Son varios retos los que tenemos que afrontar. Hay que empezar porque el gobierno mantenga y lleve a cabo los diálogos con el ELN. Es es fundamental. Segundo, es necesario que el gobierno tenga en cuenta las propuestas que estamos planteando las comunidades indígenas para sustituir los cultivos ilícitos.
Esto pasa por fortalecer la participación política de los pueblos indígenas en los asuntos de poder. Hemos hecho análisis y, si bien tenemos espacios garantizados por la ley para tener presencia en el Senado y en la Cámara, en las regiones tenemos muy poca representación. Y esta propuesta la planteamos en el marco de todas las violencias que hemos sufrido desde hace muchos años.
Entonces que tengamos, por ejemplo, el derecho a tener cupos garantizados en las asambleas departamentales y en los municipios, que haya cupos en los concejos y lo mismo con las JAL, que se abran estos espacios de representación en lo local y en lo nacional.
Otro tema importante es que los pueblos indígenas tenemos que tener esos espacios para incidir en los planes de desarrollo, tenemos que ser partícipes en la construcción de lo común. Para lograr esto es urgente que los planes de vida que hacemos en nuestras comunidades se vean reflejados en temas de salud y educación y de desarrollo en general.
Y otra situación que es urgente es el tema de los Planes de Salvaguardia. Todos los pueblos indígenas lo tienen y es primordial que queden reflejados de manera directa en los planes de desarrollo departamentales. Esto no puede pasar de largo porque si no se hace allí y si no se expresa la urgencia, no se va a ver una respuesta jurídica en el caso de que ocurran violencias o injusticias. Y la violencia frente a ese tipo de cosas tiene que verse y denunciarse en el contexto internacional.