noticia económica que pasa desapercibida durante 2017 es que, a pesar de tres años consecutivos de bajo crecimiento, la tasa de desempleo nacional probablemente cerrará 2017 en niveles inferiores al 10 por ciento.
Con esto no quiero decir que una tasa de desempleo de 10 por ciento sea la noticia económica del año, pero teniendo en cuenta que una desaceleración económica generalmente se encuentra acompañada por un aumento del desempleo, el hecho que más colombianos no sufran el drama económico, personal y social que causa el desempleo es una noticia alentadora. Para dar una medida de magnitud, un aumento de 0,5 puntos porcentuales en la tasa de desempleo nacional significa que aproximadamente 120 mil personas dispuestas a trabajar no tienen trabajo.
En este escenario, una pregunta relevante es, ¿qué se puede esperar en materia de desempleo para 2018? El panorama es preocupante, teniendo en cuenta que ni bajo los escenarios más optimistas el crecimiento económico esperado en 2018 llega a 3 por ciento (el BBVA proyecta 2,0, Fedesarrollo 2,4, Bancolombia 2,5, el Banco de la República 2,7 y el FMI 2,8).
Si bien la reforma que redujo los costos a la nómina en 2013 alivió en parte los costos de personal y probablemente contribuyó a mantener un panorama estable en materia de empleo durante estos últimos años, la tasa de desempleo se aleja cada vez más de ese celebrado 9 por ciento observado en 2014 y 2015.
De hecho, la tasa de desempleo de las 13 principales áreas metropolitanas es la que ha cedido más y es probable que cierre 2017 en niveles superiores a 10,5 por ciento, por encima del nivel observado en 2016 (10 por ciento). De continuar esta tendencia, el próximo año probablemente veremos una tasa de desempleo nacional en el orden de 10,5 – 11 por ciento.
En materia de política económica, la primera discusión en cuanto al empleo es la que tiene que ver con la negociación del salario mínimo para 2018. Representantes de los empresarios, los sindicatos y el gobierno ya hacen parte de la mesa de concertación para definir cuál será el aumento del salario mínimo nominal que regirá para 2018.
La principal disyuntiva en este caso se encuentra en como balancear el ajuste de salario de muchos colombianos que trabajan en el sector formal, sin expulsar trabajadores pertenecientes a este sector hacia el empleo informal o hacia el desempleo.
En general, la discusión del salario mínimo se ancla a la inflación observada del año inmediatamente anterior (para tener en cuenta la pérdida de poder adquisitivo) más la tasa de crecimiento de la productividad (para tener en cuenta que la demanda de trabajo va creciendo).
En un año donde la inflación seguramente bordeará la parte alta del rango meta del Banco de la República (4 por ciento) y las cifras de crecimiento económico indicarían que la productividad no tuvo un avance significativo, un aumento del salario mínimo del orden de 5 a 6 por ciento será el resultado más probable.
Si bien los puntos de vista de los participantes todavía se mantienen distantes, los próximos días serán fundamentales para definir la suerte del salario mínimo y del empleo para 2018.
Porque finalmente, si bien el poder adquisitivo de aquellos que estamos empleados cuenta, buscar mecanismos que ofrezcan oportunidades de empleo para aquellos que se encuentran desempleados (y que no se encuentran sentados en la mesa de concertación) también importa.