De los 100 pesos, invertiría 50 en fortalecer y crear alianzas públicas-privadas. Un buen ejemplo del impacto positivo de estas iniciativas es Cajicá, que en cabeza de la Fundación Cavelier, la Universidad de los Andes y la Alcaldía han logrado llevar a todos los colegios públicos del Municipio a mejorar su calidad de manera notoria, hecho que se ha visto en, por ejemplo, las mejoras de las pruebas Saber. Esta iniciativa ayudó a capacitar a docentes, pero también a revisar en qué se estaba invirtiendo en términos de materiales, tecnología, etc. No podemos seguir pensando a la educación bajo una lógica de público separado de lo privado. Invertiría 20 pesos en materiales pedagógicos diferentes a las TIC. Éstas, si bien han traído beneficios también han hecho pensar que todo se solucionará con tabletas. Pienso que son una herramienta positiva, pero hace falta invertir en bibliotecas, archivos, en entender la importancia del libro, etc. Utilizaría 20 pesos en formación docente, sobre todo en temas de actualización. Los 10 restantes lo invertiría en hacer alianzas con instituciones como el Centro Nacional de Memoria, museos, entre otros para sacar a los niños fuera de salón de clase. Esto les permitiría a los estudiantes participar en la construcción de la memoria del conflicto, pero también les daría cierta dosis de realidad. El tema de la memoria tiene que atravesar todo el currículo de nuestro país.
Si sólo tuviera 100 pesos para invertir en la educación, ¿cómo lo haría?
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Expertos
Invertiría los 100 pesos en lograr garantizar el derecho a la educación de calidad. Esto lo haría a través de invertir este recurso en honrar los acuerdos que ha hechos el gobierno con los maestros en términos de salud, pero también en términos de mejoramiento de sus condiciones salariales. Pienso que si lo maestros se sienten reconocidos y se sienten bien con su oficio esto implicaría un círculo virtuoso que llevaría a maestros y directivos a empoderarse para fortalecer sus prácticas pedagógicas.
70 de los 100 pesos los invertiría en mejorar la educación rural. Eso implicaría entender las las experiencias más significativas de la ruralidad, y haría procesos de escalamiento de éstas en los distintos territorios. Esto lo haría en articulación con las secretaría, los empresarios, los maestros, las comunidades, etc. Los 30 pesos restantes los destinaría a un tema de incentivos para maestros tanto urbanos como rurales. Por ejemplo en posgrados, fortalecimiento de redes de maestros, financiar investigaciones, etc. Todo lo anterior con el fin de que ellos se movilicen alrededor del proceso educativo y de visibilizar y reconocer la importancia de su trabajo.
Invertiría 50 pesos en educación superior para pagar parte del déficit de 16 billones de pesos de las universidades públicas, fortalecimiento y construcción de infraestructura física, formación doctoral y bienestar universitario. Y los otros 50 pesos a educación básica y media para cubrir parte del déficit en el Sistema General de Participaciones y aumentar los recursos, con los que se pueda cubrir adecuadamente los costos de la jornada única, mejorar la infraestructura y proveer directamente la alimentación de los niños.
Invertiría los 100 pesos en temas de bienestar y desarrollo socio-emocional de toda la comunidad estudiantil a través de programas de mindfulness, y de competencias socio- emocionales a padres, estudiantes y profesores. Y subiría el sueldo de los docentes. Iniciaría por trabajar con los profesores, pues ellos son las personas que le están transmitiendo todo a los niños deben llegar al aula con las herramientas para enfrentar el estrés, la violencia, etc. Ellos deben tener las herramientas necesarias para poder crear ambientes de convivencia pacífica en los colegios. El maestro es la piedra angular de un proceso de bienestar que debe ser transmitido a los niños. Ellos no pueden dar lo que no tienen. Pero esto también es un proceso que debe ser llevado en paralelo con los alumnos y padres de familia. De nada sirve tener a maestros bien formados si los ambientes fuera del colegio no son apropiados. Adicional a esto subiría el sueldo a los docentes, creo que es un profesión subvalorada y ganan muy poco. Hay que motivarlos con incentivos económicos y personales para poder tener un sistema educativo más humano.
Invertiría 60 pesos en la educación rural, exactamente en infraestructura (construcción de colegios y mejoras de los existentes con agua, electricidad, sanitarios, etc.), modelos pedagógicos flexibles que respondan a las necesidades de las poblaciones (Escuela Nueva, por ejemplo), libros, ayudas para los estudiantes (alimentación, transporte) y capacitación y nombramiento de maestros. 10 pesos los invertiría en programas y nuevos espacios de participación de los estudiantes que les permitan desarrollar competencias ciudadanas y para la convivencia: programas y escenarios deportivos, culturales, recreativos y de expresión (tipo modelo ONU) y de juego para todas las edades como las ludotecas (donde también se forman a las familias). 10 pesos más serían para formación e incentivos para maestros de preescolar, primaria y secundaria. 10 pesos los invertiría en acciones que garanticen la permanencia de las poblaciones en condición de vulnerabilidad que no están ubicadas en la zona rural: transporte, tutorías, ayudas para población en discapacidad, prevención del embarazo adolescente y ayudas a los adolescentes que son madres y padres, etc. Y los 10 pesos que me quedan para infraestructura de universidades públicas y programas de acceso y permanencia de los estudiantes.
