Juan José García Romero es un político y ex congresista cartagenero que, pese a haber sido condenado por corrupción y perdido su curul en el Capitolio, es una de las personas más poderosas de Bolívar.
García Romero nació en una influyente familia de Bolívar y Sucre. Su papá Juan García Taboada fue diputado y empresario tabacalero y su madre Mady Romero fue representante a la Cámara por Sucre, pero fue con la generación de Juan José que la familia alcanzó su máximo poderío político: han logrado mantener dos curules simultáneas en el Senado de manera prácticamente interrumpida desde los años ochenta y han llevado al Capitolio a tres hermanos.
A eso se suma el férreo control que han tenido en la política de Cartagena, donde son socios del Puerto de Cartagena, tuvieron primo alcalde (Gabriel García Romero) y hermano director del Inurbe (Héctor 'Tico' García).
Juan José llegó por primera vez al Senado en 1978, como suplente del senador y ex gobernador Marún Gossaín (padre del hoy gobernador Juan Carlos Gossaín). Ahí comenzaron sus 20 años ininterrumpidos en el Senado, durante los cuales consolidaron una empresa familiar experta en combinar negocios y política que vio florecer sus inversiones privadas y su influencia en lo político (mientras su hermano Álvaro 'el Gordo' García, que llegó al Congreso en 1985 y estuvo por 25 años, se convirtió en el barón más poderoso de Sucre).
En los 90, llegaron a ser accionistas de la Sociedad Portuaria de Cartagena, luego de una llamativa decisión del alcalde (y primo suyo) Gabriel García Romero cuando recién se había creado esa concesión.
El mandatario dijo que la ciudad no tenía plata para comprar las acciones de la Sociedad y recomendó venderlas a una lista de firmas privadas. Entre ellas, a una empresa en la que luego apareció como socia una empleada del servicio de los García. Las acciones de la mujer terminaron en manos de Juan José y su esposa Piedad Zuccardi, a través de una de sus sociedades. Además, han incursionado con éxito en negocios del sector salud y obras públicas.
En 1998 decidió no volver a aspirar a raíz de las investigaciones en su contra por el proceso 8.000 y por un caso de malversación de auxilios parlamentarios a finales de los 80. En ese momento Piedad Zuccardi se convirtió en la senadora del grupo, primero como parte del Partido Liberal y líder del movimiento Nueva Fuerza Liberal y -desde 2006- con el Partido de La U que ayudaron a fundar.
García Romero finalmente fue condenado por la Corte Suprema de Justicia a tres años y medio de prisión por el delito de peculado por apropiación, después de hallarlo responsable por la apropiación indebida de por lo menos 110 millones de pesos en auxilios parlamentarios.
Tres años después, en 2010, su hermano Álvaro 'el Gordo' García -quien estuvo 25 años en el Capitolio- fue condenado a 40 años de prisión por vínculos con paramilitares. La Corte Suprema lo consideró el autor intelectual de la masacre de 15 campesinos en Macayepo (Sucre). Pese a eso, Álvaro logró mantener su curul a través de su hermana Teresita, que fue cónsul en Francfort durante el gobierno de Álvaro Uribe, luego heredó sus votos y lleva dos períodos en el Senado.
Los García Zuccardi han sido firmes aliados tanto de Álvaro Uribe como de Juan Manuel Santos, en cuya campaña de 2010 Zuccardi fue la coordinadora en Bolívar y a quien han invitado varias veces a sus famosos sancochos en su casa de Cartagena.
En febrero de 2013, la Corte Suprema de Justicia le dictó orden de captura a Zuccardi por presuntos vínculos con paramilitares (un juicio que todavía afronta), por lo que el grupo perdió su curul en el Senado por primera vez en más de tres décadas.
En 2014 recuperaron la curul de la mano de su hijo Andrés Felipe García Zuccardi, quien -con 31 años y cero experiencia en política- llegó al Senado por La U con 50 mil votos. Y sumaron una más, con la elección de Alonso del Río (allegado de toda la vida) a la Cámara.
En ese mismo año García Romero fue el cerebro de la estrategia de la reelección de Santos en Bolívar, donde el presidente dobló su votación entre primera y segunda vuelta. Evidencia de esa gratitud y cercanía fue el hecho de que fue uno de los políticos invitados a celebrar su victoria en el Claustro de la Enseñanza en Bogotá y luego a su segunda posesión.
Y de nuevo se demostró cuando, como contó La Silla, el ministro de Agricultura Aurelio Iragorri nombró a una persona cercana al grupo como el nuevo gerente de vivienda rural en el Banco Agrario, al frente del programa con mayor presupuesto de todo el sector agrario.