¿Peñalosa salva su gestión en movilidad con los avances en el SITP?

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Germán Prieto
Germán Prieto

Quizás el mayor reto de movilidad para la ciudad en los últimos años ha sido el de recuperar el Sistema TransMilenio y el SITP, por la amplia cobertura de estos sistemas y el impacto sobre los ciudadanos de menores recursos.

Ambos sistemas están en crisis, y esperábamos que la alcaldía de Peñalosa tuviera acciones muy efectivas para solucionarlo, y en eso creo que sus acciones se han quedado cortas con respecto a las expectativas que se tenían.

Por eso, los recientes avisos de renovación de la flota de TransMilenio y la apertura de la licitación de las zonas del SITP no cubiertas por Coobus y Egobús, son muy buenas noticias, pero llegan tarde, cuando el periodo de la alcaldía está por terminarse.

No solo se necesita un otrosí, y abrir la licitación, sino que es necesario evidenciar cómo se desenvuelven estos nuevos buses para determinar si funcionan adecuadamente y si la decisión del alcalde nos encaminó por la senda correcta.

Lo anterior implica que no se puede hacer una evaluación real de sus resultados y por ende, no puedo determinar si su gestión en términos de movilidad se salva o no.

Mauricio
Mauricio Rico

No podemos enfocarnos exclusivamente un fragmento de todo el paisaje. Sí, es muy bueno tener 594 buses eléctricos nuevos, pero eso no resuelve la totalidad de la ecuación. 

Es probable que esta noticia calme los ánimos de un sector que se ha preocupado por la calidad del aire, y la contaminación que los buses de Transmilenio y SITP han generado, pero el sistema de transporte y la movilidad en general no se reducen a esto. 

Se necesita avanzar en un sistema de transporte masivo completo. Todas las discusiones que se están dando actualmente -metro, troncal de Transmilenio en la séptima, buses eléctricos en SITP, etc- se ven y tratan como formas desagregadas. 

Nos olvidamos de que todos somos responsables del sistema de transporte y la movilidad de la ciudad y que no todo está a cargo de la alcaldía. 

Necesitamos que todos los estamentos de la ciudad participen para poder desarrollar un sistema de transporte masivo acorde a las necesidades de la ciudad, dado que esta problemática es de interés colectivo y permitirá beneficiar a muchas personas que hoy necesitan un sistema de alta calidad y capacidad.

Sin embargo, el sistema de transporte masivo no cambió en esta alcaldía, ni va a cambiar en las próximas si seguimos mirando “el ombligo propio”.

Juan David
Juan David Garcia

Lo primero que hay que decir, es que es positivo que se deje de evitar el transporte eléctrico, aunque vale la pena recalcar que la iniciativa habría sido mucho mejor hace un año, cuando se estaba renovando la flota de TransMilenio.

 Además, resulta importante resaltar que hay un hueco financiero en SITP, que ni se ha tapado ni parece que se vaya a tapar en el futuro próximo. En campaña el alcalde Peñalosa dijo, con toda la razón, que  la situación financiera del SITP era una bomba atómica. Pues la bomba no se le estalló a él pero sigue activa y no se sabe que podrán hacer las próximas alcaldías-.

Parte de este hueco es debido a la baja demanda asociada a causas múltiples como la baja confiabilidad del sistema, la falta de apropiación. una pésima comunicación y la competencia constante de alternativas de menor costo inemdiato y mayor impacto para la ciudad como las motos. Además, buena parte del hueco  es la generosa tajada que se están llevando los privados por cuenta del servicio de recaudo. Hasta que esto no cambie y se renegocien términos favorables para la ciudad no se verán cambios significativos. 

Aunque el balance en movilidad es muy negativo para esta administración, cabe destacar los primeros y muy tímidos pasos hacia una filosofía de Visión Cero. Este paradigma de diseño de movilidad vial  tiene como premisas básicas que: 
1) Somos humanos y cometemos errores
2) Ninguna pérdida de vida es aceptable
3) Los diseños viales deben hacerse de forma que si cometemos errores en la vía no quedemos heridos o muertos como consecuencia de los incidentes de tráfico

Se han hecho algunas  acciones en pro de la pacificación de vías (como instalar reductores de velocidad, islas peatonales o reducción de anchos de vía). Sin haber hecho un un análisis detenido de los datos (el acceso a los datos es otro  punto no tan destacable de esta administración)  parece ser que las cifras siniestralidad de peatones han disminuido.  Sin embargo esto puede ser una simple fluctuación estadística  normal y no un verdadero cambio en la tendencia creciente. Es decir, puede ser un caso de escoger  únicamente las cifras “positivas”.

