Entendiendo que urgencia más grande son las carreteras terciarias, dividiría el presupuesto así: 60 pesos en red terciaria de carreteras, es la necesidad prioritaria que crea las oportunidades de desarrollo económico autónomo de los rurales y les facilita el acceso a los derechos básicos - conectividad. Invertiría 60 pesos en las redes terciarias de carreteras, pues las considero una prioridad. Estas carreteras logran crear oportunidades de desarrollo económico autónomo de los campesinos y les facilita además el acceso a los derechos básicos, generando así conectividad. Otros 15 pesos los destinaría a servicios de acompañamiento técnico a los pequeños productores agropecuarios, pues es esencial para el mejor aprovechamiento de la tierra y para desarrollar las oportunidades económicas y el uso del suelo. Además, aprovecharía para realizar un esquema de asistencia técnica que asegurara la cobertura universal gratuita. 15 pesos más los invertiría en la investigación de desarrollo científico y tecnológico para la oferta de tecnología en la producción agropecuaria, así desarrollando nuevos conocimientos para elevar la productividad. Los 10 pesos que quedan los destinaría al perfeccionamiento y desarrollo del sistema de sanidad agropecuaria para garantizar mejores condiciones de seguridad en el agro. Necesitamos mejorar la posibilidad de acceso a los mercados internacionales y esto se logra con una seguridad sanitaria confiable, de no ser así, es difícil exportar los productos colombianos.

Invertiría los 100 pesos netos en la implementación de la reforma rural integral, porque esta es el inicio de la solución de los problemas del campo. La formalización de la propiedad, el catastro y las zonas de reserva buscan llevar desarrollo rural por medio de políticas públicas. Así, logramos armonizar la producción agrícola con la naturaleza.

Destinaría los 100 pesos en el acuerdo de paz, para ser más exactos en el punto 1 del acuerdo. Esto lo focalizaría en el catastro multipropósito y en las tierras. Hay que entender que el aspecto central del acuerdo es la transformación de la vida para las comunidades campesinas que están en territorios vulnerables, en territorios de posconfilcto, por esto es fundamental destinar todo el presupuesto en formalización y compra de tierras y en general, en el punto uno del acuerdo de paz.

Invertiría los 100 pesos en el desarrollo integral del campesino. El campesino necesita muchas cosas, pero es primordial colocarlo como prioridad y protagonista. Los campesinos somos un actor social importante y viable que no hay que mirarlo con compasión. Los planes que se hagan en el desarrollo agrario se deben hacer no solo en el campo físico sino en el campo social. El país está obstruyendo el desarrollo social del campesino, son más los trámites que debemos hacer que el desarrollo, es por esto que el campesinado se debe organizar no solo como actor sino como organización. El país debe entender que la función del campesino no es solo la de producir alimento, por esto, se debe invertir el dinero en ayudar a recuperar el protagonismo del campesino. Lo importante no es la obra física, lo importante es el desarrollo social, organizativo y humano. Hace tiempo el país tiró por la borda por ejemplo, el programa de educación rural, nos están educando con los mismos parámetros del citadino, no nos están educando para lo que producimos, por esto, no se genera el desarrollo.

Los 100 pesos los invertiría así: 20 pesos en el fondo de tierras, en la compra o todos los procesos necesarios para dotar de tierra a los campesinos que no la tienen. 10 pesos en el catastro multipropósito y la formalización de la propiedad rural. Uno de cada dos predios en el campo no tienen títulos formales, la tenencia es precaria y eso afecta en gran medida la seguridad jurídica. 20 pesos los destinaría para la adecuación de tierras y la adaptación al cambio climático, esto con énfasis en pequeños distritos de riego. El gran problema de Colombia es que tiene un gran potencial pero no lo ha sabido aprovechar. tenemos mucha riqueza, tenemos mucha agua pero aún no sabemos cómo llevarla a los predios, la agricultura sin agua es un desastre, pues depender del clima para ser competitivos es jugar a una ruleta. Otros 10 pesos los invertiría en la educación rural, sobre todo, en la educación secundaria técnica. Debemos cerrar la brecha pues la población no educada es población destinada a ser pobre, debemos educar al campo para que así sean más competitivos. 10 pesos más en investigación agropecuaria y asistencia técnica. La tecnología es clave para la competitividad y Colombia requiere investigar sus recursos y su geografía para así encontrar tecnologías que se adapten al territorio nacional. Destinaría 20 pesos para vías secundarias y terciaras. La interconexión es necesaria para brindar más competitividad a la producción agropecuaria colombiana. Los últimos 10 pesos los invertiría en alianzas territoriales para impulsar ordenamientos productivos y sociales para un uso más productivo del suelo.