Dedicaría 40 pesos a lograr altas competencias de lectura y escritura de 1 a 11 grado, en un proceso gradual y acumulativo de complejidad en comprensión de lectura y producción escrita textual y simbólica. Se requiere como política pública acabar con la brecha lingüística entre los niños de sectores pobres comparados con los niños de padres de altos ingresos y estatus: un niño rural llega a 1º de primaria con 350 a 400 palabra distintas. Un niño de familia de alto nivel educativo y estatus llega a esa misma edad con 3000 a 4000 palabras distintas. Si no se supera estar brecha en primaria ( lograr que todos los niños dominen entre 4500 y 5000 palabras como mínimo al terminar 5º grado) los programas de TICs tendrán muy bajo impacto en los sectores vulnerables. Nadie puede ver más realidad que la puede clasificar y enunciar. Dedicaría 60 pesos para volver política pública (Política de Estado) el enfoque pedagógico de estudio y aprendizaje en trabajo en grupo cooperativo. Fundamentados en los aprendizajes y enseñanzas de la ciudad de Manizales que ha implementado este modelo de 2 a 11 grado (público y privado) y con todo el saber acumulado por Escuela Nueva (maestros, supervisores y administradores) es una propuesta altamente factible. Conviene decir que según la UNESCO la 2 grandes innovaciones en educación en el siglo XX, fueron Sesame Street (Plaza Sésamo) y Escuela Nueva de Colombia. Con esta dos prioridades iremos construyendo una sociedad colaborativa, democrática, autorregulada y con capacidad de aprender continuamente.
20 pesos para incorporar la educación ciudadana y política para la convivencia pacífica en todos los espacios y niveles educativos. 20 pesos para ampliar la jornada única y las medidas de protección de riesgos a los entornos escolares. 20 pesos para ampliar becas para la excelencia docente. Apoyar la formación de los docentes. 40 pesos para fortalecer la educación rural en clave territorial y ambiental.
Hoy tenemos una inversión de 37 billones, de los cuales cerca del 90 por ciento se va para nomina. Lo que desmiente la idea de que hay una gran inversión en educación, pues no queda casi nada para mejorar la calidad ni enfrentar los retos que hay. Haciendo esta claridad, si yo fuera presidente y solo tuviera solo 100 pesos, invertiría 40 para el cierre de brechas en general: educación rural, urbana, género, etc. 30 para aumento de planta y excelencia docente. Invertiría 15 para la atención integral a la primera infancia y el 15 restante para educación superior, terciaria y formación para el trabajo y desarrollo humano.
No estoy de acuerdo con el supuesto, por lo menos desde el punto de vista del entrevistador. Siempre se dice lo mismo, cuando se trata de educación y por eso estamos como estamos. Entre tanto, todos los días asistimos al robo inmenso e impune de recursos. Luego el supuesto es que o tiene que asignarse más recursos, que sí existen, y que los existentes tienen que ser mejor invertidos. Actualmente casi el 86 por ciento de los recursos para prestación del servicio se gastan en personal docente, directivo y administrativo. Los recursos para inversión han aumentado, pero se ejecutan cada vez más por el nivel central y cada vez menos por las entidades territoriales y las instituciones educativas. Las prioridades deben ser adoptar y poner en marcha una política educativa para garantizar a la población rural equidad de oportunidades. Esto Implica, por lo menos los siguiente: Garantizar para todas las sedes educativas rurales una canasta básica de bienes y servicios que incluya: agua potable, luz eléctrica y conectividad, servicios sanitarios, material para facilitar el aprendizaje y maestro oportuno, estable y apoyado en su trabajo. Promover y apoyar la formulación y ejecución de planes territoriales de educación rural ligados al desarrollo territorial y que deban ser tenidos en cuenta por los gobiernos de las ETC. Significa promover de verdad los Planes de Desarrollo Territorial (PDET) y asumir la misma estrategia también para los territorios no focalizados para el posacuerdo. Asignar presupuestalmente recursos de inversión específicos para la educación de la población rural. Esos recursos deben ser superiores a los que se asignan para la educación en zonas urbanas en una proporción de 3 a 1, tomando como parámetro el costo de atención por estudiante en cada zona (las “tipologías” del SGP ya no funcionan y por eso están en discusión). Es la proporción necesaria para superar las “brechas” de inequidad en un plazo aproximado de 30 años (Bases del Plan de Desarrollo y documentos de la Misión para la Transformación del Campo). Crear en la estructura institucional del MEN una instancia importante y con capacidad técnica suficiente, encargada de formular esta política, promoverla y apoyar su ejecución con las ETC y articularla con otros sectores de gobierno. ¿Qué hacer con 100 pesos? En las condiciones mencionadas, sólo quedarían 14 para inversión. De esos, asignaría el 85 por ciento a la educación de la población rural ($11.9). Dedicaría, en el primer año, 10 a la primera prioridad señalada antes; el resto a la segunda.