El panorama de  siniestralidad de ciclistas es desolador a pesar de la intensa publicidad de la alcaldía: Ha habido un aumento ininterrumpido en la muerte de ciclistas en la vía haciendo que los 4 años de la administración los peores en cifras absolutas en más de una decada. 

Por último, esta administración quedó en mora de regular y mejorar la comunicación de Bogotá con sus municipios aledaños tanto en transporte de pasajeros como de carga.

En mi opinión la gestión de Peñalosa en seguridad vial pasa raspando en algunos aspectos pero se raja en la mayoría así como en sostenibilidad de transporte e inversión.

Jorge Acevedo
Jorge Acevedo

Pese a que desconozco la minucia del asunto relacionado con la renegociación de los contratos del SITP y el anuncio de licitación de buses eléctricos para el SITP, considero que hay dos asuntos claves al respecto.

El primero y más de fondo es que la crisis del SITP se origina en un diseño deficiente del sistema y en unos contratos muy mal concebidos y elaborados que llevaron a la crisis. Pero esos contratos son la ley de las partes y cambiarlos es muy complicado jurídicamente hablando.

Hay un desequilibrio entre las partes. Los contratistas están prácticamente quebrados y la ciudad se encuentra en una situación muy complicada porque si se interrumpe el servicio del SITP la movilidad se paraliza. 

Además, con las entidades de control ejerciendo presión, el margen de acción de los funcionarios se ve limitado e influenciado por el temor a lo que pueda suceder. Sin embargo, el anuncio de que se logró finalmente una renegociación me da mucho optimismo. No conozco los términos de ese cambio, pero es la culminación de tres años de esfuerzo de la administración, por lo que presumo que hay una mejora sustancial con respecto a los contratos originales, y eso se debería traducir en una mejora gradual pero sustancial del servicio.

Ahora bien, lo de los buses eléctricos me suena a populismo. La crisis del SITP es en últimas una crisis financiera (contratistas quebrados y onerosos cargos para la ciudad), y eso no se resuelve con buses eléctricos.

El orden de las cosas es resolver primero lo financiero y después ver si es viable empezar a  electrificar la flota. Hay que entender que los buses eléctricos son más costosos. ¿Quién pagará por ese servicio más costoso debido a la electrificación?¿Los usuarios con un aumento de tarifa? ¿Todos a partir de nuestros impuestos?

Como desconozco los términos de la licitación, supongo que está abierta a que los participantes propongan buses con distintos combustibles (diesel, gas, eléctricos) y distintos precios, para que se escoja el más conveniente para la ciudad. Si es así, estoy de acuerdo, pero también estoy seguro de que el ganador no será el proponente de buses eléctricos, por el mayor costo. Pero si ya se tomó la decisión de que sean buses eléctricos, y la licitación está restringida a esa opción, mi pregunta es quién va a pagar por esos considerables sobrecostos.

Darío
Darío Hidalgo

Aunque los resultados de la reestructuración con los operadores y la apertura de licitación para la contratación de las zonas faltantes del SITP zonal son muy buenos anuncios, los resultados solo se verán en varios meses.

En ese sentido, la administración está avanzando en algo que se necesitaba, que era urgente, pero los usuarios solo vamos a percibir las mejoras de manera gradual.

Definitivamente, se está andando en la senda correcta, pero quedamos pendientes de los resultados. En caso de que estos sean positivos, teniendo en cuenta el tiempo que tomará ver los resultados, es muy probable que la administración actual no reciba el reconocimiento por sus actos.

Adicionalmente, el tema de flota eléctrica es muy impactante. Este es posible en buses convencionales porque existen muchos proveedores a diferencia de los troncales donde no existe tanta oferta. Bogotá se adelanta de una manera importante en este tema de incorporar flotas de cero emisiones de tubo de escape y será muy interesante ver este resultado en un año.

Andrés Felipe
Andrés Felipe Vergara

La gestión de Peñalosa en movilidad va mucho más allá que los logros en SITP. 

