Manuel Sánchez creció en el barrio Muzú, un barrio de clase media baja en el sur de Bogotá en una familia trabajadora que vendía tamales. Estudió Derecho en la Universidad Católica y luego se especializó en Derecho Administrativo en la Universidad del Rosario y en Alta Dirección del Estado en la ESAP.
En 1990, el entonces Alcalde Juan Martín Caicedo lo nombró Alcalde Local de Antonio Nariño, en representación del movimiento que lideraba el cacique samperista Carlos Julio Gaitán. La salida de Sánchez de ese cargo, en diciembre de 1991, fue controvertida: aunque Sánchez renunció, el Secretario de Gobierno José Noé Ríos no le aceptó la renuncia y, en cambio, inmediatamente lo declaró insubsistente. Además de sus conflictos con algunos de los comerciantes del sector, Sánchez estuvo envuelto en dos escándalos nocturnos, por lo que Caicedo decidió que no podía seguir en el puesto.
Luego Sánchez se lanzó a edil en 1992 pero no fue elegido, fue vicepresidente del comité de la campaña Samper Presidente en la localidad de Antonio Nariño en 1994 y edil de esa misma localidad entre 1994 y 1996 en llave con su amigo, el ahora concejal del Partido de La U Orlando Parada.
De ser edil, Sánchez pasó a ser cónsul en Nueva York trabajando para su jefe político de entonces, Carlos Julio Gaitán, que era Cónsul General y muy cercano a Samper. Cuando Gaitán volvió a Colombia en 1997, porque el entonces presidente Ernesto Samper lo nombró Ministro de Desarrollo, Sánchez se quedó en Nueva York, al parecer como su reemplazo.
En 1998, cuando regresó a Colombia, se lanzó al Congreso y se quemó con 5.521 votos. Lo hizo como fórmula a la Cámara en Bogotá del entonces senador Rodrigo Rivera. En ese entonces, la Procuraduría General publicó un listado de candidatos sancionados y Sánchez estaba incluido, con multa, amonestación y solicitud de suspensión por 20 días.
Después del cambio de gobierno, se inscribió como candidato para el apetecido cargo de Secretario General del Senado. Sánchez hizo una intensa campaña entre los senadores pero finalmente se retiró, ante la falta de apoyo suficiente y señalamientos de que él era el promotor de la guerra sucia que se vivió en esa elección, según una investigación de la Policía del Congreso.
A partir de ese momento, Sánchez se retiró de la política activa. Dirigió sus actividades hacia la contratación pública, apoyado en sus contactos políticos y su especialización en contratación administrativa.
Según varias fuentes consultadas por La Silla Vacía, después de su regreso de Nueva York, Sánchez empezó a utilizar sus contactos políticos para posicionarse como asesor legal de entidades públicas en procesos de contratación. Creó su empresa de abogados Manuel Sánchez Abogados Consultores y Asociados en 2002 y ha trabajado como asesor legal en la estructuración de procesos de contratación de diversas entidades públicas desde el año 2004.
Asesoró a muchas entidades, especialmente municipios y departamentos como Yaguará (Huila), Tunja, Sogamoso o Cundinamarca. Y también a Acción Social. En Bogotá, su compañía asesoró al Hospital de Meissen en 2006 para la contratación de un interventor para la construcción de su nueva sede y Germán Olano dijo que Sánchez en realidad había sido el interventor, lo que está siendo investigado por las autoridades.
Volvió a aparecer en la escena política en el 2008, cuando se inscribió como candidato a la Personería Distrital, en una amplia lista de la que finalmente se eligió a Francisco Rojas Birry. En esa época, se comentaba su cercanía con Parada y se dijo, según El Tiempo, que era el poder detrás del trono en el Fondo de Vigilancia y Seguridad.
También asesora a empresas interesadas en contratar con el Estado. Por ejemplo, en 2009 fue representante de Internacional de Negocios que participó en una polémica licitación de refrigerios escolares con el distrito de Bogotá que terminó con el abogado Jaime Lombana amenazándolo con una denuncia por calumnia. Más recientemente, Sánchez asesoró a uno de los proponentes del Sitp, y ha denunciado penalmente a funcionarios del Distrito en varias licitaciones.
