Muy buen tema de debate Carolina. Mi opinión al respecto es la siguiente: La innovación es un concepto etéreo, es por eso que el término se presta para ser usado hasta el cansancio, haciendo que la gente pueda llegar a hartarse de ello. Que sea etéreo es perfecto, ya que permite modelarlo a la realidad del que está innovando. Para evitar que este concepto tan importante sea percibido como palabras que se lleva el viento, los usuarios tienen que comprender POR QUÉ esa organización está innovando, es decir, que busca esa organización conseguir a través de la innovación. Diferentes organizaciones innovan de manera diferente, pensemos en tres compañías innovadoras: Google, Boeing y Kaiser Permanente. Todas innovan, nadie lo pone en duda, pero es así porque sus usuarios saben por qué y para quien están innovando. Para mi, la innovación implica diferencial, relevancia, oferta de valor e impacto. Esto puede hacer que muchas cosas que hoy se llaman innovación, dejen de serlo.

Yo creo que como lo mencionas, la cuestión es que el próposito de la organización o el sector sea claro y esté interiorizado en el equipo y muy conectado con el sentir de la gente. Lo que he visto es que si el discurso se vuelve distante de "mi realidad" no lo encaro y no lo apoyo. Si se despierta la necesidad de evolucionar como un propósito colectivo, la innovación simplemente ocurre sin necesidad de mucho discurso.

Creo que todo el tiempo estamos innovando, sólo que en la mayoría de los casos ni nos damos cuenta. Creo que innovar, como respirar, es algo propio del ser humano, porque está asociado con su capacidad de imaginar las cosas, siempre, de otra manera. Me parece que hay que identificar esos procesos que si funcionan y compartir esas estrategias, darles visibilidad y además ponerlos a dialogar con las personas que puedan aplicarlos. Pasar del pensar e ideas, al hacer y compartir y debatir esos procesos, encuentro que es en estos espacios donde la innovación realmente toma forma y se materializa y deja de ser innovación por innovación.

Cuando los términos se vuelven tendencia, caso que considero propio de la palabra innovación en esta época, se repiten, redefinen y proyectan de manera cada vez más especializada y más compleja. En ese sentido creo que nos alejamos de la conciencia de nuestra propia naturaleza por humana innovadora. Así que pasarla del dicho al hecho se ha vuelto un trecho más largo en la medida en que lo hemos teorizado demasiado. Con autenticidad utilizar nuestros propios recursos para resolver las situaciones cotidianas puede ser un buen comienzo.