Más que ser un sector, la innovación es un proceso disciplinado y estructurado que ayuda a que las invenciones y las ideas se conviertan en productos o servicios que resuelvan una necesidad de mercado de una manera diferente a como se ha hecho antes. Es un proceso disciplinado y transversal, y una herramienta que se utiliza en cada uno de los sectores para poder seguir siendo competitivos.
Los tres retos que creo hay para seguir desarrollando la innovación y que se convierta en un motor que apoya a incrementar la competitividad del país, lo primero es que Colombia y sus instituciones tienen que trascender a lo que denomina “el teatro de la innovación”, es decir, todas esas actividades de marketing que llevan a cabo las empresas solo para decir que son innovadoras, pero que en realidad no están desarrollando ningún tipo de estrategia de innovación como tal para incrementar su competitividad o para adelantarse a los cambios. Entonces un reto es que las organizaciones trasciendan esto y que empiecen a implantar la innovación de manera estratégica en sus compañías.
El segundo reto es que haya una colaboración real entre empresas. Muchas veces puede ser intersectorial: entre universidades y empresas, entre emprendedores y empresas, entre gobiernos y empresas. Esto, para que efectivamente de esta colaboración puedan surgir productos o servicios que sean diferentes justamente porque se están dando colaboraciones entre entidades que son muy distintas. Y acá también meto a los emprendedores. Estos se han considerado algo como una entidad aparte, pero también pueden entrar a colaborar con grandes empresas ancla para sacar adelante productos o servicios diferenciadores.
El tercer reto sería tener acceso a financiación para todas las etapas de el desarrollo y la valorización de un proyecto innovador. Estamos viendo lo que se llama el “des vale”, porque existe mucha financiación en las etapas primarias de un proyecto y cuando una empresa consolidada quiere crecer. Pero el problema es que no existe una herramienta de financiación para etapas intermedias, lo cual hace que muchas empresas no puedan seguir adelante.
Otra cosa en la que se debería trabajar más, definitivamente, es en elaborar un ecosistema propicio para que las innovaciones y los emprendimientos salgan adelante, independientemente de cuál sea el estrato o el origen de los inventores o emprendedores. Hay que hacer que el ecosistema de innovación sea equitativo para que cualquier emprendedor, independientemente de cualquiera que sea su origen, pueda tener acceso a él. Esto tiene que ver con el desarrollo de las personas, con procesos y acceso a financiación que sea adecuado.
Además tenemos que empezar a pensar y trabajar en la idea de que la innovación no solamente tiene que generar un impacto económico, sino que también puede generar un impacto social.
Entonces una de las prioridades es que exista una profenalización de aquellas personas que están especializadas en sacar adelante la innovación. Estos pueden estar trabajando en empresas o en el gobierno, pero es muy importante que haya personas especializadas en navegar la incertidumbre de la innovación y que ayuden a desarrollar este ecosistema. Tiene que haber un reconocimiento real del aporte de estos profesionales como personas que pueden impactar positivamente la competitividad de las empresas y del país en general.