El tema del SITP fue clave resolver problemas estructurales derivados de la manera como se diseñó y como se firmaron los contratos durante el mandato de Samuel Moreno, y que derivaron en la imposibilidad de operar por varios operadores, situación que no pudo ser resuelta durante la administración de Petro, y está por verse si lo logró Peñalosa. 

Hay temas polémicos en los que se ha avanzado, como la línea del metro o el diseño de nuevas troncales de Transmilenio, y cuya consolidación dependerá de que se logre contratar su construcción. Sin lugar a dudas, en caso de que así sea, tendremos una ciudad en obra durante las próximas administraciones.

Hay otros temas que también han generado polémica, pero que ya están en ejecución, como el cambio de buses de Transmilenio, con la idea de mejorar la calidad del aire de la ciudad, hacer más segura la operación y generar mayor capacidad al sistema. 

En temas de pacificación del tráfico fue fundamental la adopción de la Visión Cero, haciendo de la seguridad vial y de la protección de la vida una prioridad para la ciudad. En un país y en una ciudad en la que tantas personas fallecen y/o se lesionan en las vías, este cambio de prioridades será clave para construir una sociedad realmente pacífica.

Por eso ha sido fundamental, y seguramente impopular, reducir la velocidad de los vehículos, o la instalación de elementos que reducen la velocidad en intersecciones, en avenidas o en puntos en los que había alta accidentalidad, sobre todo en peatones, ciclistas y motociclistas. El resultado ha sido la reducción de fallecidos, particularmente de motociclistas y peatones; sin embargo, en ciclistas los datos muestran que hay una constante.

Un tema que ha sido prioridad de la ciudad, y en el que se ha dado continuidad desde hace décadas, es la promoción del uso de la bicicleta, entendido como un hábito que busca mejorar la calidad de vida de las personas y al mismo tiempo resolver problemas de la ciudad. 

Desde la primera administración de Peñalosa la ciudad se ha reconstruido o construido, pensando en promover el uso de la bicicleta: ciclorrutas, alamedas, parques lineales, cicloparqueaderos privados y públicos y en estaciones de TransMilenio; eventos como el Día sin Carro, la Ciclovía dominical, las ciclovías nocturnas, y, por supuesto, el gran aporte que hacen los colectivos de la bicicleta, que desde la ciudadanía activa han logrado que cientos de miles de personas cambien sus hábitos de movilidad y utilicen este medio de transporte. Uno de los resultados más importantes de todo ese proceso es que hoy se realizan alrededor de 800 mil viajes diarios en bicicleta.

En eso las alcaldías de Peñalosa 1 y 2, Mockus 1 y 2, y la de Petro han construido sobre lo construido y han mostrado que pueden existir temas afines en medio de las diferencias. De igual manera, la ciudadanía ha sido un actor de mucha relevancia porque, por un lado, es la que ha transformado sus hábitos de movilidad, y por otro y en muchos casos, ha sido la abanderada de su promoción, en lo que se han denominado los colectivos de la bicicleta. 

Por lo anterior, y por otros temas, la gestión de Peñalosa va mucho más allá que los logros del SITP. Dependerá en gran medida de que los futuros administradores de la ciudad construyan sobre lo construido. Y así, en la medida que pase el tiempo, se confirmará o no mi afirmación.

Edgar Enrique Sandoval
Edgar Enrique Sandoval

Aunque le tomó más tiempo del estimado, la reestructuración completa que hizo el Alcalde Peñalosa del SITP y haber igualmente sacado adelante la renovación de 1.500 de los buses más viejos de TM, es el cumplimiento de las propuestas de campaña hace 4 años. Lo cual no es muy común en nuestras ciudades; y más difícil en Bogotá, donde durante 12 años hubo una política distrital dirigida a que TM funcionara mal y el SITP nunca arrancara. 

Si a esto se le suma el anuncio sobre que los nuevos buses serán eléctricos, casi 600, esa es la cereza en la copa de helado, en medio de tantos problemas acumulados que, por supuesto, aún persisten en el servicio; sin dejar de recordar el mezquino y clasista saboteo de unos pocos residentes en el barrio Rosales para la expansión y mejora del servicio de TM, bloqueando la troncal de la 7a en detrimento de los usuarios de la truncada troncal de la 10a al sur, que hoy sobre congestiona la Caracas y afecta también su servicio.

*Este es un espacio de opinión y debate. Los contenidos reflejan únicamente la opinión personal de sus autores y no compromete el de La Silla Vacía ni a sus patrocinadores.

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