Luis Genaro Muñoz Ortega, quien fue gerente de la Federación Nacional de Cafeteros durante seis años, es un ejecutivo caucano que ha hecho toda su carrera en el mundo cafetero.
Muñoz, nacido en Popayán en 1960, es administrador de empresas de la Universidad Jorge Tadeo Lozano.
Ha hecho casi toda su carrera en la Federación, arrancando en 1991 como gerente en el Cauca de Almacafé, la empresa del gremio para el almacenamiento del grano, y luego en 1998 como gerente administrativo y financiero de la central en Bogotá.
Cuando Gabriel Silva se convirtió en gerente de la Federación en 2002 lo nombró primero director administrativo del gremio (cargo desde el cual lanzó la planta de Buencafé Liofilizado) y luego primer presidente de Procafecol, la empresa filial de la Federación creada para administrar y potenciar la marca Juan Valdez.
A fines de 2009, cuando Silva dejó Fedecafé para convertirse en Ministro de Defensa, Muñoz entró en el sonajero para reemplazarlo. El favorito era, sin embargo, el ex ministro conservador y antioqueño Juan Camilo Restrepo, que tenía el apoyo de siete departamentos -comenzando por los poderosos comités cafeteros de Antioquia y Caldas- y la mitad de los votos. Pero el presidente Álvaro Uribe -que no gustaba de sus críticas económicas- vetó su nombramiento y, ante la dificultad de tener un líder gremial mal recibido por el gobierno, Restrepo retiró su nombre.
Muñoz se convirtió entonces en el favorito, en una terna en la que también estaban el ex congresista risaraldense Juan Guillermo Ángel y el antioqueño Luis Guillermo Echeverri, quien era representante de Uribe ante el BID. Al final se alzó con los votos de casi todos los departamentos cafeteros 'emergentes' (como Huila, Tolima, Cauca, Nariño y Santander) que en total sumaban 62 por ciento de la producción nacional y se convirtió en el gerente de Fedecafé.
En el congreso cafetero de diciembre de 2014 cinco de los mayores departamentos cafeteros -Antioquia, Huila, Caldas, Risaralda y Cundinamarca- se unieron para pedirle la renuncia, pero Muñoz terminó reelegido por un estrecho margen y continuó gobernando un gremio dividido. Eso dio pie a seis meses tensos al interior del gremio, hasta que en mayo de 2015 presentó su renuncia.