Realmente hay mucho que se puede hacer sin recursos. Pero van un par de ideas. Ajustar el ingreso a la carrera docente. Hacer un track especial para recién egresados de licenciaturas que tengan alto capital humano. Se podría recoger a los que tiene el quintil más alto en las pruebas. Estos maestros irían a los lugares con mayores dificultades en términos de calidad. Tres años allá y luego ingresan a la carrera docente. Esto permite, primero, hacer un relevo generacional paulatino con maestros muy buenos. Segundo, elevar el estatus del profesor, pues solo los buenos entran. Tercero, reducir los costos del fondo de salud del magisterio pues actualmente entran profesores mayores que demandan más servicios de salud. Cuarto, aumento del tiempo que cotizan los maestros pues entran más jóvenes, lo que alivia la carga pensional. Una segunda idea sin costo. Las transferencias a las universidades públicas deberían hacerse por estudiante atendido, eso generaría incentivos para que las universidades aumentaran su cobertura, esto es realmente una ampliación de "Ser pilo paga" pero mejor pensado. Con relación a el financiamiento en universidades privadas, hay que poner un tope del valor de pago de matrícula y solo permitir que participen las acreditadas con más de 8 años de acreditación.
Hay algo muy importante y son los maestros, que no podemos olvidar. Hubo grandes esfuerzos que se enfocaron en la cobertura en los últimos años pero eso sacrificó la calidad. Es importantísimo poner el aprendizaje sobre la mesa y eso significa enfocarnos en los maestros. De esos 100 pesos, 50 lo enfocaría en la formación de maestros, ligada con la identificación de políticas exitosas en Colombia. Por ejemplo existen dos programas dos programas de formación exitosos. Uno es PTA (Programa Todos a Aprender), que es la formación de profesores a través de tutores y formadores, y ha tenido un impacto positivo en el aprendizaje de los estudiantes, y en especial en estudiantes de zonas rurales que son muy importantes en el país, sobre todo por la coyuntura actual. El otro programa es RLT (Rectores Líderes Transformadores), que es el único que hay en gestión para los cargos administrativos de las instituciones. Es necesario hacer un esfuerzo en la formación de rectores y coordinadores. En textos y materiales invertiría 20 pesos. En zonas muy lejanas en Colombia no tienen acceso a materiales de calidad. Es necesario tener textos que apoyen los procesos de aprendizaje y que su entrega esté acompañada de una formación a los profesores. Algunos pesitos los invertiría en tener una coherencia entre los diferentes elementos del sistema educativo. Se debe tener la foto completa de la articulación entre la formación de profesores, la evaluación docente y la evaluación de los estudiantes. También es importante ver la articulación entre los diferentes elementos curriculares como los DBAs y las mallas. Entonces destinaría 5 pesos para mirar cómo es esa coherencia entre los distintos elementos del sistema. Me gastaría 15 pesos para tener más información sobre los aprendizajes de los estudiantes. Con un esquema de retroalimentación y haciendo un énfasis en que esa información llegue al aula, y que los profesores tengan herramientas para retroalimentar a los estudiantes. Por último, los 10 pesos que me quedan, son para atraer a los mejores a la profesión docente. Hay que hacer un esfuerzo para que los mejores docentes se vayan a las zonas más difíciles de Colombia, ¡ahora más que nunca los necesitamos!
Si fuera Presidente de la República dedicaría los recursos de inversión en educación a: 1) Reestructurar el sistema de ciencia y tecnología del país. 15 pesos. 2) Rescatar a las universidades públicas, asegurándoles un modelo de sostenibilidad. 80 pesos. 3) Implementar una nueva capa al sistema de información del Ministerio de Educación para contar con métricas que permitan hacer más eficiente la inversión y que cuente con herramientas predictivas. Este último punto es clave por el problema de Colombia no es que invirtamos poco, el problema es que invertimos mal. 5 pesos.
Priorizaría la acción de la política educativa para las poblaciones rurales: 1)20 pesos en acompañamiento a modelos propios. Identificar la diversidad de modelos que pueden operar en las ruralidades que aprovechan las capacidades rurales, sus realidades económicas, sociales y comunitarias. Los hay en nuestro territorio y en otros países con restricciones presupuestales como México. Estos son los modelos que se deben apoyar en los territorios. 2) 50 pesos al sistema de gestión del talento humano. Desarrollar un sistema de gestión de y para los maestros rurales que privilegie su formación y acompañamiento, que promueva que quienes son maestros rurales tengan su proyecto de vida en el territorio, es decir no son aves de paso. 3) 30 pesos para Normales y licenciaturas. Formalizaría y fortalecería la articulación de las Escuelas Normales con las licenciaturas en Universidades. Por otro lado es fundamental que desde las instituciones formadoras se construya capacidad en los maestros para ser innovadores y creativos, lo cual tendría que ir de la mano con un sistema de carrera que genere incentivos por ser mejor profesional. Esto no es solo un asunto salarial sino de carrera al interior del sistema.
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