¿Cómo se debería conmemorar el Día del Medio Ambiente?

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Anonimo

Considero que el Día del Medio Ambiente se creó, justamente, para generar consciencia y propiciar un espacio en el que la gente se planteara la pregunta que tiene por título este debate.

“¿Cómo deberíamos conmemorar el Día del Medio Ambiente?”

Lo que yo recomendaría, y que además me parece muy interesante, es fijarnos en cómo cada persona puede aportar al cuidado del medio ambiente con actos de si vida diaria. Hacer uso consciente de su rol de consumidor y elegir productos más amigables con el medio ambiente: empaques con poco plástico, no usar pitillos o comprar uno propio (hecho de material reutilizable), cargar su propia botella de agua (reutilizable también), etc.

Actualmente hay muchas personas que aún no saben como separar los desechos desde la fuente, para facilitar así el trabajo de reciclaje. No estaría de más que en un día como hoy buscaran un vídeo que les explique como hacerlo para así aportar a la reducción de desechos. También sería interesante evaluar nuestras huellas de carbono y buscar estrategias para disminuirlas. Compartir nuestros vehículos con compañeros de trabajo que tienen rutas similares y/o que viven cerca, caminar más y utilizar la bicicleta, son algunas de las cosas que se podrían hacer.

En todo caso, este día debería estar enfocado en evaluar y reconsiderar nuestras acciones para cuidar así, no solo la vida del medio ambiente, sino también la propia.

Edward Alfono Buitrago Torres
Edward Alfono Buitrago Torres

En mí opinión, hay 2 temas que deben ser centrales hoy en el Día del Medio Ambiente.

El primero es el Acuerdo de París de 2015, el cual fue establecido dentro de la Convención Marco de la ONU sobre el Cambio climático. Este acuerdo se enfoca en reducir las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) mediante la mitigación, adaptación y resiliencia de los ecosistemas frente a los efectos del Calentamiento Global.

En ese sentido, y teniendo en cuenta las crisis ambientales que se han enfrentado (calidad del aire, deforestación, etc.), este es un tema que no puede ser dejado de lado en la agenda del día y mucho menos en la agenda gubernamental. 

Debemos recordar y refrendar el Acuerdo de París y la Ley de Cambio Climático adoptada en Colombia, con la consolidación de un grupo de candidatos a las alcaldías y gobernaciones asumiendo su compromiso de cumplir con las metas de cambio climático para Colombia siendo parte fundamental de sus planes de gobierno.

Además de lo anteriormente mencionado, deberíamos aprovechar este día para hacer un llamado al Gobierno a frenar la deforestación en la Amazonía y otras zonas del país. Debe haber una pronunciación gubernamental al respecto y se debería establecer un compromiso puntual en relación con esto.

Jimena Puyana
Jimena Puyana

Creo que, especialmente este año, el Día Mundial del Medio Ambiente de estar enfocado en hablar de manera asertiva sobre las ambiciones que los países deben tener frente a los Acuerdos Ambientales para regular el Cambio Climático.

En ese sentido importante alinear los planes de acción nacionales y locales con los objetivos establecidos en el Acuerdo de París de 2015, en concordancia con nuestras realidades.

Adicionalmente, resulta clave reiterar la necesidad de un proceso de educación ambiental con los jóvenes. Se ha evidenciado que son ellos, junto con las mujeres, quienes tienen las mayores posibilidades de generar cambios de alto impacto a futuro. Es necesario reconocer y resaltar cómo el medio ambiente es una problemática cada vez más trabajada e importante en los movimientos juveniles.

Finalmente, el Día del Medio Ambiente debe ser una invitación en sí mismo a reflexionar. A que reevaluemos nuestras acciones y nos cuestionemos que tan consecuentes somos entre lo que decimos, lo que queremos y lo que hacemos en términos de Medio Ambiente, contaminación y calentamiento global.

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Anonimo

Para hablar de cómo conmemorar o cómo celebrar el Día Mundial del Medio Ambiente, es necesario, en mi opinión, hablar de consumo sostenible y de responsabilidad, grupal e individual.

Las personas deberían tomarse por lo menos 5 minutos durante este día (al menos), salir a la calle un momento y observar lo que tienen a su alrededor. ¿Plantas?, ¿insectos?, ¿animales?, ¿aire limpio?. Luego deberían entrar a su casa y observar lo que tiene ahí. ¿Qué hay en la cocina? ¿y en su cuarto? ¿en la sala? 

Se trata de realizar un ejercicio de concienzudo reflexión. No podemos desconocer las crisis ambientales a las que se ha enfrentado el país y es necesario reconocer nuestra responsabilidad individual en ellas. 

¿Qué hábitos estamos dispuestos a cambiar?, ¿qué cosas podríamos hacer de forma diferente y más amigable con el medio ambiente?, son preguntas que fácilmente podríamos hacernos a nosotros mismos o que podrían ser el eje de la comida familiar hoy en la noche. Y más allá de la reflexión, es una invitación a tomar acción y a incorporar el criterio de sostenibilidad en todas las decisiones de consumo.

En actos individuales, familiares, colectivos, uno de ellos o todos, pero tomar acción. 

Cargar un termo propio con lo que decidamos tomar durante el día, tener 2 canecas diferentes para poder separar nuestros residuos, caminar un poco más, son algunas de las cosas que podemos hacer y que a la larga impactan positivamente al medio ambiente.

