El gran malestar de esta pandemia va a ser el mercado laboral.
A pesar de que tengamos una recuperación, va a costar más tiempo que haya un rebote en el mercado laboral, sobre todo en el empleo formal. Las instituciones, los empleadores formales, son los que más han sufrido en términos de restricciones, de cumplimiento de protocolos.
Es decir: han tenido un golpe muchísimo más duro que el sector informal.
Y estamos viendo que las cifras así lo confirman: que la economía, en las instancias en que se ha recuperado, lo ha hecho con un perfil de empleo más hacia lo informal que lo formal.
Entonces, pensando hacia adelante, hay dos ideas centrales para la recuperación.
Una es pensar en políticas para dinamizar el mercado laboral, como por ejemplo:
-> pasar de un programa de protección de nóminas a un programa de subsidio a la creación de empleo,
-> reducir los costos parafiscales,
-> generar ideas como los certificados de reembolso tributario para el empleo,
-> y aprovechar todas las oportunidades de ampliar liquidez en los mercados para crear fondos de capital privado e incluso fondos de infraestructura o titularizaciones de créditos. Estos serían recursos frescos para impulsar el empleo formal.
Y el otro elemento tiene que ser un plan de ajuste fiscal creíble.
Si realmente no tenemos un ajuste fiscal creíble, tarde o temprano las tasas de interés en Colombia van a aumentar.
Entonces, a ese primer pilar de una apuesta por el empleo formal lo tiene que acompañar un proceso de ajuste en los temas fiscales, que no necesariamente implica inmediatamente subir los impuestos, pero sí anunciar un plan de ajuste que les dé tranquilidad a los mercados, que le permita por ahora a Colombia beneficiarse del exceso de liquidez en la economía global, y que sea una reforma fiscal que permita reducir el gasto en la medida que se pueda.
Es decir, hacer más eficiente el gasto, aumentar el recaudo del Gobierno, financiar programas sociales para que se extiendan en el tiempo como Ingreso Solidario o el programa de subsidio de nóminas (que podría pasar a ser un programa de subsidio a la creación de empleo).
Además, vale la pena evaluar si se pueden reducir exenciones a nivel empresarial, de tal manera que la tributación sea más plana, más transparente, sin tantas complicaciones, y al mismo tiempo reducir algunas de las cargas de las empresas con tarifas menores.
En resumen, la recuperación debe pasar por dos cosas: un plan de propuestas para la creación de empleo y la recuperación de los puestos de trabajo formal; y un programa creíble de ajuste fiscal que permita extender programas de acompañamiento a hogares y empresas que estén creando puestos de trabajo y que, al mismo tiempo, tranquilice los mercados financieros.