Los antiguos romanos decían "similia similibus curantur...", "lo mismo se cura con lo mismo..." ... (no estoy seguro de la ortografía del latinajo) no sé latín, pero se entiende lo que escribo y digo, es decir "el Acuerdo que mató el pueblo, lo resucita el pueblo"... esa vendría a ser la aplicación de la sabiduría antigua en este caso... Si el nuevo Acuerdo se lleva a refrendación de las mayorías "enmermeladas" del Congreso, la vigencia política que tendría sería mínima... dirían: el Acuerdo que negó el pueblo lo revivió con maquillaje el Congreso de la "mermelada"... ¡Conejo!... queda listo. En ese caso, las elecciones presidenciales se convertirían en el otro plebiscito y los del NO ya no irían solo por el entierro del Acuerdo, sino por también ¡por el poder!... no hay Paz... ¡no quiero ni pensar lo que sería esa batalla campal en el 2018!... En cambio, si el voto popular se expresa por el Sí en otro plebiscito convocado para refrendar el Nuevo Acuerdo, la discusión sobre su legitimidad queda cancelada y en adelante la política giraría alrededor del posconflicto y la construcción de paz... es decir, alrededor de programas de los partidos y los candidatos para implementar y desarrollar el Acuerdo de Paz... ¡ese es otro país!... la democracia empezaría a caminar... ¿Puede volver a ganar el NO?... ¡SÍ!... querrá decir que a Colombia no le ha llegado la hora de La Paz... que no tiene dirigentes capaces de convencer o que la gente quiere seguir su vida como siempre, acomodada a esta violencia... Por mi parte estoy convencido de que gana el SÍ... siempre y cuando no le entreguen su liderazgo a políticos desprestigiados como ocurrió en el anterior, sino que lo dejen como debe ser, en manos de la ciudadanía, se las organizaciones sociales... de la "sabiduría popular"...
¿Cuál es el mejor mecanismo para refrendar los Acuerdos de Paz?
Debate
Sin contenido de debate
Expertos
Anonimo
Juan Carlos Palou
Personalmente me inclinaría por el plebiscito. Es decir un mecanismo equivalente al que permitió el triunfo del NO. La idea es que la lección del NO permitió mejorar la pedagogía y algunos cambios en los acuerdos pero ahora la ciudadanía es más consciente y optaría por un SI ilustrado, bien fundamentado... ¡pensando con el deseo!
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