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Anonimo

Hay 3 puntos, de los que poco se dice, pero que son claves al momento de hablar de Medio Ambiente: la información, el acceso a esta y la comunicación científica. Estos puntos, tanto en el caso colombiano como a nivel mundial, no solo son escasos, sino que también tienen muy poca difusión.

Se debe resaltar que, para entender qué es el medio ambiente, qué cosas lo afectan tanto positiva como negativamente, es necesario tener cifras, datos. Información clara y verídica de fácil acceso. Además de esta necesidad de acceso a la información es necesario contar con los espacios para difundirla, para divulgarla. En eso las redes de comunicación juegan un rol clave.

Si no contamos con la una, ni con la otra, difícilmente la ciudadanía va a tomar acción, porque es poco probable que entienda a profundidad las consecuencias de determinados actos.

En ese sentido, vale la pena comenzar a abanderar proyectos de manera mancomunada. Proyectos de larga duración con mensajes puntuales. Mensajes más claros, y que den cuenta del trabajo de múltiples organizaciones para así visibilizar los diferentes aspectos de una misma problemática.

Resulta un poco inocente creer que la ciudadanía va a estar lo suficientemente educada para reducir (o dejar del todo) el consumo de botellas de plástico, gracias a una campaña que duró un mes. Una campaña que además no pasaba de propagandas en televisión, no tenía cifras y provenía de una sola entidad.

Es necesario que las campañas de difusión, de dichos proyectos para mejorar el medio ambiente, cuenten con cifras. ¿Cuántas botellas de plástico se desechas al año en Colombia? ¿Qué porcentaje de esas botellas corresponde al consumo de una persona promedio? ¿Cómo disminuirían las cifras si esta persona cargara su propia botella reutilizable?

Es importante, también, que las campañas no parezcan una iniciativa vertical (de entidades gubernamentales hacia los ciudadanos) sino que sean un poco más horizontales, con discursos menos institucionalizados y más inclusivos, llevando así a nuevas formas de educar y generar consciencia. En ese sentido, además de las cifras, es clave que trabajen en una sola temática de manera enfocada y que no envíen torrentes de información que la gente no va a retener, y a los que probablemente no preste atención. 

La información sobre medio ambiente debe ser clara, concisa y contener cifras. Debe también, difundirse de una manera que no sobrecargue al lector, sino que estimule su curiosidad y le permita dar cuenta de que juega un rol clave en el cuidado ambiental.

Giovanni A. Pabón Restrepo
Giovanni A. Pabón Restrepo

Hace cuatro días apareció una isla de plástico en las playas de Puerto Colombia, a escasos kilómetros de bocas de ceniza, lugar de desembocadura del río Magdalena, mayor afluente del país que en su recorrido recoge buena parte de los desperdicios de muchos colombianos.

Una vez más, la naturaleza de manera silenciosa se ha encargado de darnos una lección valiosa, pero contundente como una bofetada para evidenciar que los problemas ambientales no se resuelven olvidándose de ellos y el día que menos lo pensemos estarán tocándonos la puerta en forma de inundaciones, deslizamientos o desde ahora, inmensas islas de plástico en frente de nuestras playas.

Estamos administrados por un Gobierno dónde la gestión ambiental tiene solo una misión política y no técnica, dónde se acepta que la batalla contra la deforestación está perdida, dónde se defienden temas como el fracking y el glifosato, donde no se apoya la búsqueda de soluciones a los plásticos de un solo uso, y como si fuera poco desde el partido de gobierno, Álvaro Uribe pone a Parques Nacionales contra la opinión pública por cumplir su deber de ley, que es cuidar las áreas protegidas del país por encima de intereses de particulares. Con este panorama es muy fácil pronosticar que para los próximos tres años de gobierno la situación ambiental del país solo va a empeorar.

Por otro lado, el gobierno tiene que entender que las políticas deben ser menos reactivas y más previsivas para que los problemas que se ven venir se comiencen a debatir a tiempo, antes que entrar a reparar los daños. Recordemos que nuestros ecosistemas tienen una capacidad limitada de recuperarse de los impactos, sobrepasado este límite los efectos pueden ser irreversibles.

En el día del ambiente del 2019 hay muy poco que celebrar, pero quizá si mucho por reconocer. La gestión ambiental ha tenido más éxito desde el activismo de base, desde algunos municipios en dónde se toman decisiones pensando en el futuro de su agua y su biodiversidad y no en las efímeras regalías de la minería. Los logros ambientales también se les deben a funcionarios anónimos del nivel central y territorial, que movidos por el amor a su trabajo generan acciones reales para conservar el tesoro ambiental que tenemos en este país.

El llamado una vez más recae sobre la ciudadanía y los territorios, para que con miras a las elecciones de mandatarios locales de Octubre, exijan desde ya a sus candidatos, incorporar una agenda ambiental real en sus programas de gobierno, para que estos se concreten a través de sus planes de desarrollo 2020 – 2023 y así contar con elementos contundentes para hacer seguimiento y control durante el transcurso de sus administraciones. A falta de liderazgo desde el poder central, tenemos aún la alternativa y el deber de fortalecer desde las regiones las actuaciones en torno al cuidado del medio ambiente. 

*Este es un espacio de opinión y debate. Los contenidos reflejan únicamente la opinión personal de sus autores y no compromete el de La Silla Vacía ni a sus patrocinadores.

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