Agenda legislativa de Santos: corta y de transición, mientras llega la de la paz

Imagen

El presidente Santos y los representantes de los partidos de la Unidad Nacional ayer dieron un mensaje de total unidad frente a la agenda legislativa.

 Foto: Juan Pablo Bello - SIG.

Cuando aún no había entrado al Gobierno, en julio de 2011, Alejandro Gaviria escribió una columna en El Espectador para criticar la “exuberancia legislativa” del presidente Juan Manuel Santos, a quien criticó por querer aprobar “decenas y decenas” de leyes no siempre con sentido y la mejor calidad. Para hacerlo, parafraseó al entonces ministro del Interior Germán Vargas Lleras, quien había dicho: “Aprobamos decenas y decenas de leyes... la Unidad Nacional funcionó divinamente”.

Juan Manuel Santos vuelve a jugársela por las reformas, como lo hizo en su primer año de gobierno, pero con una agenda más corta. Foto: Juan Pablo Pino

Simón Gaviria, presidente del Partido Liberal, dice que las prioridades cambiarían si llega la agenda de paz. 

Augusto Posada, presidente de la Cámara, está organizando un debate sobre el posconflicto. Foto: Congreso de la republica.

Roy Barreras será clave en la reforma a la salud. Foto: Juan Pablo Pino

Ayer toda la tarde, Gaviria fue el ministro que más protagonismo tuvo en la reunión de la mesa de Unidad Nacional para definir las prioridades del Gobierno en el periodo legislativo que arranca hoy en el Congreso.

Gaviria presentó durante varias horas la reforma a la salud, que será la principal apuesta del Ejecutivo en este periodo, que irá hasta el 20 de junio, es decir, tendrá apenas 10 semanas de trabajo excluyendo la Semana Santa. Y, como si Santos hubiese atendido a sus críticas, el resto de las apuestas en la lista de prioridades no alcanzan ni una decena.

Es decir que el Gobierno dio un viraje con respecto a las pasadas legislaturas pues esta es una agenda corta con respecto a las anteriores. No se incluyó ningún tema de paz -debido a que aún no hay acuerdos definitivos con las Farc- ni la cacareada reforma política y no se priorizó casi ningún proyecto impulsado desde los partidos. Una agenda mayormente social que podría interpretarse como de transición: le ayuda a Santos a abonar el camino hacia un posible intento de reelección y hacia su principal bandera que es la paz, con la cual tendrá que jugársela en el Congreso a partir del próximo 20 de julio.

Para ambos fines, el presidente, como en la reciente reunión del Gobierno en la Hacienda Hato Grande, recalcó en un comunicado que hay unión total en la Unidad Nacional.

En privado, Santos (como lo ha hecho en otras ocasiones) le había dicho a la Unidad Nacional que la suya es la agenda legislativa “más reformista de los últimos 100 años”.


Así fue la reunión de hoy

Contrario a lo que se manejó en algunos medios, y a lo que pidieron partidos como el Conservador, en la reunión de ayer no se le dio mensaje de urgencia a ningún proyecto, pero sí se definió que las prioridades son en su orden la reforma a la salud, la reforma a la Ley Estatutaria del Fuero Militar, la reforma a la justicia penal militar, una modificación al Código Penitenciario, una ley sobre infraestructura y la reforma pensional.

Ahora, ¿qué probabilidades tienen estas reformas de pasar? Es improbable que pasen todas. Como La Silla lo detalló recientemente, las de salud y pensiones son reformas complicadas, con efectos diferentes en la opinión pública que se tienen que negociar con actores distintos. Eso, además del factor Uribe en precampaña con eco en varios congresistas.

Por otro lado, en la reunión como estaba cantado -debido a que los tiempos no alcanzan- no se habló nada de una reforma política que ayude, entre otras cosas, a bajar el umbral de votos exigidos a los partidos para mantener su personería jurídica. Eso a pesar de que el presidente del Congreso, Roy Barreras, había declarado que no es sano para la democracia descartar una reforma que permita sobrevivir a los partidos pequeños. Sin embargo, el ministro del Interior Fernando Carrillo reiteró que no es bueno cambiar las reglas de juego meses antes de que haya comicios.

Cada vocero de partido defendió proyectos propios, algunos de los cuales fueron acogidos por el Gobierno, como uno sobre microcréditos del Partido Conservador que, no obstante, no hace parte de su lista de prioridades.

A sus turnos, los congresistas Alfonso Prada y Hernando Padauí hicieron énfasis en que no se le fuera a dar mensaje de urgencia al fuero militar por el mal ambiente que el proyecto tiene entre las ONG y la comunidad internacional, pues se podría entender que se estaba fomentando la impunidad antes de los acuerdos de paz. 

La paz, para el próximo semestre

Por cierto, si bien en su declaración oficial Santos dijo que “si seguimos como vamos” el país podría alcanzar la paz antes de finalizar el año, esta es una agenda legislativa con cero proyectos de paz.

La razón es que hay que esperar a que haya acuerdos concretos y definitivos con las Farc en La Habana para que se reglamente el marco para la paz, de acuerdo a los compromisos adquiridos por el Gobierno con esta guerrilla, y los demás proyectos que salgan de la mesa.

Sin embargo, este es un punto que preocupa a algunos. Básicamente porque podría darse el escenario de que se llegue a acuerdos antes de terminar este periodo y entonces al Congreso le toque legislar contrarreloj antes del 20 de junio para que no se hundan las iniciativas de la paz.

“Muy seguramente nos va a llegar en cualquier momento la reglamentación del marco jurídico para la paz. Vamos a tener una restricción de tiempo muy grande para debatirlo”, le dijo a La Silla el senador Juan Manuel Galán.

Galán cree además que la agenda presentada ayer va a estar supeditada a cualquier avance en la negociación de paz y que en cualquier momento podrían cambiar las prioridades.

"Esta es una agenda de transición mientras viene la grande: la de la paz", dijo Héctor Riveros, analista político y columnista de La Silla.

Lo más seguro en cualquier caso es que las iniciativas para la paz efectivamente se comiencen a tramitar a partir del 20 de julio y no se cumpla el temor de Galán, pues dado que en el Acuerdo Marco quedó estipulado que "nada está acordado hasta que todo está acordado" el Gobierno no va a presentar proyectos antes de que el Acuerdo Final sea una realidad.

Igual, mientras esto pasa, en el Legislativo se seguirá hablando de paz. Por ejemplo, esta semana el presidente de la Cámara Augusto Posada y el representante del Polo Iván Cepeda anunciarán un debate sobre escenarios de posconflicto en distintos países. Será para la primera semana de abril.

 

Compartir
0