Para robustecer la aplicación del presupuesto de inversión en innovación, se deberían primero tomar una serie de medidas que permitan la implementación de proyectos importantes, por ejemplo: la eliminación del cobro del IVA para el internet en Colombia. Para invertir en proyectos significativos de innovación, es muy importante el papel que juega la promoción de la conectividad, Colombia necesita hacer un esfuerzo importante en ampliar la capacidad y la calidad del acceso a internet para los ciudadanos. Para esto, sería importante destinar por lo menos, 20 de esos 100 pesos en función de este ítem. En el país, un presupuesto debe también tener muy en cuenta el papel de la educación, que en pro de la innovación debe orientar su sistema a ser menos instructivo y más interactivo, de modo que se oriente a explotar y forjar las capacidades de cada individuo. Para esto es importante, por lo menos, otros 20 pesos. La creación de redes de conocimiento es supremamente importante en la actualidad. Del mismo modo, se debe empezar a implementar el concepto del Internet de las Cosas (IDC), que solamente es posible con la importante inversión en conectividad, ya mencionada. Esta nueva tecnología, que se ha comenzado a aplicar en otras partes del mundo, será la tecnología que más riqueza generará a los países. El IDC es una apuesta de gran impacto, en la medida que genera mejoras sustanciales en la productividad, reduce los costos de operación y además, es quizá el salto tecnológico más importante para la construcción de ciudades inteligentes y sostenibles. El presupuesto en general, debe estar orientado a adoptar estos nuevos conceptos como principios de su visión innovadora. Otros 20 pesos del presupuesto, deben estar orientados a fortalecer la industria Fintech. Para esto, es importante que la institucionalidad y el sector privado hagan un esfuerzo importante en democratizar el crédito, en hacer cada vez más accesible los créditos para inversión en proyectos de innovación, especialmente en este sector. De igual modo, invertiría por lo menos 15 pesos en reforzar el vigor del Blockchain como estructura de información que puede hacer más eficaces diversos procesos, reducir costos de transacción de operaciones complejas, pero también cotidianas y simples. También, resultaría una herramienta fundamental para asegurar la transparencia de todo tipo de procesos desde los sectores público y privado. Por último, invertiría una cuarta parte del presupuesto –los $25 restantes- en el impulso y desarrollo de sistemas de inteligencia artificial. Esta inversión es muy importante que sea entendida de forma aplicada a la educación, sobre todo de la primera infancia: el activo más importante que tiene un país para su desarrollo, es la mente de sus niños. La inteligencia artificial debe articularse no para reemplazar las labores humanas, sino para hacerlas más efectivas. El reconocimiento de patrones de aprendizaje es un eventual resultado de su explotación, que puede ser clave para el diseño de nuevos modelos educativos que permitan aprovechar de mejor forma, habilidades y destrezas de las personas.

Con ese presupuesto para innovación, invertiría claramente 50 pesos en experimentar: concretar lo que se ha proyectado no es innovar, porque ya estaba previsto. Los experimentos representan un riesgo de éxito en encontrar nuevos prototipos que solucionen problemas desde la diversidad de necesidades de todos los sectores de una sociedad. Esta experimentación, estaría fundada en buscar soluciones a corto, mediano y largo plazo a problemas formulados desde la diversidad social. Es por eso, que los otros 50 pesos los usaría en desarrollar prototipos, en hacerlos útiles para interconectar soluciones en una sociedad, eso sí, priorizando de acuerdo a criterios de necesidad específicos. Por último, lo mejor es aclarar que ni un peso de este dinero iría para la implementación de los proyectos de prototipos que surjan de la fase de desarrollo, pues por su misma diversidad, deben ser adoptados en su esencia por otros presupuestos destinados a suplir necesidades en el ámbito en que estas soluciones resulten útiles. Por ejemplo: creemos soluciones en educación, que el Ministerio de Educación pueda adoptar para solucionar problemas en esta área. La innovación ha de ser el medio para experimentar el rompimiento de los problemas que la naturaleza que conocemos nos propone.

