Hay un reto grande en articular lo que quiere el gobierno y las posibilidades reales en las regiones. Por ejemplo, es urgente el tema de cultivos ilícitos. La prioridad debería estar en Cauca y en Nariño, donde además hay varios grupos criminales nuevos y antiguos aprovechándose de eso.
Y otro tema que está relacionado es el asesinato de líderes sociales, eso no puede seguir pasando de ninguna manera.
Otro tema enorme es el cumplimiento de los Pdet. Hay muchas expectativas en la ciudadanía porque si se lleva a cabo de manera integral y transparente, las comunidades se podrían beneficiar enormemente. Creo que ahí es donde el gobierno podría mostrar resultados, como muchas veces lo ha querido hacer. Además, están los Etcr. Acá hay otra oportunidad grande para que los proyectos funcionen y que generen ingresos y oportunidades para que las personas puedan dejar del apoyo externo y sean autosuficientes.
Otro reto es el partido Farc. Creo que han hecho un gran trabajo en el Congreso de aprender técnicas legislativas y de construir alianzas políticas. Es fundamental que se avance en esto, porque de su conversión de guerrilla a partido dependen muchos logros.
En general pienso que el Acuerdo va mucho más sólido de lo que algunos críticos dicen. Hay que hacer un trabajo en mostrar que la implementación consiste de pasos muy distintos. Son diferentes frentes que avanzan de forma paralela, de forma desigual, no todos al mismo ritmo, y lo que han logrado es llamativo. Se puede decir que estamos construyendo una paz a retazos, si se quiere. Y esto es algo que requiere mucha paciencia y voluntad. Pero en términos generales yo creo que vamos avanzando.