Desde hace unos meses, para contrarrestar los efectos del fenómeno del Niño, el gobierno lanzó la campaña “Todos contra el derroche” para promover el ahorro de agua y energía. Si bien los ciudadanos podemos aportar lo que depende de nosotros para contribuir a la solución del problema, este tipo de campañas son solo la primera gota de lo que hace falta, que es lo más difícil. Estas son cinco cosas que podría hacer el Gobierno para promover un mayor ahorro de agua.
Con el agua, Santos hace la fácil pero no la difícil
Desde hace unos meses, para contrarrestar los efectos del fenómeno del Niño, el gobierno lanzó la campaña “Todos contra el derroche” para promover el ahorro de agua y energía. Si bien los ciudadanos podemos aportar lo que depende de nosotros para contribuir a la solución del problema, este tipo de campañas son solo la primera gota de lo que hace falta, que es lo más difícil. Estas son cinco cosas que podría hacer el Gobierno para promover un mayor ahorro de agua. (Haga clic en las imágenes para ver la información en detalle)
2. Subir las tasas por uso de agua |
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Una forma de compensar la cantidad de agua que se saca de las cuencas es con las tasas por uso de agua. Eso se inventó para que la plata que se invierte en proteger las cuencas, los ríos y las quebradas sean asumidas por los que las usan. El problema es que las tasas son prácticamente las mismas para todos los usuarios, cuando no todos gastan lo mismo. Así lo reconoce el director del IDEAM Omar Franco: “La tasa por uso en Colombia es irrisoria. Se paga muy poquito frente a la cantidad de volumen de agua que se utiliza y es un asunto de política que se tiene que resolver.” Hoy esa tasa se cobra a una tarifa mínima de 71 centavos por metro cúbico de agua concesionada. Tarifa a la cual se aplica un factor regional que va de 1 a 7 pesos (sube donde hay mayor escasez de agua y baja donde hay menos). Al aplicar esos factores, las tarifas efectivas del país, sin importar si es un acueducto o una minera, oscilan entre 1 y 5 pesos por metro cúbico, y con eso se recauda un poco más de 20 mil millones de pesos al año. Esa plata va para las Corporaciones Autónomas Regionales (CAR) de cada territorio. “Son tan bajitas las tasas que hay corporaciones que no la cobran porque les sale más caro facturar que lo que recaudan,” le dijo a La Silla el director del IDEAM. En comparación, la tasa de uso por metro cúbico de agua en Argentina, por ejemplo, es de 129 pesos colombianos. El año antepasado, en medio de las discusiones del Plan Nacional de Desarrollo 2014-2018, la bancada de Alianza Verde, liderada por el equipo de Antonio Navarro, presentó un proyecto de ley para establecer una tarifa mínima de 25 pesos por metro cúbico a las empresas de acueducto y a los municipios más grandes y 50 pesos por metro cúbico a las empresas industriales y extractivas. Navarro intentó negociar con el gobierno bajar de 50 a 25 pesos la tasa de cobro para empresas industriales, pero la propuesta terminó engavetada. Ahora la representante verde Angélica Lozano la desempolvó y le contó a La Silla que la quieren presentar en un mes. “Ese es un debate que tenemos que dar y si el gobierno es coherente con su discurso, tendría que aceptar la propuesta.” El ministro de Ambiente Gabriel Vallejo propone elevar las tarifas a 3,6 pesos para el sector agropecuario, 6,19 pesos para los acueductos y 9,79 para el sector industrial y minero. Así, la facturación pasaría de 20 mil a más de 200 mil millones al año. Si se lograra el promedio entre la propuesta de los Verdes y la del gobierno, podrían alcanzarse recursos totales de entre 383 y 423 mil millones de pesos. Eso es quince veces el recaudo de hoy por agua y se podría invertir en conservación de las cuencas. (Ver informe PNUD). |
3. Promover que las CAR tengan un verdadero control del agua |
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El dato real de cuánta agua hay y cuánta se concesiona lo tienen las Corporaciones Autónomas Regionales y ni ellas mismas lo tienen claro. “Es muy difícil hablar de datos exactos sobre cuánta agua se concesiona porque las CAR no lo tienen estudiado de fondo” cuenta Fabio Bernal hidrólogo del IDEAM. Una concesión es un derecho de uso de agua, tanto superficial como subterránea, que le dan las CAR en las regiones a empresas públicas y privadas, previa solicitud de las empresas. Las concesiones tienen un término no mayor de 10 años, salvo las destinadas a servicios públicos o a la construcción de obras de interés público, que duran hasta 50 años. Las CAR tienen la facultad legal de revisar e incluso suspender las concesiones en tiempos como éste, de sequía, y de rebajarles los topes de agua a las empresas de cualquier sector. Y el Presidente tiene un delegado en todas las CAR y además, una reforma pendiente desde el gobierno pasado para que funcionen. En agosto de 2012, un decreto le exigió a las CAR hacer evaluaciones regionales del agua. Básicamente, la idea era que contaran en esos reportes cuánta agua tenían, cuántos ríos, cuántas quebradas y quiénes eran sus usuarios. Pero de las 33 CAR, solo tres han hecho la tarea: la de Cundinamarca, la de Caldas y la CAM (Corporación Autónoma del Alto Magdalena), según el director del IDEAM. “Lo que pasa es que la mayoría de corporaciones tienen muy pocos recursos y grandes territorios y eso hace difícil que cumplan la tarea” dice Néstor Franco, director de la CAR de Cundinamarca. “Nosotros recibimos una directiva del gobierno nacional para regular y disminuir las concesiones este año. Yo tengo suspendidas todas las que no son de consumo doméstico y sé que Corpoboyacá también, pero hay muchas otras que no lo hacen” le contó a La Silla. Por otro lado, las empresas de servicios públicos tampoco tienen un sistema de monitoreo que mida cuánta agua tienen las microcuencas abastecedoras de los acueductos como si existe en otros países. Si tuvieran una infraestructura de monitoreo, detectarían un déficit en el caudal y podrían tomar medidas. |