La innovación en la actualidad, debe necesariamente ir de la mano con el desarrollo sostenible. Por eso, hay que considerar innovar en los procesos cotidianos que pueden traer numerosos beneficios para una sociedad, al tiempo que se contribuye al desarrollo de una consciencia ambiental. La creación de una cotidianidad que denote la importancia de la reutilización de los materiales, resulta vital. Colombia está desaprovechando un potencial sector de la economía que surge de la reutilización de recursos que acá, ‘son basura’. Una propuesta a la que le apostaría su entero capital de innovación, es la de crear bancos de materiales. Estos centros de acopio, preparación e industrialización de desechos, funcionarían como auténticas entidades financieras. Por eso, la transformación de la consciencia sostenible y la valoración de lo que antes no tenía valor, generaría en la sociedad una mentalidad diferente frente a lo que bota en todos los niveles, desde los residuos en los hogares hasta los de las grandes fábricas. Es en esencia, es crear la idea de hace renovable el ciclo de vida de los productos, toda una nueva concepción sobre el materialismo. Para consolidar esta propuesta, invertiría 50 pesos del presupuesto en idear y crear las cadenas de preparación y tratamiento del material reutilizable; y, los otros 50 en afianzar un sistema que fomente la consciencia generalizada de actuar como gestores sostenibles desde el reconocimiento de un nuevo valor para el ciclo de reutilización de materiales.

Con 100 pesos para invertir en innovación, destinaría una sustancial porción (40%) a la preparación para innovar desde la educación. Debe cambiarse el ‘chip’ en todos los niveles educativos, no se está enseñando a innovar sino que simplemente se transmite información que en algún momento fue innovadora y eso, rompe el ciclo necesario para crear nuevas ideas. La educación debe encarnar desde la academia, la preparación para entender nuevas realidades, pero no solo eso, debe mandarlos a todos los sectores de la sociedad para que con suficiente preparación sigan innovando. Otros 30 pesos del presupuesto tiene que asegurar que las ideas innovadoras encuentren su cauce para que sean desarrolladas a profundidad, desde la empresa privada y desde el sector público. Por último, pero no menos importante, los 30 pesos restantes deben apostarle al emprendimiento, es este el vínculo entre la idea y su utilidad social. Los recursos para que se emprenda llaman a la innovación.

Con 100 pesos para invertir en innovación, invertiría primordialmente 50 pesos en adoptar un plan de reforma estructural de la educación, que promueva y oriente las capacidades y habilidades de los estudiantes en los diferentes niveles hacia el desarrollo de la creatividad y la innovación. Esta iniciativa, debe estar enfocada en proporcionar herramientas que permitan conectar la innovación con la productividad. Además, 30 pesos en apoyar proyectos de ciencia y tecnología que propicien innovación en todos los sectores. Finalmente, muy importante, invertiría los últimos 20 pesos en proyectos relacionados con cultura y creatividad, con el fin de promover iniciativas de industria creativa, que innove desde las habilidades. Estos elementos en su combinación pueden a grandes rasgos, potenciar a Colombia como un país más innovador desde la capacitación y la educación en innovación hasta la promoción de iniciativas orientadas a explotar las capacidades y habilidades del potencial humano.

La inversión en innovación desde la Empresa Privada, debería tener de esos 100 pesos, 40 destinados al área de desarrollo de productos y servicios. Innovar permanentemente desde la investigación para conocer las nuevas y cambiantes necesidades del Mercado, deriva en la posibilidad de ofrecer un portafolio que responda de forma vigente y real, a la demanda. Este proceso incluye, la necesidad de constantemente renovar el sistema de software y hardware que rigen el funcionamiento de la oferta. Otros 30 pesos, deberían ser destinados por las empresas en la búsqueda, desarrollo y aplicación progresiva de nuevas plataformas de negocios para incubar nuevas estrategias a mediano y largo plazo. Este proceso, facilita la construcción de nuevas estructuras para las compañías, por medio de la creación de nuevas redes externas, alianzas con otros sectores productivos, etc. Los 30 pesos restantes, deben estar dedicados a invertir en emprendimiento en pro no solo de la empresa, sino también de quienes trabajan en ella. Ese 30% del presupuesto debe dividirse en dos importantes iniciativas. La primera, desde el factor laboral, en un sistema interno de reconocimiento y recompensa para quienes aporten innovación a los sectores en que se encuentran, mejorando el funcionamiento de los procesos empresariales. El incentivo propuesto, no debe estar limitado al económico, sino también a estudios, autonomía y patrocinio a ideas de emprendimiento. La segunda importante iniciativa, se reduce básicamente a un sistema de capacitación permanente que promueva el desarrollo de talentos, habilidades y competencias. Con eso, las capacidades de cada una de las personas que ponen en marcha las compañías son aprovechadas de una mejor forma por estas, y además, se consoliden como incentivos personales y profesionales. Por último, un ambicioso plan de inversión en innovación como este, requiere que las políticas públicas del país adquieran una nueva dimensión. En la actualidad, cerca del 70% de la inversión en innovación es de la Empresa Privada. Es totalmente necesario, que el Estado amplíe su presupuesto para estos temas y cree redes sólidas de cooperación con el Sector Privado, pero además muy importante, con la academia, con las universidades. Estas alianzas, deben tener como fin la creación de políticas serias y con solución de continuidad.

