María Victoria Vargas Silva es una política liberal ha sido elegida cinco veces concejal de Bogotá y hoy en día es una de las más respetadas por sus colegas por su experiencia y sus conocimiento jurídicos, especialmente por su manejo del reglamento interno del Concejo.
Es abogada de la Universidad del Rosario con especialización en derecho comercial de la misma institución, y otro en ciencia política de la Universidad Javeriana. Ha trabajado tanto en el sector privado como en el público y actualmente es concejal de Bogotá por el Partido Liberal para el período 2016-2019.
Vargas se desempeñó como directora del Departamento Administrativo de Bienestar Social del Distrito (DABS), y también ha trabajado en el Instituto de Crédito Territorial, el Fondo de Ahorro y Vivienda Distrital (Favidi), el Instituto Farmacéutico de Cundinamarca y el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF).
En 1992 llegó por primera vez al Concejo de Bogotá durante la alcaldía de Jaime Castro, con la tercera votación más alta del Partido Liberal. En ese período también llegó por primera vez a la presidencia del Concejo.
Durante su presidencia ocurrió el famoso operativo en el que el entonces fiscal general Gustavo de Greiff dictó órdenes de captura contra 31 concejales y ordenó a la Policía rodear la sede del Concejo. Según dijo Semana, Vargas alertó de antemano a los concejales, y el revuelo hizo de la captura un suceso mediático a nivel nacional.
Fue reelegida en 1995, en la primera alcaldía de Antanas Mockus. Se ha caracterizado por su conocimiento en temas de servicios públicos domiciliarios, por debates como los que ha hecho sobre la contratación de la Empresa de Acueducto de Bogotá, por su lucha contra las irregularidades en la prestación del servicio de gas propano y por su apoyo al proyecto de capitalización de la ETB.
En 2001 llegó por tercera vez al Concejo y obtuvo de nuevo la presidencia. Por diferencia de un voto le ganó la elección al entonces concejal liberal Alfonso Prada, hoy representante del Partido Verde. En este año también apoyó la candidatura al Senado de Álvaro Araújo Castro, hermano de la ex canciller María Consuelo Araújo y hoy condenado a nueve años de prisión por vínculos con paramilitares.
Durante la segunda alcaldía de Mockus, Vargas lideró el grupo de concejales de oposición que hundió varios proyectos del ex alcalde, en especial aquellos relacionados con su plan económico como sus propuestas de incrementar los paquetes tributarios.
En 2006 se lanzó sin éxito a la Cámara de Representantes por Bogotá, y en un reñido conteo perdió la curul liberal por 37 votos frente a Pablo Salamanca, hermano del concejal Jorge Ernesto Salamanca.
Luego de su derrota, Vargas volvió en 2010 al Concejo como reemplazo de Gilma Jiménez, que renunció a su curul para lanzarse al Senado (Vargas se había quemado en las elecciones de 2007).
Durante las elecciones presidenciales de 2010 firmó un documento junto con sus colegas de bancada Ángela Benedetti, Jorge Durán y Germán García, en el que ratificaban su apoyo a Juan Manuel Santos en segunda vuelta. En 2011 fue postulada por los cinco concejales de su partido a la presidencia del Concejo, cargo al cual fue elegida por tercera vez.
En ese año Vargas se lanzó por quinta vez como concejal y salió elegida con más de 18 mil votos. Fue la segunda mejor votación de su partido, detrás de Horacio José Serpa.
Por su antigüedad y la influencia que ha alcanzado a lo largo de sus períodos, Vargas es considerada por algunos como uno de los ‘cacaos’ del Concejo junto con nombres como Jorge Durán Silva. Sin embargo, para otros ella no es realmente un 'cacao' porque no maneja tantos hilos de poder y porque ha marcado sus distancias de concejales como él, como cuando se apartó de la decisión de votar por Ovidio Claros a la Contraloría en 1995 o por Diego Ardila en 2012.
En 2015 se volvió a reelegir con 16.900 votos.