A juzgar por las encuestas, el exalcalde barranquillero Alejandro Char es quizá el candidato de estas regionales que más asegurado tiene su triunfo. Pese a eso, en la Alcaldía les están pidiendo votos a los funcionarios para garantizarle la victoria este 25 de octubre.
Así usan la Alcaldía para buscarle votos a Char
A juzgar por las encuestas, el exalcalde barranquillero Alejandro Char es quizá el candidato de estas regionales que más asegurado tiene su triunfo. Pese a eso, en la Alcaldía les están pidiendo votos a los funcionarios para garantizarle la victoria este 25 de octubre.
A La Silla llegó el ruido del uso indebido de la administración de Elsa Noguera, heredera política de Char, en favor de la campaña del exmandatario y de su fórmula a la Gobernación (el liberal Eduardo Verano). Lo pudimos confirmar con tres personas de adentro de la administración distrital y obtuvimos detalles adicionales sobre el mismo tema con dos políticos activos y un conocedor de la política local.
Desde mediados de agosto, en secretarías, oficinas y entidades descentralizadas del distrito están circulando unas planillas para que los funcionarios escriban los datos de los potenciales votantes que aportarán a la causa charista.
Los tres funcionarios con los que hablamos, por aparte, y que trabajan en tres secretarías diferentes, nos dijeron que el número de votos exigido oscila entre los 15 y 30 por trabajador, según la dependencia. Todos tienen que ser comprometidos para Char y Verano. Ellos para quitarse de encima la presión de sus jefes entregan las planillas, sin que eso les garantice a los superiores los votos.
En cambio, las candidaturas al Concejo y a la Asamblea están divididas por secretaría. Muchas de ellas avaladas por Cambio Radical, partido en el que los Char tienen voz de mando. Es así como para el Concejo, en Recreación y Deportes votarán por Santiago Arias; Educación, por José Camacho, y Salud, por María de Chahín. Todos ellos impulsores de la candidatura de Alejandro Char.
Uno de los funcionarios, en cuyo criterio confiamos porque conocemos su trayectoria profesional, nos aseguró que le pidieron los apoyos, hace dos semanas, en una primera reunión que se celebró en las instalaciones de la secretaría en la que trabaja. El jefe de área les dijo a los asistentes: “No nos podemos confiar”.
Inclusive -nos dijo- en varias oficinas ya avanza la fase de verificación de los nombres, cédulas y puestos de votación que sus compañeros anotaron en cada planilla.
Pero para entregarles más detalles sobre los candidatos tanto a los empleados como a los votantes que consigan, se celebran reuniones fuera de la Alcaldía. Una de las más recientes tuvo lugar el viernes pasado y convocó a personal de Movilidad Distrital en un colegio de Barranquilla.
Allí tres jefas de esa secretaría controlaron el ingreso de los asistentes supuestamente camufladas detrás de unas máscaras de marimonda, disfraz icónico del Carnaval de esta ciudad. La fuente nos aseguró que con las orejas grandes y la trompa alargada de ese traje carnavalero, evitaron ser reconocidas y quedar expuestas a una fotografía o un video que pueda acarrearles una posible sanción por participación política.
Para ese evento a cada empleado le fue asignado un número, que después sus superiores les entregaron impreso y repetido 30 veces en cuadrados de papel que hicieron las veces de tiquetes, continuó su relato la fuente: cada persona que asistió tuvo que dar su ficha a las tres mujeres que, disfrazadas, estaban en la entrada del colegio contabilizando el número de asistentes que llevó cada trabajador de Movilidad Distrital.
La Silla no pudo obtener fotografías ni grabaciones de esa reunión.
Buscamos la posición de la Alcaldía ante estas denuncias y el jefe de control interno Roberto Solano nos aseguró que la alcaldesa Elsa Noguera y su equipo de trabajo rechazaban “totalmente esa información” y negaban estar “ejerciendo presión” alguna desde las secretarías para que sus empleados entregaran planillas con votos para Char, Verano o algún candidato a la Asamblea o al Concejo.
También le preguntamos a la campaña de Alejandro Char, pero seguimos a la espera de una respuesta.
Al igual que nosotros, la Misión de Observación Electoral del Atlántico recibió denuncias puntuales sobre la utilización de la Alcaldía como caja de votos. Su director Diógenes Rosero nos aseguró estar siguiéndoles la pista con su equipo de trabajo.
Las razones de Char
Los funcionarios con los que hablamos le dijeron a La Silla que, como sucede en muchas otras alcaldías del país, en la de Barranquilla ha sido algo “normal” que cuando las elecciones se acercan les pidan votos a todos los empleados: a los que están en carrera administrativa, con contratos temporales o bajo la figura de libre nombramiento y remoción.
Pero, ¿por qué el candidato que tiene una de las imágenes e intenciones de voto más altas del país tendría que recurrir a este tipo de prácticas? Parte de la respuesta podría estar en un posible aumento del abstencionismo en estas elecciones, la confianza excesiva entre sus simpatizantes y una meta histórica de votos que el charismo se autoimpuso.
Ante una campaña tan predecible y carente de debate como la actual, porque su único competidor, el exconcejal Rafael Sánchez Anillo no tiene posibilidades, en varios sectores barranquilleros creen que el abstencionismo superará el 52% de 2011. Esto porque entre los ciudadanos ha calado la idea de que votando o no el ganador está cantado.
Aunque en público no lo reconocen, entre los aliados de Alejandro Char había demasiado triunfalismo incluso antes de que la campaña comenzara oficialmente. Tanto, que una persona del equipo charista le reconoció a La Silla que se había vuelto costumbre escucharles decir que no había necesidad de esforzarse demasiado porque la reelección ya estaba ganada. Confianza que podría significar votos perdidos.
Esa situación amenazaba con convertirse en un efecto búmeran para la meta de Char en estas elecciones: sacar entre 250 mil y 300 mil votos, para superar la votación de hace ocho años.
Con ese rango, Char busca pasar a la historia como el mandatario barranquillero elegido con el mayor respaldo popular y consolidar aún más su liderazgo ante el vicepresidente Germán Vargas Lleras de cara a las presidenciales de 2018.
Además de contar con su propia maquinaria electoral, Char cuenta con la del resto de caciques del Atlántico: los senadores Roberto Gerlein, Laureano ‘el Gato volador’ Acuña, Eduardo Pulgar, Efraín Cepeda y José David Name Cardozo. Este último era el único que faltaba por adherirse a esa candidatura, pese a su tradicional antagonismo político con el charismo.
A esas aceitadas maquinarias se suman los 20 mil votos que la Alcaldía podría conseguirle. Nuestra fuente conocedora de la política local calcula esa cifra tomando los casi 2.100 trabajadores que tiene hoy la administración distrital y la manera como las secretarías se han organizado durante los últimos 15 años elección tras elección.
Con la maquinaria trabajando para su proyecto político y con los votos de la Alcaldía, Alejandro Char busca llegar a las urnas como el candidato imbatible de los 250 mil votos. Menos de eso no está entre sus planes porque podría ser un golpe que afecte la fortaleza de su imagen. La pregunta es si no se verá afectada ya al usar la Administración pública para su beneficio.