Reconocido líder social de Bojayá, Chocó, elegido el 29 de septiembre de 2020 como integrante de la Comisión de la Verdad -encargada de contar el relato de la guerra en Colombia-, en reemplazo de la fallecida comisionada Ángela Salazar.
Es estudiante de Derecho y desde hace 20 años se ha dedicado a la defensa de los derechos de las víctimas, a denunciar la presencia y acciones de grupos armados en su región y a la búsqueda de la verdad y la reconciliación.
Palacios es víctima del conflicto pues perdió a 32 familiares a raíz de un cilindro bomba lanzado por las Farc a una iglesia en Bojayá el 2 de mayo de 2002 en medio de una confrontación con paramilitares.
Años después se convirtió en vocero de las víctimas y ha logrado escalar el mensaje a nivel nacional e internacional.
Antes de ser comisionado, trabajó en la Pastoral Social de Chocó con víctimas del conflicto, el consejo comunitario de Chocó, Cocomacia, y en la Corporación Asesorías para el Desarrollo, Asdes.
Palacios es conocido por su capacidad conciliadora y lograr acuerdos entre sectores diversos como cuando las Farc llevaron el Cristo Negro a Bojayá en 2015 como una medida de reparación y Palacios logró que la gente lo aceptara a pesar del rechazo de la comunidad a los victimarios de la masacre en la que murieron 79 personas.
Su liderazgo logró que el Gobierno de Juan Manuel Santos se comprometiera a atender a los 126 lesionados que sobrevivieron a la masacre, a identificar y entregar los restos y a hacer un plan de reparación colectiva que incluye crear un Centro de Memoria en Bojayá, donde ocurrió la masacre, y un mausoleo para que reposen los restos.
La entrega de los 72 cuerpos de las víctimas de Bojayá que no habían sido identificadas se inició en noviembre del 2019, luego de 18 años de la tragedia.
Palacios fue una de las víctimas que fue a La Habana, durante los diálogos entre el Gobierno y las Farc, para contar la historia de su pueblo e incidir en la centralidad de las víctimas en el Acuerdo.
En 2016 fue nominado al Nobel de Paz y viajó con Santos hasta Oslo para la ceremonia en la que ganó el expresidente.
En 2017 ganó el Premio Mundial por el Pluralismo, que reconoce sus logros en la defensa de los derechos de las víctimas y por promover el respeto a la diversidad.
Desde el 2018 era el coordinador de la Comisión Interétnica de la Verdad del Pacífico, un espacio creado por 30 organizaciones afros e indígenas para construir su verdad y contribuir al trabajo de la Comisión de la Verdad, como contamos en esta historia.
A finales del 2019 fue víctima de amenazas de muerte a raíz de sus denuncias por el confinamiento de los habitantes de Bojayá por la presencia del grupo ilegal Autodefensas Gaitanistas o Clan del Golfo, por las que tuvo que salir de Chocó. El 4 de marzo de 2020 su escolta fue asesinado en Cali, lo que lo obligó a desplazarse nuevamente y que el Gobierno le reforzara su esquema de seguridad.
A raíz de esos hechos la ONU pidió a comienzos de 2020 que el Gobierno le garantizara su vida.
En 2020 fue coautor del documental Bojayá, Entre fuegos Cruzados y está terminando su tesis de su pregrado en derecho.
Palacios fue postulado a la Comisión por las organizaciones consejo comunitario Cocomacia, Corporación Jurídica Libertad, Pastoral Social de Chocó, Red Colombiana de Lugares de Memoria, la Arquidiócesis de Cali, la Asociación de Familiares de Desaparecidos de Tumaco y la Comisión Interétnica de la Verdad del Pacífico.
Además, su postulación recibió 249 comentarios positivos de diferentes sectores destacando su trabajo.
“Es de crucial importancia el logro de los tres propósitos de la Comisión de la Verdad, pues con ello se ha de sentar las bases para que la sociedad colombiana reconozca las atrocidades generadas por los diversos actores del conflicto armado y se comprometa a exigir al Estado la auténtica reparación de las víctimas. Al tiempo que pueda haber un pacto social para que no se repita este horror y se avance hacia la convivencia pacífica”, dice un apartado de su carta de postulación a la Comisión.