El ruido de la consulta liberal es más por votos que por plata

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Que el 19 de noviembre el candidato rojo sea elegido con pocos votos es el verdadero temor de los liberales de cara a la consulta en una fecha fría donde los congresistas no se juegan su propio pellejo.

Aunque ya la Registraduría le bajó el costo a la consulta liberal de 150 mil a 40 mil millones de pesos tras eliminar más de la mitad de los puestos de votación, persiste en el Partido Liberal el miedo de que el candidato que resulte ganador arranque débil en la competencia presidencial de cara a mayo porque no creen que puedan mover a toda su maquinaria. Que, en el fondo, era una de las razones más fuertes detrás del argumento que esgrimieron de la plata para no hacerla.

“En el fondo quisiéramos que no hubiera consulta y que ya hubiéramos elegido candidato en el Congreso liberal”, nos dijo un congresista metido de lleno en la campaña de Humberto De la Calle.  En el mismo sentido nos hablaron tres congresistas más y dos altos mandos del liberalismo.

 

Dentro del liberalismo hacen cuentas de que en la consulta habrá 1 millón de votos para los tres candidatos (De la Calle, el exministro Juan Fernando Cristo y el senador Édinson Delgado) y que el ganador de la consulta tendrá 500 mil, un cace muy pequeño para arrancar la campaña.

Los consultados nos dijeron que temen un escenario similar al de septiembre de 2009, cuando a ocho meses de las presidenciales, los liberales eligieron a Rafael Pardo como candidato con 350 mil votos (en total votaron 1 millón 300 mil rojos), siendo que, en marzo de 2010 -a dos meses de la primera vuelta- el conservatismo hizo una consulta interna en donde sacó 2 millones de votos y su candidata, Noemí Sanín se llevó un millón 100 mil de esos.

Como es una época “fría” porque no está siquiera cerca de las elecciones al Congreso (que son en cuatro meses) o hay pocas garantías de que los congresistas se la jueguen por la consulta, algo que el Partido realmente necesita dado que no tiene plata prevista para ésto, más allá de lo obligado por la ley (20 por ciento del tope máximo de una presidencial).

Los congresistas son quienes le organizan a los candidatos las reuniones con líderes y las giras en las reuniones, en muchas ocasiones poniendo plata de su bolsillo. Además, tienen que invertir de su plata para sacar a sus clientelas a votar. Y muchos de ellos no quieren incurrir en esos gastos.

Sobre todo porque tendrán que volverlo a hacer en marzo, para buscar su reelección en el Congreso y en mayo, para la campaña a la Presidencia.

“Yo llamaré a mis 30 alcaldes y espero que cada uno me saque a su gente. Pero es obvio que quedamos muy mal si salen solo 300 mil personas a votar”, nos dijo congresista que habló off the record para no enredar a sus alcaldes. Una versión similar nos dieron tres más.

Antes de que el tema de la plata se volviera un escándalo, ya había habido quejas sobre el favoritismo de Gaviria a De la Calle y sobre la viabilidad legal de la consulta, que planteó por un lado el senador Juan Manuel Galán y por el otro las senadoras Viviane Morales y Sofía Gaviria que la entutelaron por haberles hecho firmar el ‘manifiesto liberal’ que propuso De la Calle.

Pero con lo de la plata relativamente resuelto, Gaviria ha dicho que la consulta se hará el 19 de noviembre. Salvo que surja una nueva excusa.

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