Luis Gilberto Murillo, el ex gobernador del Chocó y ex ministro de ambiente de Santos II, nombrado en abril de 2016.
Murillo nació en San Juan, un pueblito chocoano cerca de Andagoya. Al graduarse del colegio obtuvo una beca para estudiar en Rusia por ser uno de los mejores Icfes del país.
En la Universidad Estatal de Prospección Geológica de Moscú estudió ingeniería de minas y en esa misma institución hizo una maestría en minería. En la entonces Unión Soviética fue testigo de la caída del Muro de Berlín y después volvió a Colombia para ver el movimiento estudiantil de la Séptima Papeleta y la Constitución del 91. Según él, estos eventos fueron fundamentales para su formación.
A comienzos de los noventa trabajó como director de la Corporación para el Desarrollo del Chocó, cuando el presidente era César Gaviria. Después se fue a Bogotá a trabajar en la alcaldía de Antanas Mockus en el cargo de Director Encargado del Departamento del Medio Ambiente de Bogotá.
Cuando terminó su periodo en Bogotá decidió lanzarse en la gobernación del Chocó. En ese momento, sus opositores lo acusaron de haber cometido el delito de peculado por destinación oficial diferente porque invirtió cinco millones de pesos que le habían aprobado para un plan de saneamiento ambiental en zonas mineras, en la reparación de una escuela en Andagoya que se encontraba en mal estado. Este delito desapareció con la reforma al Código Penal en el 2001.
La condena tuvo lugar cuando ya había ganado las elecciones y ya había ejercido un año como gobernador. Tuvo que retirarse de la Gobernación.
En el 2000 fue víctima de un secuestro extorsivo por parte de los paramilitares que lo forzó a abandonar el país y refugiarse con su familia en la capital de Estado Unidos.
Durante los primeros años en Washington trabajó por la noche como bouncer de una discoteca. De día se dedicaba a hacer cabildeo en el Congreso para vincularse con los congresistas afroamericanos, la red de derechos humanos en Washington.
Fue de esa forma como se pudo vincular a la Agencia de Cooperación Internacional Lutheran World Relief donde trabajó como analista de política internacional. Después de esto ocupó el cargo de Vicepresidente de Operaciones de la Fundación Phelps Stokes, una fundación para el desarrollo de las comunidades latinoamericanas y africanas.
En el 2005, Murillo volvió a visitar el Chocó y ahí comenzó a coquetear con la idea de volver y lanzarse como candidato a la Gobernación.
En el 2011, con el aval de Cambio Radical se lanzó a la Gobernación en coalición con la alcaldesa de Quibdó, Zulia Mena. Ganaron con una votación histórica de 52.000 votos aún cuando ninguno de los dos pertenecía a la clase política dominante la región.
A pesar de la que La Procuraduría había emitido dos certificados donde establecía que no estaba inhabilitado, su elección fue demandada ante el Consejo Nacional Electoral por sus detractores y el Consejo falló a favor de Murillo pero esto no fue suficiente para ganar la batalla jurídica.
Sus opositores demandaron la decisión del Consejo Nacional Electoral ante el Tribunal Contencioso Administrativo del Chocó y el Consejo de Estado lo suspendió hasta que el Tribunal resuelva su caso.
El 1 de noviembre de 2012, Murillo tuvo que abandonar la Gobernación y Santos nombró como reemplazo temporal a Óscar Gamboa, director del Programa Presidencial para la Población Afrocolombiana.
En septiembre de 2014 Santos nombró a Murillo como coordinador del Plan Pacífico, el plan de choque del Gobierno para la crisis social, económica y de violencia en el Pacífico colombiano.
Durante el remezón de ministros del presidente Santos en abril de 2016, Murillo fue nombrado ministro de Ambiente en reemplazo de Gabriel Vallejo.
En 2017 Murillo, militante de Cambio Radical, partido que había votado negativamente a los proyectos relacionados con la Justicia Especial para la Paz (JEP), presentó la renuncia como miembro de la colectividad. Esto se da luego de que Santos dijera que quienes no apoyaran la implementación de la JEP debían abandonar el Gobierno.
Estuvo en el Ministerio hasta el 7 de agosto del 2018, año en el que termino el Gobierno de Juan Manuel Santos.