El único candidato con una propuesta clara en derechos de las mujeres y que proponía crear un ministerio (Humberto de la Calle) se quemó. eso demuestra como los temas de género siguen teniendo poca importancia para el país.

Petro no puede pretender que un buen contingente de la coalición vote por él solo por rechazo a Uribe/Duque. Está obligado a negociar, pues algunos verdes pueden también llegar a acuerdos con el Centro Democrático, imagino.

En el Caribe, la gran conclusión es que perdieron las casas políticas tradicionales, especialmente aquellas afiliadas a Cambio Radical, que si bien obtuvieron unos resultados importantes el 11 de marzo, esta vez no contaron con el hecho de que el voto de opinión tiene más peso en las elecciones presidenciales y que no todos los congresistas iban a poner la plata que se requiere para mantener los votos amarrados. A esto se suma el hecho de que varios congresistas costeños del Partido de la U y del Partido Conservador no apoyaron a Vargas Lleras, sino que colocaron sus esfuerzos logísticos y económicos en el Uribismo. Lo que se observó ayer, al menos en la ciudad de Barranquilla, fue que las clases medias y altas se movilizaron mucho más que los sectores populares que tradicionalmente salen masivamente a votar gracias a algún tipo de incentivo.

Alvaro Uribe, sigue siendo el gran elector de este país. Con una propuesta jóven y fresca Iván Duque se posiciona como un nuevo político con la capacidad de tender puentes y generar consensos. Queda claro también que las maquinarias políticas fracasaron y que hay una nueva ciudadanía activa.

La Coalición Colombia obtuvo un buen resultado que le permite irse consolidando como un proyecto político con capacidad de transformación a escala nacional. Como comentario autocrítico (voté y apoyé el proyecto político de Fajardo) vale decir que la Coalición Colombia perdió no por culpa de terceros sino porque no se preocupó o no pudo convencer en los territorios menos urbanizados, más pobres y más vulnerables. Para ser un proyecto nacional la Coalición tiene que interiorizar que Colombia no está conformada solo por ciudades y por clase media educada. Hay que empezar a abrir camino, construir una agenda de cambio social para los pobres y pobres extremos y abrir un diálogo con las regiones más apartadas.

Comparto algo que escribí en Twitter, y que no le gustó a la mayoría de petristas: más allá de la votación histórica de la izquierda, Petro no partió las aguas de la Historia ayer. Entró a segunda vuelta raspando y quedó muy lejos de Duque. Su cálculo era volverse un fenómeno popular; ser el ungido del pueblo. Y eso no pasó. El centro quedó fuera de la segunda vuelta por sus propios errores (como bien dice Roberto Angulo en este espacio). Pero demostró que su apuesta sí funciona, y por más pragmatismo que se les pida para vencer a Uribe, ni Fajardo ni los verdes tienen por qué salir a entregarles sus banderas a Petro porque sí. Petro no es solo sus propuestas y el apoyo que tiene. Petro es también sus vanidades, su terquedad y su soberbia. Y eso es decisivo. El domingo se mostró moderado casi que por obligación. El primer responsable en mantenerse viable es él, no los candidatos a los que derrotó. Este escenario estaba previsto hace meses: Uribe versus Petro. Si el único cálculo que hizo Petro para este punto es forzarle la mano al centro, va a perder. Si el cálculo era entrar a segunda vuelta en hombros, ya perdió. En conclusión: la siguiente movida es de Petro. Y va a tener que abrirse al diálogo y a la concertación para tener algún chance. Hasta hoy, él ha controlado todo el mensaje de su campaña. El qué y el cómo. A ver si Petro logra no ser Petro...

Esta jornada es histórica (como la de la Constituyente). Marca el surgimiento de la Política como debate pacífico sobre el país. El cual no había sido posible por la Violencia, el Frente Nacional y la insurgencia que criminalizó la izquierda. El centro mostró que existe y reclama una nueva forma de política. Los extremos valen y tendrán que seducir dentro de la legalidad y la institucionalidad. Es un nuevo amanecer. Se que es una mirada rara en medio de tantos anuncios de catástrofes, pero el iceberg no es solo la punta de la mecánica electoral sino el 90% sumergido, que para mi muestra un principio de cambio en la cultural política. Estructural y de largo plazo