El director de la Fundación Todos por la Paz, en la que están las cabezas de los grandes grupos económicos del país recaudando plata para pautar en televisión y redes a favor del plebiscito, es un súper poderoso de esa campaña.
El pereirano es economista de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, tiene una maestría en el London School of Economic y es conocido como "Galleta".
Arrancó su carrera profesional como jefe de la división de desarrollo urbano del Ministerio de Desarrollo y director de planeación municipal de Pereira, gerente de la Carder, la CAR de Risaralda, y de las Empresas Públicas de Pereira.
Muy cercano al ex presidente Cësar Gaviria, de quien es amigo de juventud, con él se inició en política en los años 70 del siglo XX. Crecieron juntos en en el liberalismo risaraldense, como parte de un mismo grupo político que llevó a que los dos fueran gobernadores designados en tiempos en que no había elección popular, y representantes a la Cámara.
Con la elección de Gaviria como presidente, en 1990, Villegas llegó a Palacio de Nariño, como su secretario general, cargo en el que era uno de los miembros menos jóvenes del 'kínder de Palacio' y en el que se convirtió en uno de los hombres fuertes del Gobierno, en el que manejaba el famosos computador de Palacio. Tanto así que fue viceprresidente entre 1991 y 1994, pues el cargo lo creó la Constitución en 1991 y Gaviria podía designarlo a alguien para ocuparlo temporalmente.
Estuvo en Palacio hasta enero de 1993, cuando Gaviria lo nombró Ministro de Gobierno en reemplazo de Humberto de La Calle, quien renunció pues era precandidato presidencial y esa doble condición le había valido críticas de sus copartidarios.
Villegas se quedó en el cargo hasta el final del gobierno Gaviria, cuando el saliente presidente pasó a ser Secretario General de la Organización de Estados Americanos. Pero Villegas siguió a su amigo: el nuevo Presidente, Ernesto Samper, lo nombró embajador ante la OEA.
En 1995 regresó al país, después de que Samper nombró a Carlos Holmes Trujillo para reemplazarlo, y se dedicó al sector privado, primero como Gerente General de Rotschild Colombia y desde 2000 como gerente regional para la región andina y el Caribe del Deutsche Bank, uno de los bancos más grandes del mundo.
Regresó a la escena política para las elecciones de 2001, cuando Noemí Sanín lo designó como jefe de debate de su campaña a la presidencia. Luego se convirtió en su fórmula a la vicepresidencia, pero la aventura terminó en un cuarto lugar, detrás de la sorprendente y exitosa campaña del elegido Álvaro Uribe, del liberal Horacio Serpa y de Luis Eduardo Garzón, del Polo Democrtático Alternativo.
Pero Villegas salió bien parado: se convirtió en presidente de la Asociación Nacional de Instituciones Financieras, Anif, el gremio de bancos en el que tiene mucho peso Luis Carlos Sarmiento Angulo. A pesr del presigio del cargo, solo lo ocupó dos años pues en 2005 pasó a convertirse en el presidente de Avianca, aerolínea que acababa de comprar Germán Efromovich al Grupo Santo Domingo, y que Villegas reestructuró.
En 2015, después de 10 años en el cargo, renunció. Y pasó a ser presidente de la cadena hotelera Decameron, de propiedad del Grupo Santo Domingo.