Este abogado de la Universidad del Rosario, especialista en Derecho Comercial de la Universidad de los Andes y Doctor en Derecho Público de la Universidad de Turín, fue elegido en 2007 por los presidentes de la Corte Suprema de Justicia, de la Corte Constitucional y del Consejo de Estado como Registrador Nacional del Estado Civil, reemplazando a Juan Carlos Galindo. Venció al ex registrador y a Guillermo Francisco Reyes, entonces Viceministro de Justicia, obteniendo un mayor puntaje en su examen y entrevista.
Anteriormente se había desempeñado como magistrado del Tribunal Superior de Bogotá, presidente del Consejo Nacional Electoral, y Contralor de Bogotá. También se ha desempeñado como catedrático en varias universidades de la capital del país, y cuenta con una amplia obra de escritos en torno a temas electorales. Es de afiliación liberal, y se le considera una persona cercana al ex Presidente Samper, aunque el registrador ha negado esta cercanía y ha declarado que es simplemente liberal.
Como primera medida tras posesionarse en el cargo, se empeñó en depurar el censo electoral: sacar a los muertos, a los inhabilitados, a los incursos en trashumancia, con el objetivo de reducir las posibilidades de fraude electoral.
En las elecciones legislativas y consultas internas de partidos en 2010, la registraduría tuvo un pobre desempeño en la entrega de resultados. Políticos, medios de comunicación y ciudadanos se quejaron fuertemente con la entidad, que se defendió culpando a la lentitud de los jueces y la complejidad del tarjetón. También se culpó a la empresa UNE, contratista de la entidad desde el 2005, por la lentitud en la transmisión de la información. Tras este fiasco, el Registrador celebró el desempeño de la entidad en las elecciones presidenciales, en primera y segunda vuelta.
En 2011 fue reelegido por un segundo período.