Serrano nació en Villa Caro, Norte de Santander.
A prinicipios de los noventa inició en la política como líder comunal en Juan Atalaya, zona popular de Cúcuta.
Arrancó como miembro del grupo del entonces diputado Iván Clavijo, quien llegó a ser senador, ya llí se conoció con William Villamizar, quien fue el concejal de Clavijo durante tres periodos.
Fue subdirector de la Escuela Superior de Administración Pública de la Esap como cuota de Clavijo y luego llegó a dirigir el Centro Tecnológico de Cúcuta en la Alcaldía del condenado exalcalde Ramiro Suárez como cuota de Villamizar.
Desde entonces se unió a su grupo político, y lo apoyó en su primera campaña a la Gobernación en 2007. Cuando Villamizar ganó, lo nombró Secretario General del departamento durante los 4 años.
En el siguiente periodo, el de Édgar Díaz, quien se eligió con el respaldo de su padrino, fue ratificado en ese despacho, pero solo se mantuvo un año.
En 2015, fue el jefe de la segunda campaña de William Villamizar para la Gobernación.
En 2016, después de que su ahora padrino fue electo, movió los votos suficientes en la Asamblea para que lo designaran contralor departamental. En ese cargo se mantuvo hasta diciembre de 2017 cuando renunció para irse a hacer precampaña para suceder a Villamizar.
En 2018 le dio la vuelta al departamento gerenciando la campaña presidencial de Germán Vargas Lleras en Norte de Santander.
Aunque tras los malos resultados que obtuvo ese candidato, el potencial de su campaña a la Gobernación se puso en entredicho, debido a que el Gobernador concretó los apoyos de casi todas las fuerzas políticas del departamento a través de acuerdos burocráticos y electorales, su candidatura cogió fuerza.
Además del Partido Conservador, tuvo el respaldo de de La U, Cambio Radical y el Partido Liberal. Su fórmula a la Alcaldía fue Jorge Acevedo, el candidato del condenado exalcalde Ramiro Suárez, quien se quemó.
En la Procuraduría tiene una indagación preliminar por la contratación de personal por fuera de los parámetros establecidos cuando era contralor departamental en 2016, y otra por presuntas irregularidades en un contrato suscrito en 2012 entre el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, Icbf, la Gobernación y la Corporación Paz y Futuro.
Además, estando al frente de la Contraloría sus manos derechas, entre esas, el entonces subcontralor Vidal Pitta Correa terminaron envueltos en líos usar ese ente de control para presunta corrupción.
El 27 de octubre se elegió con 326 mil votos. Su triunfo estuvo cantado desde que arrancó la campaña.