Las propuestas de innovación deben ser verdaderos ‘pactos de Estado’ que transciendan los partidos en el gobierno y que exijan una coordinación entre entidades gubernamentales para implementar políticas exitosas en este aspecto. Para el desarrollo de las políticas de innovación, es primordial que Colombia y sus Regiones conozcan cuales son sus fortalezas, debilidades y oportunidades en materia de innovación, es decir, cual es su enfoque competitivo. Igualmente, se debe tener en cuenta como impactan las políticas de innovación a los diferentes actores inmersos en la cadena de valor sectorial. Esto último, permite determinar cuáles son los focos en los que deben concentrarse las políticas. Consciente de eso, los primeros 30 pesos deberían ser destinados al fortalecimiento del talento humano en Ciencia, Tecnología e Innovación; esto incluye formación en ciencias básicas, humanas y aplicadas, pero también en el desarrollo de los futuros líderes empresariales con conocimiento de ciencia y tecnología (gestión de la innovación, STEM, empredimiento de base científica y tecnológica, etc) Otros 20 pesos, deberían ser invertidos en financiación de Proyectos de CT+i y la Compra Pública Innovadora. Especialmente, esta última permite alinear la demanda real que el Estado tiene de productos y servicios innovadores con las capacidades actuales y potenciales del tejido empresarial y académico colombiano, fomentando su desarrollo. Además, 20 pesos deberían estar dispuestos para la creación o fortalecimiento de cadenas de valor integrales alrededor de una fortaleza competitiva regional, como sucede ya en varios países del mundo (un ejemplo es l'Oncopole en Toulouse, Francia). Esta iniciativa, se basa en la generación de alianzas entre el sector académico y productivo para el desarrollo de importantes proyectos de CT+i que cuenten con un respaldo institucional significativo y con un foco estratégico muy definido. Dos pesos, deberían dedicarse a comunicar lo que se está haciendo en materia de CT+i y las oportunidades para los innovadores. Ofrecer amplia difusión a las iniciativas de innovación que están siendo desarrolladas así como facilitar la información para acceder a las ofertas disponibles para los profesionales de CT+i. Adicionalmente, este sistema debe tener un componente importante de estrategias de reconocimiento e incentivos, como por ejemplo, premios al innovador del año, etc. También, destinaría 8 pesos para la consolidación de redes profesionales en CT+i e iniciativas gubernamentales para la simplificación de todos los procesos relacionados con la participación y manejo de los recursos de CT+i. Por último, los 20 pesos restantes deben estar orientados a la creación de un genuino ecosistema de emprendimiento, que permita que los emprendedores puedan establecerse, crecer y madurar en Colombia. Esto, implica apoyar las iniciativas empresariales alineadas con la competitividad de las regiones, facilitar el acceso a la financiación privada (ya sea banca, ángeles o capital de riesgo), disminuir las barreras a la competitividad, como la conectividad y apoyar la internacionalización de aquellas empresas más maduras.

En el caso de la innovación, es completamente necesario dividir el presupuesto para buscar una inversión que promueva tenerla como eje de acción a corto, mediano y largo plazo. Empezaría con 10 pesos muy necesarios para focalizar la innovación en los estudiantes que apenas exploran sus habilidades, esto es, últimos grados de educación básica para que salgan al mundo de la educación superior –bien sea universitaria o técnica- pensando en innovar. El modelo de educación superior necesita también cambiar para adaptarse a las nuevas generaciones de creativos, por eso destinaría 15 pesos transformarlo en un modelo que profundice la innovación sobre todo, en la educación de posgrado. Es necesario adaptar los nuevos conocimientos, proponiéndolos como retos a la creatividad desde nuevas visiones de talento y habilidad como las soft skills. Ahora, el factor emprendimiento también juega un papel clave, es necesario que todo el conocimiento trabajado encuentre materialización, asegurar que esto pase merecería por lo menos, un 15% del presupuesto; pero además, el emprendedor debe tecnificar su conocimiento adaptado a su proyecto, esta capacitación de especial relevancia para que estas iniciativas triunfen, merecería unos 20 de esos 100 pesos. Por último, le daría con toda convicción los 40 pesos restantes a fortalecer las Pymes, en Colombia, el 92% de las empresas son pymes y aportar con soluciones de toda índole a su crecimiento generaría un impacto muy relevante en la economía nacional. Estas empresas, son sin duda, verdaderas herramientas para materializar innovación.