Desde que está en el sector privado, Sánchez habla más en los medios, ha publicado varios libros sobre contratación pública, ha sido expositor de un ciclo de foros de La República en varias ciudades el país, ha sido citado como experto en sus notas y ha publicado columnas en el diario.
Aunque ha evolucionado en su carrera, el pasado lo ha venido persiguiendo en los últimos meses. El ex representante Germán Olano, dijo que en el apartamento de Sánchez se reunían políticos y contratistas y que por lo menos en una de estas reuniones habrían participado Samuel Moreno y el contratista Julio Gómez.
Según Olano, Sánchez financió la campaña del Alcalde suspendido, junto con otros personajes como Julio Gómez, Carlos Alberto Plata y Emilio Tapia. Oficialmente, la campaña de Moreno se financió únicamente con un crédito bancario.
Según Gustavo Petro, citando a Germán Olano, por esa amistad de Sánchez con Samuel Moreno, la alcaldía de Lucho Garzón le entregó a él y a Julio Gómez la contratación de tres hospitales.
El informe de la Comisión de Seguimiento a la Contratación de Bogotá, de Petro, Luis Carlos Avellaneda y Carlos Vicente de Roux, menciona que la relación entre Sánchez y Samuel Moreno se deterioró tan pronto Samuel llegó a la Alcaldía. Y la confesión de Olano ayuda a entender este cambio en esta relación. El ex representante dijo que existió un choque entre varios de los amigos y financiadores de Samuel Moreno para ver quién se quedaba con la influencia de qué entidades y que Sánchez perdió esa pelea, específicamente en el IDU, frente a una alianza entre Julio Gómez y Álvaro Dávila.
Lo que dice Olano concuerda con la versión de Inocencio Meléndez, según la cual Sánchez y Dávila se pelearon porque la candidata de Dávila para directora del IDU, Ana María Ospina, terminó sin ser nombrada por Samuel Moreno porque Sánchez no la apoyó. Aunque ese primer pulso lo ganó Sánchez, esto provocó su ruptura con Dávila, Gómez y el círculo interno de Samuel.
Fue por esta supuesta derrota que Sánchez no quedó con representación en el manejo de la contratación distrital salvo una 'cuota' en la Uaesp. Por eso, afirman, ha pasado relativamente desapercibido en el escándalo. Este presunto fracaso coincide con su fallido intento de hacerse elegir Personero Distrital.
Otra mención de Sánchez tiene que ver con la licitación del relleno Doña Juana. La Red de Veedurías afirmó que Sánchez había influido en ese proceso. Miriam Margoth Martínez, directora de esa entidad, ha negado esa relación, indicando que Sánchez sí estuvo en el proceso pero como representante de uno de los proponentes.
En un correo que se cruzaron los primos Nule, su nombre aparece en una lista de los amigos que los traicionaron, a quienes Miguel Nule señala de ser ‘ratas’ y ‘buitres carroñeros’. “Hoy somos las víctima de los Darío y los Mauricio Vargas, de los Dávila, de los Ferreira, de los Julio Gómez, de los Emilio Tapias, de los José Guerra, de los Manuel Sánchez, de los Germán Olano, etc.”, escribió en un correo a su primo Guido Nule. Hasta el momento, no se sabe cuál habría sido el papel de Sánchez respecto a los Nule.
Su hermana Nubia Sánchez fue jefe de la oficina de la Contraloría Distrital de La Candelaria y antes lo había sido de la de Rafael Uribe. Su hermano Marcelino fue Personero Delegado para el Medio Ambiente de 2008 a 2011, y a principios de 2011 se inscribió en la lista de aspirantes para reemplazar al destituido Contralor Miguel Ángel Moralesrussi. Tras el revuelo que creó esa aspiración por ser hermano de Manuel Sánchez, recaló en una nueva entidad del departamento de Cundinamarca, pues fue el primer gerente general de la UAE Bosques de Cundinamarca, una entidad creada en febrero de 2011.