El presupuesto destinado a lo agropecuario debe ser proporcional al peso que tiene el sector en la economía nacional. Esto implica que el sector reciba los recursos que se merece para poder sustentar el desarrollo de la agricultura. Siendo así, invertiría los 100 pesos así: 20 pesos en tierras, enfocándome en dos puntos clave, el catastro multipropósito y la formalización de la propiedad. Esto es importante porque sin conseguir la adecuación del catastro y sin formalización, cualquier otro programa de tierras no va a ser sostenible para los productores. Debemos dar señales de que todo el sistema está formalizado y que los derechos de propiedad también lo están. Por otro lado, el Catastro es fundamental para que se tengan señales de que el uso que se le está dando a la tierra es proporcional a su potencial productivo. Invertiría otros 20 pesos en vías terciarias, esto para la construcción y mejoramiento de las vías en zonas con alto potencial productivo. 15 pesos más en la adecuación de tierras, especialmente en temas de riego. Esto iría enfocado básicamente para la pequeña y mediana irrigación, porque a través del riego se consiguen unos mejoramientos en productividad muy importantes. Otros 15 pesos los invertiría en transferencia de tecnología y asistencia técnica, esto iría enfocado a pequeños y medianos productores, por medio de esto se logra apoyar el desarrollo productivo y además, se ayuda al acceso a otros actores como por ejemplo al crédito. 15 pesos más en investigación agropecuaria, enfocándola en productos con ventaja comparativa y competitiva. Esto porque la investigación es vital para aumentar la productividad. 10 pesos en proyectos regionales de reconversión productiva, esto porque el sector agrícola está cada vez más abierto a los mercados internacionales y la competencia por lo tanto es mayor. Estos proyectos, deben ayudarle a algunos productos en los cuales tenemos potencial a mejorar su capacidad competitiva y a los que no son competitivos procurar reemplazarlos por los que sí son rentables y desarrollar tecnologías para los mismos, incluso investigando los mercados para incursionar de forma correcta. Esto también va dirigido a nuevos productos de exportación y la mejora tecnológica de los productos con potencial competitivo, todo esto, claramente se debe trabajar con las regiones, creando modelos demostrativos regionales para ayudar así a la transformación. Los últimos 5 pesos los invertiría en el sistema de medidas sanitarias y fitosanitarias para que así preservemos la sanidad de nuestro sistema productivo, al tiempo que se incluyan medidas para protegernos de enfermedades que puedan entrar por importaciones y ajustar también nuestras medidas sanitarias para la exportación de nuestros productos.

Si realmente está comprometido con la construcción de paz y la superación de las desigualdades extremas a las que se enfrentan las comunidades campesinas y étnicas del país, el nuevo presidente de Colombia debería: Darle 10 pesos a cada uno de los grupos poblaciones que han sido más afectados por el conflicto y que son quienes deben promover el cambio requerido en el campo (con cada uno de estos grupos se acordaría la agenda pública de inversión que responda a las necesidades que más los aquejan): a. 10 pesos para las víctimas desplazadas y despojadas forzosamente de sus tierras. Para seguir promoviendo la restitución de tierras mediante los procesos de la ley 1448/11 y el cumplimiento de las sentencias judiciales que garanticen las condiciones para un retorno digno, seguro y sostenible. b. 10 pesos para las mujeres rurales. Enfocados hacia la promoción y rescate de la economía familiar campesina, economía del cuidado y economía solidaria; con miras a garantizar la seguridad alimentaria de las comunidades rurales. c. 10 pesos para los campesinos. Enfocados hacia la garantía de los derechos campesinos, el reconocimiento y protección de sus territorialidades (Zonas de Reserva Campesina, Zonas agroalimentarias, Zonas de biodiversidad… entre otras propuestas) y alguito para el censo campesino. d. 10 pesos para los indígenas y 10 pesos para los afros. Con miras a cumplir los acuerdos de tierras pactados con anterioridad, y adelantar de manera adecuada los procesos de consulta previa de las reformas y políticas a formularse. e. 10 pesos para los pequeños cultivadores de coca, amapola y marihuana. Con miras a implementar el plan integral de sustitución de cultivos de uso ilícito, respondiendo a la necesidad de dotación de tierras y proyectos productivos. Los 40 pesos restantes los aplicaría a la implementación de una política de tierras que realmente cumpla lo pactado en el punto 1 de la reforma rural integral del Acuerdo Final para la Terminación del Conflicto: 1. Conformación del censo de baldíos. Junto con los procesos de clarificación y la identificación de los baldíos indebidamente ocupados o apropiados 2. Alimentación del fondo de tierras para la paz. Junto con todos los procesos agrarios que deban surtirse para lograr recuperar los baldíos de la Nación incluyendo las tierras improductivas que deban ser extinguidas. 3. Dotación de tierras a comunidades vulnerables antes priorizadas: para la adjudicación, formalización y compra de tierras. 4. Implementación del catastro multipropósito.